A veces me enamoro de unas ilustraciones a primera vista.
[como estas de Gemma Aguasca Solé, que he descubierto gracias a Belén, del blog Belén in red].
Y cuando sucede, sé que tengo que escribir algo para ellas.
Normalmente las palabras ya están en mi cabeza,
esperando simplemente a que tenga un momento para encajarlas todas, junto a las imágenes.
Y se produce el milagro,
[el mío].
Y caen todas las letras una a una.
Y se forma mi pequeña historia, mi cuento:
Hoy quería hablaros de nuestra semana santa.
Días sin atascos, sin prisas.
Senia volvió a casa de Coruña, muy cansada
pero con sus buenas notas recién estrenadas.
Los tres, Congo, Senia y yo, disfrutamos de estos días de relax, a cubierto, porque cayó alguna que otra tormenta.
¡Como disfrutó Congo con los rayos y truenos mientras yo gritaba, parapetada en el pasillo!
Por fin [ayer a última hora] pude terminar el libro que tenía entre manos “Pasiones romanas” de María de la Pau Janer.
Se me estaba resistiendo porque no encontraba el momento de ponerme a terminarlo.
Se deja leer bien pero la historia me pareció como demasiado encajada a presión.
Muchas casualidades para un libro solo.
Uno de los días en que la lluvia nos dio una tregua
Congo y yo salimos a dar un paseo. Y Congo [generoso y gentil] me invitó a una milhoja de merengue.
El merengue siempre me pone muy dulce.
Y quiero a Congo todavía más
[si eso fuera posible].
Y me entran ganas de bailar un tango, bien agarraditos.
Congo hizo una escapada [él solito] en la moto.
Yo me quedé en casa, teje que teje.
¡Ya sentía ganas de terminar el jersey que tenía entre manos!
[es para Senia y para mí, como buena madre y buena hija que somos, compartimos algunas cosillas de ropa].
El domingo preparé pulpo á feira [de Camariñas el pulpo y sin patatas ].
Senia tenía muchas ganas de comerlo pero las dos nos pusimos muuuuuuuuuuy contentas porque estaba muuuuuuuuuuy bueno.
A Congo también le gustó mucho pero él no es tan escandaloso y efusivo como nosotras. Es que Senia y yo somos un poco payasas, ya lo sabéis.
Y ¡cómo no!, Senia y yo también aprovechamos estos días para estar con las amigas.
A L. hacía mucho tiempo que no la veíamos
Nos dimos un abrazo muuuuuuuy grande.
Pero todo lo bueno se termina.
Y Senia, mi princesa, se volvió ayer a Coruña.
Pero eso no está tan mal del todo, porque lo que está por venir siempre será mejor
[es lo que hay que pensar].
Y además, pronto volveremos a estar juntos.
Congo y yo volvimos a quedarnos solitos en amor y compañía,
preparando [casi] las maletas para el jueves.
¡Nos vamos de excursión! Sí sí.
Pero esta vez no os contaré nada hasta la vuelta,
¿me esperaréis?
Mientras regreso, prometo dejaros un relato que se titula “Rebeca”.
Y eso es todo amigos.
Recordad que:
Todo parecido con la realidad es pura coincidencia.
Y que en un par de días espero poder pasarme por vuestros blogs.
Estuve muy perezosa con la “internete” y me desconecté totalmente.
Perdonar mi retraso.
Biquiños agarimosos [besitos cariñosos] a discreción,
Os quiero.