Sólo si eres alguien que aprecie los sentimientos y sus pensamientos, disfrutará de la escritura de ellos.
Éste blogger permanecerá abierto para el disfrute del lector por petición solicitada de compañer@s blogueros, tendrá la actividad qué las musas así lo dispongan.

10 de mayo de 2017

Solo entonces.



Te hablaré de mí,

desde mí orilla,
esa qué separa tangible 
-los tiempos-,
haciéndonos paralelos,
mordiendo océanos,
sepultando al universo.

Te hablaré de mí,

cuando las nubes tornen los vientos
y el mar sirva de alimento,
a estas bocas secas 
-sin aliento-,
donde los dos mundos se aunarán
esperando el momento.

Te hablaré de mí,

de todas esas noches que la luna de plata 
-se oculta-
eclipsando nuestros deseos.

Solo entonces, te hablaré de mí.


Yayone Guereta.

21 de marzo de 2017

Espacios cercados.



En un rincón de la nuca hay un espacio,

(son secretos guardados)

donde sin saberlo "desplazamos"
la palabra latiendo qué se esconde lánguida y descarnada,
qué se acurruca temblando,

dándose paso por la vaguada ambiciosa por ser, 
letra inspiradora de tango,
franquea la histriónica lengua descorazonadora
qué dispuesta "expulsa" hastiada,
ser vocablo mutilado.

Más el cariz recapitula meditando
frente al párpado expandido qué mira ante sí
exterminando cualquier síntoma de ternura,

(insignificante gota de lágrima qué osas nacer padeciendo una pena,
si muere y desaparece cuando es absorbida por la piel 
sin dejar huella qué alimente un atisbo de nostalgia),

la memoria argumenta suprimiendo a capricho
orando en plegaria el ruego qué en desamparo brama,

ser comisura del labio perdido
abrigo de un cuero olvidado
derramando efervescencia en la pasión qué flama,
qué vierte en religión chorro de "vida"

vida, qué con rabia implanta la psique por derecho 
de todo sufrimiento pretérito vomitado,
escapar de continuados escalofríos hirientes,
y suspiros, qué quedan atravesados volviéndose melancolía.

Espérame, manifestó la boca al beso profundo, 
pues llegará el día qué emane del vértice la palabra dilatada 
-como pétalos en flor-
componiendo la melodía más hermosa qué nadie pueda imaginar 
completa en armonía, unidas en cuerpo y alma, infinitamente libre.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWR0h1WkRhTUVabnM/view

9 de marzo de 2017

La nube blanca.



La nube blanca pasa 
totalmente estremecida
escogiendo sus hechuras 
para hacerse chiquitina,
echa de menos el impacto de la gota,

-de la gota, de agua fría-,

y en la centellada del alba
se le congela el suspiro
que mantiene perenne

-Ínsito-

por exhalar de su boca primaveras
desde el vientre adormecido.

Sobre las calles dormidas,
apenas iluminadas,
la gota de lluvia fría
juega con la nube blanca.

La blanca nube suspira,
su aliento se vuelve escarcha
mientras la gota la mima,
la nube quiere abrazarla,

-abrazarla, hasta hacerla alabanza-.

Y la luna que los mira
presta sus rayos de plata
y sonríe cuando ilumina
a la nube blanca que pasa,

-que pasa, por la orilla-.


2017- JJ Lluvia & Yayone Guereta.


Gracias Juanjo, por compartir tus versos conmigo
impregnados de hermosas gotas de lluvia que la nube blanca nos deja
creando un dulce poema lleno de belleza.

(Algo chiquitito...)

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWZG9IQ0F3Mmwzb2M/view
.

12 de febrero de 2017

En la coma de la Luna.



El velo qué cubría al olvido se destapó aquella tarde
dónde moría el crepúsculo rojo
hundiéndose en un mudo y sereno silencio,
haciéndome sentirlo arcano

viviendo un momento inolvidable

recogida en su manto
iluminando mi rostro
dibujando colores la melancolía.

