Estamos viviendo
unos momentos un tanto “peculiares”, tenemos en nuestra mano toda la información
y toda la cultura del mundo y en cambio hacemos un muy mal uso de ella o un uso
nulo, estamos perdiendo valores irremplazables, justicia, solidaridad, paz, amistad, ética…
valores de incalculable cuantía.
Hoy en de la A, a la Z… me gustaría hablaros de
Alejandro Costas, un magnífico pintor argentino…
Cuando descubrí sus obras, me quedé prendada de ellas, sus
pinturas tienen un significado tan profundo que es difícil de explicar, cada
una de ellas viene acompañada de una historia, creada por el propio autor… esta
peculiaridad sin duda enriquece la obra y le da ese toque especial y mágico…
En estos tiempos como he dicho antes, tan extraños,
tomarse un tiempo para admirar cada obra y sentir cada palabra es una gran
terapia, que os recomiendo…
Son más de 300 obras, y aunque en mis álbumes
particulares, tengo muchas de ellas, tan solo pondré como siempre aquellas que
me transmiten más emociones, aunque sí con casi todos los artistas esta tarea es
difícil, con Alejandro yo diría que puede ser imposible…Realmente merecen la
pena…
La Naturaleza Implora…
Por intermedio de sus árboles, la naturaleza nos envía
un mensaje para que tomemos conciencia, oportunamente, de la autodestrucción
persistente del hombre. (Entre las ramas de los árboles se puede leer, si
miramos con atención la palabra PAZ).
El más largo y sinuoso de los Caminos…
O tal vez, en las ramas por autodefinirse “ramera”, vendiéndose
con frecuencia al mejor postor. En las raíces (en el pasado) enterrada y
oculta, otra indispensable consigna a descifrar. Letras bien pequeñas como las
raíces y la MEMORIA de los habitantes de este mundo, letras enormes como
nuestra necesidad de JUSTICIA… (¿Leéis la palabra escrita entre las ramas del árbol?)
Ayer y Mañana…
El pasado, con sus cálidas y airosas viviendas. Construcciones
amplias, bajas y árboles como únicos exploradores de un hasta ese momento,
intacto cielo.
El futuro..?Un arco iris convertido en riguroso puente
nos advierte que la avasallante tecnología, de no ser controlada a tiempo, indefectiblemente
ocupará espacios que jamás debiera conquistar; invocando un supuesto y para mí
sospechoso progreso.
El Tiempo de arena…
El Tiempo, impalpable y abstracto. Sue efecto,
implacable.
Un diminuto grano de arena; el transcurso inexorable
del tiempo materializado en su mínima expresión.
Fina e inquieta arena de una playa; siglos en nuestras
manos que se precipitan dándole forma y vida a un encantado castillo medieval.
La naturaleza que el hombre toma y transforma, luego,
para sus fines no siempre nobles.
Una Obra conVincente…
Una Iglesia… la de Auvers, un imponente molino…el de
La Galette. Su habitación… la de Arles en una tan estrellada como inspiradora
noche. Botas maltrechas, tal vez como las suyas. Girasoles… como sólo él los
pintaba.
Un sobre como un refugio. Casi un hogar. Una casa más.
Apasionadas e íntimas cartas a su hermano, buscan
amparo, algo de protección. Y lo logran… y allí va Theo, trepando la escalinata
y al encuentro de Vincent, que brilla desde lo alto como un astro (que fue),
alcanzado en la quietud del cielo la serenidad negada entre nosotros.
Van Gogh el apellido, Vincent su nombre y el humilde
intento de realizar una obra convincente… (Un homenaje a uno de mis pintores
favoritos sin duda).
Aliado Multicolor…
Una temprana y mágica amistad con quien,
generosamente, se deja llevar por la creativa locura de su dueño.
Un Cómplice que dibuja pensamientos, Corporiza sueños.
Es el primer aliado y el más fiel de los amigos.
