Volviendo al mundo de Jane Austen, no puedo dejar de lado, esta serie de obras juveniles, donde se hallan reunidos tres cuadernos que la autora personalmente llamó “volúmenes” y numeró correlativamente del I al III.
Los “especialistas” en la obra de Austen, dan como fecha de su composición más temprana el año de 1787, la mayoría de los textos, varios de ellos fechados, cabe situarlos entre 1791 y 1793, cuando Jane tenía entre 16 y 18 años; sin embargo, hay indicios igualmente de que volvió a trabajar algunos concretamente los contenidos en el volumen III entre 1809 y 1811, es decir, poco antes de la publicación de su primera novela aceptada por un editor “Juicio y Sentimiento. Los cuadernos no estaban concebidos para salir del ámbito familiar o del círculo más próximo de amistades y no se publicaron evidentemente en vida de la autora. No fue hasta 1922 cuando un editor se decidió a sacar a la luz parte de ellos, concretamente los que constituyen el volumen II. Posteriormente, R.W. Chapman, al que aún hoy se le considera la máxima autoridad en Jane Austen desde el punto de vista editorial, publicó el volumen I en 1933 y el III en 1951.
Amor y Amistad, con algunos pasajes similares en los fragmentos que lo acompañan, es realmente una soberbia obra burlesca, algo muy superior a lo que las damas de aquel tiempo llamaban un “chascarrillo agradable”. Es una de esas cosas que se leen con satisfacción, por que fueron escritas con alegría, son en otras palabras, “juveniles” entendiendo juvenil como alegre. Se cree que al escribir estas páginas lo hizo como si dirigiese una revista familiar, por que las ilustraciones que se incluyen en el manuscrito eran obra de su hermana Cassandra. (En la literatura nos encontramos otra estampa similar, en Mujercitas cuando las hermanas Marchs, tienen un periódico en el que “publican” toda clase de anécdotas, recados, anuncios y pequeñas obras y cuentos a cargo de la escritora de la casa Jo).
Todo el trabajo está lleno de esa clase de buen humor que es más intenso en privado que en público, igual que la gente se ríe más en casa que en la calle.
Alguien dijo en un periódico, que en el mundo de Jane Austen, era de esperar que una dama se desmayara al recibir una oferta de matrimonio. Claramente la persona que lo dijo, nunca leyó nada de esta autora. Por que para aquellos que hayan leído una sola obra de Austen, esta conexión de ideas resultará ligeramente cómica. Elizabeth Bennet, por ejemplo, recibe dos proposiciones de matrimonio de dos admiradores muy confiados, e incluso se podría decir que expertos, y desde luego no se desmayó es más en las dos ocasiones les dio sendas calabazas a estos caballeros, siendo ellos quizás los que pudiesen desmayarse. En cualquier caso, sería divertido para quienes así se divierten, instructivo quizá para quienes necesitan ser instruidos, saber que los primeros trabajos de Austen, publicados con el nombre de Amor y Amistad, Podrían denominarse “sátira de la fábula de la mujer que se desmaya”.
Esta obra a sido calificada como “una especie de elegancia del absurdo” repleta de ironía, ingenio, construcción sátira de lo romántico y despiadados comentarios sociales. Pero también un extraño talento para lo disparatado y sin sentido, una predilección por un tipo inusitado de heroína, capaz de emborracharse, robar, asesinar, disponer de un ejército privado o ser encerrada en una mazmorra, una heroína, que en la obra de Austen no volveremos a encontrar.
Estas páginas traicionan su secreto; era exuberante por naturaleza, satírica, antirromántica, profunda y tan primorosa como mordaz, la obra de Jane Austen nace toda ella de una inquieta observación de la vida doméstica y de una estética necesidad de orden moral.
No os podéis perder esta obra para conocer a fondo a su autora y a sus posteriores personajes.
La Sabiduría es mejor que el ingenio, y a la larga tendrá sin duda la risa de su parte.
Jane Austen.