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Cuando me atraviesa el rayo de tus ojos
me convierto
en una forma titánica del amor.
Forjo algo más que un instante,
tratándolo de eterno segundo
habitándome en todo
tiempo.
Porque ese rayo es un reto
que despierta al amanecer
para ser conquistado
con la geometría de mis pasos.
Huellas que mueren por morar
en la luna de tus pupilas
dejando escrito cuán diosa te ha conquistado.
©Auro
Soy presa del egoísmo
que se rebela en la forma del
tiempo,
acurrucados en un rincón de las
horas
vamos tejiendo futuros con hilos
endebles
que tensamos en cada elucubración.
Tú sujetas la respiración de mi
pecho
como queriendo evitar su vuelo
o mi escapada al mundo real.
Yo me aferro al calor que emanas,
a los latidos que masajean mi
espalda,
al despierto sueño que pintas en
el horizonte.
Entre los dos fabricamos mentiras
de colores
con sabor a avellana y café.
©Auro
Se condensa el aire bajo el paraguas,
y todas las intenciones de mis dedos
se quedan suspendidas
junto a la muerte de tus labios.
Otra vez regresa aquél mayo,
cuando nuestra juventud
era bandera de locura,
y comernos la boca
era el concierto para la lluvia,
que sin pudor asistía
a todos los besos resguardados.
De aquél tiempo queda la condena
de arrastrar el recuerdo
en cada gota de agua
que se desliza por mi cara.
Llueve y truena la Poesía.
©Auro
Percibo la
luna desperezándose
por la fina
línea que cruza tu silueta y mi cuerpo.
Dejo que se
reinvente
diluyéndose al
final de tu rastro.
Me siento
tan unida a ti,
que un mismo
brazo lunar nos imanta
creando
cierto espejismo
reflejado en
la pared del cuarto.
Persigo con
la mirada el destello
que en ti
reposa,
lo cubro con
mis manos,
mi boca,
mi vientre y
yo...
Lo alcanzo sobre
tu torso,
que cubierto
con el mío
engulle el
descarado beso de la luna.
© Auroratris
Es la noche
un manto de sentidos,
Y tu
almohada el rincón de mi ensueño,
donde atado
al cabezal
tiendo mi impulso,
Libre, Sereno.
de tu
mirada,
fundiendo
Versos en el vaho de tu boca.
De tus manos
indefensas cuelgan
los te
echo de menos,
que educan las formas
de mi
cuerpo.
Cada Roce es
espasmo,
los
Calambres de tu vientre
es la guirnalda
que celebra
este
encuentro.
Mis vetos explayo
desde tus
sábanas,
a los silencios BienNacidos.
Ay, tu voz
ahogada.
Ay, tu
súplica.
Ay, de tu
último gemido.
© Auroratris
Dónde encaja
la guerra de tu cuerpo
cuando en
mitad de la noche se pronuncia
sobre los
rieles del mío.
Motivaciones
que ayudan a despojar
el encaje
del pudor,
dejándose
arrullar por las silenciosas yemas
que en
silente avance
deposita un
rumor de piel.
Si abro los
ojos
soy el
abismo mirando el cielo,
ave que
siega el fulgor llovido
sobre mi
frente.
Dime dónde
encajan las piezas de mi respiración
en este
fleje sostenible
entre mis
pálpitos y tu erección.
Tiempo y
espacio se confabulan
en el núcleo
de la casualidad,
déjame creer
que todo hoy es causal;
porque bien sabes
que hay batallas
que merece la pena del cuerpo a cuerpo.
©Auroratris
Qué clase de
serigrafía es esta
que deja a mi
cuerpo a merced de tu sello.
Se discurre
como luna que apremia la noche,
sometiéndome
a tu Luz y a tu Sombra,
allí donde
cohabita la Tentación y lo Virtuoso.