En ese inmenso cielo observo ser etérea,
pura poesía ante el universo,
confirmando mi cuerpo descarnado
con la piel sedosa deshebrándose,

que en un instante de ambición leve

me hace posar tácitamente
sintiendo la desnudez de mí alma elevarse al infinito en un empuje de aire,
ruborizándome al advertir lo qué albergaba en mi seno.

Le pregunté al grandioso firmamento
que me revelase su secreto,

alzando el semblante, -en un acto provocador-,

si en la aurora de lluvia qué lloré recordando aquella canción,
o en el insomnio febril qué perduró toda la noche,
donde la ilusión era de piedra blanca.

Entonces contemple como se trazaba en el vértice de la estrella más hermosa 
la réplica qué compartió en la coma de la luna,
y la interrogación quedó en un canto abandonado sin miedo de lanzarse al vuelo.

Ahí lo supe, hallar mi libertad.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWYV9POFJOM0pMSkU/view

3 de febrero de 2017

Besándome los juicios.



Libero pasiones bajo la cascada lluviosa 
que resbala sobre mi cuero curtido,

-donde me dejo ir en suspiros-


exhalando partículas del vaho de mis propios gemidos.

Recupero oxígeno 
mientras excarcelo tensiones,

- en un juego de "fingers - 


el útero se encoge y la piel transpira queji'os,
donde pierdo el norte para sentir el desvarío 
en la humedad que agita mis sentidos.

Contengo el aire en la boca con los dientes encorsetados 
y la lengua echa un giro,
el espasmo que en un grito mudo se dilata 
por el bombeo salvaje del excitado latido.

Y en ese momento de abandono,

-besándome los juicios-,

someto el cuerpo al placer lascivo,
dedicándole un réquiem en honor a mi onanismo.




Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWdFlXeVV6QnRad3c/view







21 de enero de 2017

Viejas palabras.



He de sanar viejas palabras heredadas
que expandidas oxidan la esencia de mi ánima,
lo haré, caminando poco a poco, 

-con los pies desnudos sobre mis pasos-,

sin la confusión que aún aprieta a los sentimientos que albergo,
en esta montaña llena de melancolías abrazadas a mi techo.

El destino no está escrito en las llaves que prevén cielos abiertos,
y en su correosa búsqueda,
se funden igual que la tierra ardiente despidiéndose
de la repentina erupción del volcán escupiendo lava a su paso dejando llaga.

Inflamo de suspiros los atardeceres 
al escuchar redoblar las campanas de la tolerancia,
y en el anhelo, me enfrento al oleaje de mis aguas turbulentas
que aprietan la impaciencia del fuego creciente 
anidando en el pecho, -quemándome por dentro- de esta rutina antigua.

Solo deseo que el camino no se haga un laberinto ponzoñoso
del que no pueda escapar,

-para poder sumergirme en el río de mi mirada-

descubriendo como recupero la voz del vocablo curado,
y en ofrenda, dedicárselo a mi alma.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWYVVkM0N1TlJxbjQ/view
.

15 de enero de 2017

Sin un horizonte.



En la clausura de mi soledad exhalo un suspiro de amor
que nostálgico recuerdo en el goce estéril del instante,

-donde prolongo el sueño de tenerte-

más mis labios temblorosos advierten la verdad que dicté
frente al espejo a nuestras vidas quedando desoladas.

Abro mis manos como alas hacia el aire en la noche /buscando nada/,
esa noche que me llena de espanto en un grito desgarrador y doloroso,
como si el amor supiese que vivo sin ti dentro de mí
y en la mirada no existiese ni un destello de emoción.

La lenta saliva se funde en mi boca
y oigo mi corazón latir pausado,

(nunca igual, pero siempre sangrando, sin saber porqué),

imposible palpitar en el bombeo un nombre, y si lo hiciese, 
no sabría exactamente lo que nombra en la palabra.

