Deja que el famélico
beso
Se Nutra de
la inflamación
De mis
labios,
Que les
llueva el deseo,
Le cale la
pasión
De un averno
bendito,
Sin
cuestionar la adversidad de
Los
vocablos.
Sentir la
imantación
De los polos
opuestos...
Porque...
Cuál es la
diferencia
De la carne
Cuando
Hinchada de
anhelo
Busca la
pieza
Que la hace
enrojecer,
destellar
como
Una tarde de
verano
Caliente y
húmeda.
Mitiga el
ardor
Que
extienden las hojas
De un sexo
avaro
Que no
atiende
A la
nimiedad de un roce
pidiendo
abrirse de manera dócil
Ante el
masculino aquelarre.
Heme aquí
dispuesta,
Con la
tibieza engendrada
En las
entrañas,
Envuelta en
la erizada intemperie
Que deja la
brisa
De tu
aliento.
Heme aquí,
ofrecida
Con la
sonrisa invertida
Para el
rubor de tu beso.
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