El que siempre estará allí dispuesto a exhibir y
desnudar los colores del alma del artista.
Y el artista, agradecido… (Aún con mi edad, mis
mejores momentos han sido y serán siempre junto a mis lápices, pinturas, telas,
hilos… creo que a todos los creativos nos pasa).
Uniendo Razas…
Blancos, no de conciencia, sometiendo a gigantes de
claras palmas, tan oscuros como postergados y tan negro su pasado como el tono
de su piel.
Un color de piel, apenas eso, no justifican el
derramamiento de ni una lágrima. Y hubo mares de sangre…Con culturas y orígenes
distintos. Con diferencias que nos debieran enriquecer, no enfrentar, Cautivar,
en lugar de resentir.
Razas que se parecen porque padecen de los mismos
males, idénticos temores e iguales miserias. Pertenecemos todos, más allá de
las diferencias que nos diferencian, a la misma raza…la humana. Uniendo Razas, para muchos una utopía; para mí
una necesidad. Indudablemente imperiosa.
(En estos momentos en España, con el proceso de
independencia estas palabras me hacen reflexionar sobre lo que somos y lo que
deberíamos ser; Diferencias que nos debieran de enriquecer, no enfrentar)…
Detrás de todo y todos detrás…
Corrompe. Compra voluntades. Crea fisuras. Agrieta la
moral. Deprava. Desnuda miserias. Pervierte.
Por él se mata. Por él se muere. A él lo compran. Por él
se venden. Y siempre está agazapado, al acecho, tarde o temprano siempre asoma.
Está detrás de todo y desafortunadamente, nos encuentra a “casi” todos,
mendigando lastimosamente por él… (Parafraseando a Quevedo… Poderoso Caballero,
Poderoso Don Dinero)…
Sembrando Unidad…
Nuestro planeta, una inmensa granja. Algunos hombres,
fatigados labradores. Surcos de Paz, parcelas de ilusión, semillas frágiles que
demanda unidad. Embanderan el campo. Lo tapizan de esperanza. Izan una sola
bandera. La de todos. La de la vida. Y apuestan a ella… Enaltecen valores. Los
reivindican. Y creen en un fruto posible: El Futuro.
Y lo Cosechan. (Volviendo a la situación actual, la
bandera es tan solo un símbolo que tiene que servir para unir, no para separar,
todos unidos bajo una misma bandera, la bandera de la humanidad).
Manos que hablan…
Actitudes, modos de vida, elecciones… Los que acusan,
los que manipulan, los que agreden, conviviendo, compartiendo implacablemente
un espacio con los que crean, los que sujetan su esperanza a una plegaria, los
que contienen, los que aman… Y en la esperanzada mano de un niño, nuestro
futuro, incierto, pero cierto. No se trata de ellos contra nosotros, sino de
nosotros contra nosotros mismos. (Inspirado en las Cuevas de Altamira y en la
Cueva de las Manos en el Sur de Argentina)…
Como he dicho antes, resumir las mejores obras de este
polifacético autor, es una tarea imposible, cada una tiene un sentimiento diferente,
y todas son maravillosas, termino pues con una referente a mis aliados y
amigos, los libros…
Sendero hacia la Libertad…
Es el camino, destino obligado, el saber abriendo
puertas; vulnerando cerrojos. El conocimiento otorgando luz. Asegurando
porvenir. Sin ellos, la libertad, una franca utopía.
Libros que sabiamente, se acomodan enviándonos un
mensaje. Leerlo es nuestro deber, asimilarlo nuestra obligación. (Entre los libros podemos leer las ocho
letras de la palabra LIBERTAD, comenzando por la L que se encuentra en el ala
izquierda de la mariposa libro)…
Espero que os haya gustado mi selección de hoy… no he
podido poner mucho de mi misma porqué el autor, ya pone sus propias y sabias
palabras, en cada cuadro, en cada pincelada…Gracias por estar…