Es inútil esperar de la noche un vergel de flores
que riegue este río fantasmal de la memoria,
pues en el pálido rostro implantó el invierno
la expresión fría de vacío.

Sin un horizonte,
los ojos se hacen duros como el cierzo helado.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWV0lpSmZsZ1UxRTQ/view
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8 de enero de 2017

En mi cielo.



En mi cielo reposado un mar de ilusiones crece
y barrunta primaveras en los suspiros del pecho,
en verde esmeralda pinta la memoria el horizonte
con el majestuoso azul cobalto que despide el párpado al ocaso.

Allá tú te presentas, asiendo mi mano

-sin templanzas-

sosteniendo las inseguridades en lo añejo de tu saber
y la certidumbre del que desea ser amado en plenitud.

En tus trazos deslizo sentimientos al mismo tiempo que templo los tuyos,

-acomodándonos en sentir-

pues golpea fuerte cuando el latido es trastocado por la presencia
elevando hacia las nubes la soledad donde meces los vientos.

En tus corrientes, / discreta y sibilina/

-con la libertad del silencio-

mezclo mis mareas sin detenerme,
y en la intuición de la palabra muda nos reflejamos
y en la imperfección del fluir, mezclamos vida.


Yayone Guereta.

(Deseos)

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWaF9RXzNPTjZnTWM/view
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26 de diciembre de 2016

Feliz Año Nuevo.





Mis mejores deseos
de PAZ y FELICIDAD
para todos vosotr@s,
los qué arropándonos
nos acompañamos 
en esta andadura
de letras momentáneas
donde ponemos en despliegue
esa magia de SENTIR
-con sensibilidad-
y mucha dosis de fantasía.


Feliz Año Nuevo Venidero.

Urte Berri On 2017.


Yayone Guereta.


20 de noviembre de 2016

Y seré... ( Poemas existenciales al costado II )



Asoma el torbellino del crepúsculo y sé,
que avecinará próximos pensamientos qué, 
cada atardecer culminado se repiten.

Siembra preguntas interrogativas temerosas y dudo,
no hallar respuesta,
temo dormir y al despertar del sueño preguntarme,
si es un sueño mi vida.

La tarde se hace de jirones que desgrana el corazón,
de ajenos pasos alejados olvidados,
y de humo en el aire
que una ráfaga de viento elimina,
de hojas secas pisadas que perecen muertas
en un suelo impasible.

Sólo te pido que si llegases,
lo hicieses con la timidez del rubor que asoma un primer y último beso
aparecido de repente y efímero en ese mismo instante,
despierto y dormido,
visible e invisible,
sin agonía,
rodando hacia tus brazos
y seré, olvido en el olvido.

Quizás, algún día, -sin ya saberlo-,
mis palabras alguien las dirá,
entre luces venideras que aún, ni sabe.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWLThMYnQtNDlTZjQ/view
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14 de noviembre de 2016

Anochece. ( Poemas existenciales al costado. I )



Llega la noche con su tortuoso y extenso silencio,
lleno de sombras que ensartan un eco remoto
para morir después sin recuerdo.

Es ligero el caracol cuando sintoniza agudo el sonido más sordo,
incluso una voz perdida de tono olvidado
o las huellas que quedaron timbradas en ese rumor de vocales.

Llega la noche anulando los sensores
y es inútil resistirse a la insistencia para apurar el día que pasó desvanecido,
una piel que ni sabe si es o fue.

Mueren las palabras descendiendo hacia un pensamiento que traga
y en la soledad de mi habitación los sueños comienzan a emerger,
repitiéndose como si fuesen un mar antiguo 
donde naufrago con ellos en mareas angustiosas.

