Traída a colación por
Alfredo Trejos
Trae a colación a
Osvaldo Sauma
Norberto Salinas
Luis Chaves
Felipe Granados
Alfredo Trejos
Vida y milagros
Poeta bilingüe. Crece entre Italia y Costa Rica, se gradúa en ciencias económicas, labora por una década en el mundo de las finanzas en Italia y se muda a Nicaragua hasta el 2005, año de su retorno a Roma, donde ahora vive. Publicaciones de poesía en español: Máscara del delirio (Ediciones Perro Azul, 2006), Cosmo-agonía (Ediciones Perro Azul, 2007). Publicaciones de poesía italiano/español: Maschera del delirio (Lietocolle, 2008). Novela en italiano: Il velo (Elephanta Press, 2000). Es miembro fundadora de AltreBraci, asociación cultural sin fines de lucro cuyo objetivo es la difusión de la poesía en la ciudad de Roma.
Zingonia dixit
"(...)"
Poemas
COLISEO CONTEMPORANEO
El emperador del mundo
reorganiza el Medio Oriente
con su ejército disciplinado
de fuerzas unidas
cosmopolitas.
Gladiadores en uniforme de fatiga
aeronáuticos,
marinos y submarinos,
informáticos,
espías y contra-espías
infiltrados y contra-infiltrados
todos juntos
para domar las feroces
fieras fundamentalistas
y el público aclama.
Bestias entristecidas
desalojadas,
desempleadas,
huérfanas,
pero sobre todo
iracundas.
Revientan las jaulas
en el nombre de Dios
porque ya no aguantan
al Emperador optimista
-hipócrita-
invadiendo el universo
$anguinariamente $onriente.
NO ME IMPORTA LO QUE DIGAN
los perversos son los puritanos
amor
los que no entienden
los designios del cielo
y se amarran el corazón
con el lazo de todos los prejuicios
Osvaldo Sauma
amor
los que no entienden
los designios del cielo
y se amarran el corazón
con el lazo de todos los prejuicios
Osvaldo Sauma
Ámame, te digo ámame
en el nocturno abrazo del silencio,
ámame
y calla como hace el amor,
tú que eres eso,
aun cuando callas.
Rózame, te digo rózame
que dulce murmullo eres
en el abrir de pétalos y no
rózame de alas,
de miel rózame;
el palmo rózame,
nacer como la semilla
que rozando posas.
Mírame, te digo mírame
espantado mírame
que suave,
desnuda
descubro
hasta el alma.
Cúbreme, te digo cúbreme
lentamente cúbreme
y súdame,
de sal y vientre súdame
de fiebre y paz súdame
de torso, bronce, penumbra
súdame
cúbreme, teso
cúbreme.
Piénsame, te digo piénsame
en la claridad piénsame
línea que huye y no,
que ayer aún,
piénsame, mañana piénsame.
ALUCINACIONES
Pasar por el marco de la puerta
sin saber si has entrado
o estás saliendo
ni donde te conduce el vano
que bien conoces
sin haberlo visto nunca.
Hay un hombre al fondo del pasillo
camina sobre una banda rotatoria
el paso firme
y su mirada te hace fantasma.
No avanza ni te toca;
sus dudas en círculo
te llegan y se corren:
claman en tus vísceras.
El hombre al fondo del pasillo
busca más allá de tu cuerpo
alcanzar lo que no intuyes siquiera
robar lo que el vacío requiere
o vaciarse
en ti, completamente.
Ya no está la puerta, ni el marco
ni el pasillo y su fondo
pero el hombre sí camina
midiendo su latido
que pulsa en tus senos
sabiendo que no puede atrapar
la sombra que lo repite
ni la visión que lo alienta
es un cuerpo que camina
sobre una banda rotatoria
y tú, una fantasía,
poco más de lo que fuiste
más de lo que serías.
EL ÁNGULO PERFECTO
Una mujer lleva el corazón madre,
y en él reside un hombre
del Valle Central.
Sigue siendo niño;
con su velocípedo
recorre las arterias
del gran bazar sensorial,
buscando el latido
medular
donde se funden su furor
y aquel gemido distante.
Una mujer lleva el corazón amante,
se levanta de la silla,
la mirada fija en el horizonte.
Podría ser el mediodía:
no tiene sombra
y su frente quema.
Quema el sol del Valle Central
donde el gallo aún dormita
y el hombre como tormento
en ella pulsa.
Pulsa el hambre de su mirada.
Mirada que la devora
y la devuelve
a un rincón vivido de Anatolia.
Una mujer escribe su mejor historia,
coloca su porvenir en el pico
de un ave migratoria
y busca en el viento
el ángulo perfecto
que levante mares
y cordilleras,
que torne en su vientre
a esa latitud de hombre,
y en universo, al mudo tálamo
del Valle Central.