Y en ese
concepto de donarme placeres
te haces
engranaje de cada uno de ellos,
porque ahí,
donde llega el fuelle de tu aliento
soy pirómana
de las palabras que activan
el verdadero
propósito del fuego.
Permitimos a
este encuentro atemporal
tejer
deshoras,
imprimiendo
cada verbo que traspasa
la línea de
la cordura,
para llegar a
morir
entre mis
pálpitos y tus dedos.
© Auroratris
Conozco lo
que
mis manos reconocen,
Sé de ese
lugar
que me
espera palpitante
y ansioso...
Escucho el bullicio
bajo la ropa.
El grito de tu piel
Reclamando el roce.
Soy sabedora de los instintos
que pulsan mi nombre.
Los besos en mi honor
que escapan durante la noche.
Brisas que acarician los
puntos donde se confrontan
Pétalos de Carne.
Percibo el
desliz
de tus ojos de arena,
en la elevación de mis Cumbres
acomodadas en tu Molde.
Prendo en tu
lóbulo
Mi Gemido,
antesala de
lo que vendrá.
Envicio tu PaZ
Con mis Fantasías.
provocando
insomnios.
Y al RetenerMe...
Tú me llamas
Sueño,
Así que
SueñaMe.
© Auroratris
El Éxtasis
traspasa el espejo
al contemplar
el florecer de las manos
sobre la
hidalguía de tu cuerpo.
Un rocío se
posa tras la peregrinación,
eriza la piel
contemplada
y surgen mareas
de brisa
que se conjugan
como un maravillado hechizo.
Tú que me
ves,
me sientes
tras la vela de mi ventana,
como un
poema entre cortinas.
Yo que te
veo,
deslizarte
por mi mente
para
imprimir el ocaso de tu verbo,
reverberar
bajo lluvias y auroras,
la fragancia
de las palabras.
“Todavía existe ese Edén
donde no hay destierro”.
©Auroratris
©
Auroratris
Y de pedir UnDeseo,
sería el
aliento de un TeAmo
fundiéndose
en la curva
suic-Ida de
tu cuello.
Qué
desprendido aroma
viajando por
la sinalefa
dibujada.
Qué bello
camafeo es el mero
hecho de un
SENTImiento
colgado en
el nudo de tu garganta.
Sería capaz
de rogar al olvido,
quedarme en
ese Cm de sueño,
siendo la
orografía de MiDeseo.
Porque TuDeseo...
no se encuentra en Mí.
©Auroratris
Era ensayo
la noche
En el centro
de aquella azotea
cuando sus
sonidos
acercaron tu
sombra hasta Mí.
Un desfile
procesional fue
la imagen de
tu rostro
reflejado en
cada constelación.
Llovieron
las estrellas,
que
escapando de mis manos
encontraron
la libertad
en un
sumidero.
Con ellas se
fue la magia
de aquella
música,
entendí que
la necesidad
es la
impaciencia de un niño.
Y los deseos
no siempre
son el sueño cumplido
del Amor.
La Noche se
tornó
Silencio y Olvido.
© Auroratris
Que me quede tu Espalda
como Capital del Mundo,
Meca de mi peregrinación Nocturnal.
Que me quede tu Mirar
como Universo cuando
vislumbro la Galaxia del Placer.
Que me queden tus Pestañas
como Liras adormecidas,
cuando me venzan las fuerzas
Y te entregue el Verbo Carnal
Latiendo en las Entrañas.
Que me quede Orando
en tus Hechuras,
Pronunciando-Te en el
Lenguaje más Primitivo.
Que me quede esta Noche
Y después...
Después todas las demás.
© Auroratris
Envuelta en la tácita cimbra,
Cual ovillo menudo,
en el
saliente que provoca tu nuez,
soy Li-C(i)Encia adherida
a los muros encarnados
que cubren
el arte de tu desnudez.