Llega la noche hueca y fría,
para dejarme una misiva inexistente,
mis párpados languidecen en una muerte silenciosa que se inundan en esa espera, 
dejándome, vacías las manos.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWSnluR1U0YzV3X2c/view
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7 de noviembre de 2016

Donde no te tengo.



Nunca fui paciente en sentir
más retuve sensaciones por miedo al desenlace de enredar pieles,

-la carne se mantiene en calma sosegada-

aunque siempre amanece con el ardor al despertar el alba.

Buscando mi hermosura / un recuerdo que perdura/
traspaso la frontera que me ordena cruzar el espacio
y en la lucha me impregno en pasión, 

-la que me guía al fuego de nosotros-

trepando por cada rincón olvidado.

Marco tu hombría en medio de mi pecho
 / con el táctil de mis manos/

-en la ensoñación el corazón henchido dilata los tiempos-

y en una parada de silencio te siento mar adentro
desnudando el alma, queriéndonos,

y gravitas sobre mi pensamiento
en la parte que araña por dentro, donde no te tengo.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWYXNxaWxsOXpnZzQ/view
.

1 de noviembre de 2016

Impermeable.



Acaso cobijo la ausencia de no tenerte, 
bajo esa luna que me acuna en la soledad de tu existencia perecedera?

Dejo acaso en tinta los versos que calman este insomnio indomable, 
en páginas que quedarán ilegibles para ese silencio eterno?

Hago de mi cuerpo un ovillo escondiéndose desde la punta, 
rodando hasta llegar a la esquina 
que guarde este aislamiento apretado en sentir.

Siempre espero esa nube que despliegue su humedad 
y te portase en forma de lágrima furiosa o tierna...)

para calar mi piel de emociones y poder hallarme lozana en derroche, 
destapando la insensibilidad que mantengo impermeable.

Si pudiera exprimir con un toque de dulzura 
lo que dejé en el baúl de los duelos...)

El corazón pospone latidos, cubierto de miedo,
la nube amenaza con arrojar desde su arco iris
gotas de sentimiento que empapen mi cielo etéreo.


Al alba le robo sueños,
recorriendo empedrados suelos,
poniendo cicatrices a la intemperie,
mientras doblo fisuras al cuero.


Yayone Guereta.

20 de octubre de 2016

Desde esta soledad.



Permíteme si te escribo desde esta soledad abatida, 
en el pensamiento tibio que la trastoca,
con el semblante hecho escalofrío,  
dibujo en la mención a los recuerdos que intento resguardar 
y comienzan a desmarcarse para no olvidarte.

Instantes que captura la memoria 
y quedan grabados -per secula seculorum-
hasta que el laberinto de la consciencia quiera borrarlos.

Desperté con la sensación agridulce que deja en nostalgia 
a la evocación en un sueño desolado, 
pellizcando los bordes de mis sentidos golpeándome el ceño.

Recobro el ensueño para abocar la magia de sentirte, 
de nuevo acercándonos, 
en una simbiosis donde somos tú y yo, 
/con la preocupación de retenerte/, 
detengo el candor dulce de tu voz, 
esa voz quedita susurrando cánticos y arrumacos de ternura, 
unidas por el lazo indestructible del amor.

La piel extraña instantes en el tiempo 
que se intentan recuperar en distintos tactos, Ama...)

Acurrucada a tu regazo al calor del pecho que me crió 
-a ésta, hoy, mujer escribiente-, 
e inflado los pulmones de tu olor y expandir las caricias de tu costado en mi piel 
para acomodarte en mis entrañas, reteniendo la niñez
que requiero conquistar del presente, tan ausente hoy en mis días.

-ahora en tu plenitud añeja, eres tú, la niña de mis ojos-

deja que te cuide con la misma dedicación que tú hiciste, 
quiero alargar y atesorar el tiempo que en su manto recoge savia, 
dedicarme a ti en cuerpo y alma, 
la que te llevarás contigo cuando te arrebate ese minutero osado que hace expirar el latido,

-sigues estando y es tan arduo abandonar esta angustia-,

que desespero ante una evidencia cronológica y escapada de entre mis manos.


Nota:

El amor en todas sus formas es,
un dolor insufrible que castiga.


13 de octubre de 2016

Amor delirante.



Fueron dos islotes rotos en infinitos pedazos, 
bajo un cielo que tolera el peso de las almas errantes en descenso.

Se rompieron con el filo de la palabra cruzada,
lanzada desde la boca sin límite que disputaron egos,
en poesía decadente escupiendo soberbia, ira,
pecado capital sin perdones que daña en el duelo de los amantes.

Las voces fusilaron cualquier murmullo y del silencio, 
quedó el vacío,
y en las ausencias que se generan a la memoria donde se hacen espirar los recuerdos, 
llegó el olvido.

Ansié tantísimo su piel canela bañada por el sol de sus días 
y deseé tantas veces ser empapada por todo mi cuerpo 
con el efluvio de tal ambrosía...)

Tanta belleza no podía ser de este mundo,

-el enamorado párpado es ciego en sentir-

Por unos instantes detuve en mis manos su esencia,
esencia que recorto en recuerdos 
para no maltratar la herida que está sanando del reproche, 
el que ultrajó con tanto desprecio 
y el que yo adoré en mi inconsciencia hasta la locura.

Fuimos un amor delirante, 
al que llamé en mi abandono libertad,
y prófuga del sentimiento me hizo salir hacia mar abierto,
-mi mar-
descargando la toxicidad de ese puerto en sensaciones, 
sujetando arrecifes de coral.

De nosotros quedó la nube guerrera,
sin rumbo ni horizonte,
volátil y oscilante,
dos gotas de rocío que la tierra tragó.

Oh...tristeza que lo anidas,
corazón que albergas odio
al amor que te dio siete vidas.


7 de octubre de 2016

A un golpe de caricia.



Con la lengua rota,
los labios anudados desde las esquinas
la boca causada de deseos
y el bolsillo vacío de eternidades,
es mi sombra cómplice compañera aliada,

/doble piel fiel adherida a mí/

paralelamente entre las emociones y los miedos, 
consolidan la soledad que en sus infinitos colores visité.

Yo no temo este cambio de tiempo 
desfilando secretos,
viendo pasar fotogramas desde la memoria 
llego a recordar sentimientos,
que cada día nacieron desde mis sesos,

/ las telarañas atadas al pecho penden de un manotazo/

endeble y delicado a un golpe de caricia que lo fulmine o lo culmine 
a tocar ese cielo que con su manto cubre toda angustia.

Escucho a la noche en su abarrotado silencio 
y en su único dialecto que entiendo,

(como si fuese única también en su Olimpo de petición),

la luna me cuenta cómo construir castillos en esta garganta de arena
-que arraigada a sus huellas-
pondrá entre las caracolas él susurro que la guíe en los vientos
hacia un mar demorado dondequiera
y zambullirse al océano 
para ser ola lanzada al espacio haciéndose infinita.

Tan lejos y tan cerca de mí.


Yayone Guereta.

De mi voz:


@ElrincóndeNai.


27 de septiembre de 2016

Ecos opacos.



Voy a verter al mar las gotas de lágrima hiriente que caen por mis párpados 
y van filtrándose cuál cuchillos por mi cuero aguerrido,
para abandonar esta melancolía emulsionada en sollozos
con la que abato este rostro partido de sonrisas.

Pero una por una se diluyen entre las grietas penetrando su tristeza 
soliviantando aún más mi inquietud,

( los días de lluvia siempre afligen la valentía 
convirtiéndola en opacos ecos al amor)

invadiendo mi desnudez,
empedrando el alma,
amotinadas en rebelión para hacer allí de su morada mi patíbulo.