Persigo la temeridad
De un gorgoteo vertical,
Destinado a perecer
En la (tu) forma circunfleja,
como una aldaba renacentista
nacida para su cometido.
Míra-Me o Siénte-Me,
en este esculpir de fuego,
avanzando Beso abajo
entre mis hálitos y tu aliento.
©Auroratris
Deja que el famélico
beso
Se Nutra de
la inflamación
De mis
labios,
Que les
llueva el deseo,
Le cale la
pasión
De un averno
bendito,
Sin
cuestionar la adversidad de
Los
vocablos.
Sentir la
imantación
De los polos
opuestos...
Porque...
Cuál es la
diferencia
De la carne
Cuando
Hinchada de
anhelo
Busca la
pieza
Que la hace
enrojecer,
destellar
como
Una tarde de
verano
Caliente y
húmeda.
Mitiga el
ardor
Que
extienden las hojas
De un sexo
avaro
Que no
atiende
A la
nimiedad de un roce
pidiendo
abrirse de manera dócil
Ante el
masculino aquelarre.
Heme aquí
dispuesta,
Con la
tibieza engendrada
En las
entrañas,
Envuelta en
la erizada intemperie
Que deja la
brisa
De tu
aliento.
Heme aquí,
ofrecida
Con la
sonrisa invertida
Para el
rubor de tu beso.
© Auroratris
El amanecer se viene a tus ojos
Cuando
todavía arrastro
El sueño
entre las pestañas,
Un lento
dormitar se despereza
recorriendo
cada uno de mis dedos.
Suena el
engranaje de los cuerpos,
El tuyo
postrado donde
Acaba la red
del mío,
Musitando
una tibia respiración
Que
levemente dejas escapar.
Cuando el
roce se hace presencia,
Y el Beso
sella la última estrella
se despide
en silencio una noche más.
© Auroratris
Un añil es testigo…
líneas cruzan su cara,
Dos bocas buscan el consuelo de la una en la otra
Como palomas posándose en alguna rama.
Se beben con premura bajo el sol de la tarde,
No hay fuente más refrescante
Que la de sus labios,
Ni hechura más sólida
Que los cuerpos enlazados,
Como un olivo centenario enraizado
En los albores del tiempo.
©Auroratris
Yo que he sentido
Los Vuelos desde la nada,
Metamorfosis
Para Tus Ojos...
Me he posado cuál
Mariposa,
con la Monarquía
De Mis Alas,
Sobre el Ápice
De Tu Piel.
Libado los Néctares que
Te hacen perecer,
Enjugado los Filamentos
Devolviendo la Pulcritud
A la Febril Carne.
Y yo,
… en esta
Feligresía recojo
La Dote Honorífica
Para emprender Mi Ascenso,
Dejando la simpleza
De lo Efímero...
©Auroratris
Quién no ha
regresado
Del lado
invisible portando
La magia
como un costalero
Sangrante y
devoto.
Quién no ha
sumado
Primaveras
hasta capturar
Un ramo de
amapolas
Para lucirlo
en las mejillas.
Quién no
retó al equilibrio
Coleccionando
tapias
Para
alcanzar el vuelo
De una
mariposa.
Y
Quién en su
sano juicio
No ha vivido
Una segunda
adolescencia
A sabiendas de que esta
Se derretirá
como las
Alas de
Ícaro.
©Auroratris
 |
| MiGratitud |
Te me creces
Como brote
Que germina
En cada
pálpito.
Te me haces
Raíz
En mis
oquedades,
Filigranas
que Re-Dibujan
Mis líneas
dando paso
a las Mil ramificaciones
Que me
conectan a Ti.
Tus Manos
son Jardines cubriendo
los Arenales
que todavía
Arden bajo
la sombra de tu Piel.
Cual Fertilidad
de
un Magnolio,
Liberas cada
prenda
Cubriendo-Me
con un rico
Manto de
pétalos,
Tal Cendal Pudoroso.
©Auroratris