Más en las luchas de poder siempre hay vencedores y vencidos,
y ganáronme la batalla en la fragilidad del combatiente 
al mostrar el sentimiento servido en bandeja de plata,
sin otra arma con la que bregar.

Ríndome ante el azar de los días que traerán tanta pesadumbre 
de este otoño venidero que lastima,
y en su fatalidad sólo quedome rogar al rey astro,

/lléneme de luz/

concédame en caridad un vértice de calor a este corazón aterido,
y que el cobijo de esta existencia cubra con tacto esta carencia, 
con una suave caricia tierna, 
con un abrazo protegido, 
con el mismo cuidado, con el que se mima a un niño.


Yayone Guereta.



24 de septiembre de 2016

Rapaz.



Quién es el osado

codicioso y mezquino

que tanto poder tiene

para acaparar los instantes

marcados y restringidos

que dictamina los corazones.


Yayone Guereta.

20 de septiembre de 2016

Al amparo de la piel.



Apartada bajo un rostro sin primaveras 
y a la deriva entre emociones inhóspitas,
perpetúan las heridas que aún pesan en la memoria, 
así me hallo, -al amparo de mi piel-
pues suspiran las cicatrices aún abiertas del alma
que en su refugio de sanar, buscan exilio en la isla del olvido.

A veces no reconozco éste ser que tantas batallas libró,
estancada en el mismo punto de partida 
desde que el primer meteorito colisionó 
en esta envergadura de mujer
dejando una gran sima para los restos, 
protegida de un cielo anunciado sin lindes ni pasiones por cruzar.

El dolor se hace insoportable 
y la palabra rota asesina el grito libertario,
la aflicción en el pecho que cruje siente como la vida esposa,
vida que me arroja al cadalso masticando un adiós referido.

Éstos labios secos que exhalan los vientos de un norte 
no esperan ninguna boca a la que abonarse
donde sería suficiente ese adiós, 
tragando la poca fuerza que dejé en algún rincón de un limitado espacio oculto.

Los desgarros se ríen mientras sigo rebuscando
en esa parte que me hará soberana,
más la linea paralela que separa los desasosiegos
provoca al desarraigo 
que emocionalmente se queja de sentir algo muy suyo,
como si le perteneciera burlándose de si.

Despertaré el día que mi psique logre deshacerse de una partitura pasada,
-y si despertase-,
no me miréis con la tristeza que se observa un ave lastimada 
a la que fracturaron sus alas y quédese sesgada sin  horizonte,
sino a la Hembra que emergerá de un prolongado silencio 
y  de una fatídica ausencia.

Yayone Guereta.

De mi voz:

Foto propia.
@ElrincóndeNai.


15 de septiembre de 2016

Asíame fuerte.



Si huyo en los momentos de duda
no me culpes en el reproche,
es la angustia de sentir mis manos llenas de todo lo tuyo 
y supera el temor de perderlo sin saber que hacer con tanta esencia.

Es un querer seguir tu pensamiento mientras callo,
y se me desborda la palabra muda interior
imaginando tus pasos en un pensar propio 
que no alcanzo adivinar perdiéndome.

Si huyo en los instantes difíciles
no satures mi capacidad
y recógeme sobre el ardor de tu pecho
pues es cuando necesito escuchar en calma el latido de tu corazón
y en tu respiración el sosiego que me acercará a tus brazos.

Es un querer absorber nuestras bocas abrumadoras de deseo
colisionando ese hermoso y dulce placer de nacer y morir en cada beso,
mientras nos desgarramos en piel mostrándonos hasta las entrañas
provocando una enorme revolución con la pasión de nuestro aliento.

Si huyo en ese segundo -asíame fuerte-, 
no me faltes,
que quiero consumir contigo este hambre de amor,
de ver todos los amaneceres con sus mimosas titilando sin cerrarse
y saciarme cada noche de tu marea lujuriosa, de tu savia,
estar siempre llena de ti.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWUEtuQnRiNGFBdVk/view



Foto propia.