La analepsis
Es este art�culo voy a hablarte de un recurso muy usado en narrativa: la analepsis. Una analepsis es una interrupci�n del relato mediante la cual se informa de algo ocurrido en un tiempo anterior a aquel al que se estaba haciendo referencia. La interrupci�n puede tener una extensi�n menor o mayor: puede ocupar desde una �nica frase hasta varios p�rrafos o, incluso, uno o varios cap�tulos.
Pondr� un ejemplo de empleo del recurso. En el siguiente fragmento, extra�do del relato Mi Cristina, de Merc� Rodoreda, el narrador, un marinero, interrumpe moment�neamente el relato de su naufragio para explicar una experiencia anterior a ese naufragio:
El mar entero era un gemido y una r�faga y volantes de olas y yo atrapado y arrojado, y atrapado, escupido y engullido y abrazado a mi tabl�n. Todo estaba negro, el mar y la noche, y el Cristina hundido, y los gritos de los que mor�an en el agua ya no se escuchaban [...] y entonces, con todas aquellas nubes encima, me sent� chupado hasta muy adentro, m�s adentro que las otras veces. Descend�a, entre remolinos y peces alarmados que me rozaban las mejillas [...] y cuando el agua se calm� y fue bajando poco a poco, la cola de un pescado m�s grande que los dem�s me golpe� en la pierna [...] Cuando intent� levantarme para andar por el suelo, resbalaba, y aunque ya me figuraba d�nde estaba, prefer� no pensar, pues me acord� de lo que mi madre me hab�a dicho en su lecho de muerte. Yo estaba a su lado, muy triste, y mi madre, que se ahogaba, tuvo fuerzas para levantarse de medio cuerpo para arriba y con el brazo largo, largo y seco como un mango de escoba, me peg� un tremendo guantazo y me grit� aunque apenas se la entend�a: �no pienses! Y muri�.
Me agach� para tocar el suelo con las manos. Estaba resbaloso [...]
He marcado en azul la analepsis. Pondr� otro ejemplo. En esta ocasi�n lo tenemos en la novela Pedro P�ramo, de Juan Rulfo. El narrador, que est� explicando c�mo se encontr� en un pueblo llamado Comala, interrumpe la escena para explicar d�nde hab�a estado el d�a antes:
Era la hora en que los ni�os juegan en las calles de todos los pueblos, llenando con sus gritos la tarde. Cuando aun las paredes negras reflejan la luz amarilla del sol.
Al menos eso hab�a visto en Sayula, todav�a ayer a esta misma hora. Y hab�a visto tambi�n el vuelo de las palomas rompiendo el aire quieto, sacudiendo sus alas como si se desprendieran del d�a. Volaban y ca�an sobre los tejados, mientras los gritos de los ni�os revoloteaban y parecian te�irse de azul en el cielo del atardecer.
Ahora estaba aqu�, en este pueblo sin ruidos. O�a caer mis pisadas sobre las piedras redondas con que estaban empedradas las calles.
F�jate en que en ambos casos la autora o autor ha tenido cuidado de no desorientar al lector. Tanto en el inicio de la analepsis (el salto de la narraci�n al pasado) como en el retorno a la escena principal (el salto de vuelta al tiempo principal de la narraci�n) hay alguna palabra o expresi�n, o un punto y aparte, que le permite al lector entender que la narraci�n ha pasado a referirse a otro tiempo. As�, en el primer ejemplo, el verbo "me acord�" deja claro que lo que se menciona tras �l es algo que sucedi� en el pasado, mientras que el punto y aparte posterior marca el regreso de la narraci�n a su tiempo principal:
[...] y aunque ya me figuraba d�nde estaba, prefer� no pensar, pues me acord� de lo que mi madre me hab�a dicho en su lecho de muerte. Yo estaba a su lado, muy triste, y mi madre, que se ahogaba, tuvo fuerzas para levantarse de medio cuerpo para arriba y con el brazo largo, largo y seco como un mango de escoba, me peg� un tremendo guantazo y me grit� aunque apenas se la entend�a: �no pienses! Y muri�. (PUNTO Y APARTE)
Me agach� para tocar el suelo con las manos. Estaba resbaloso [...]
En el segundo ejemplo, la expresi�n "ayer a esta misma hora" hace saltar la narraci�n al d�a anterior, mientras que el punto y aparte y el "Ahora estaba aqu�, en este pueblo" la llevan de vuelta a la escena que la analepsis hab�a interrumpido:
[...] llenando con sus gritos la tarde. Cuando aun las paredes negras reflejan la luz amarilla del sol.
Al menos eso hab�a visto en Sayula, todav�a ayer a esta misma hora. Y hab�a visto tambi�n el vuelo de las palomas rompiendo el aire quieto, sacudiendo sus alas como si se desprendieran del d�a. Volaban y ca�an sobre los tejados, mientras los gritos de los ni�os revoloteaban y parecian te�irse de azul en el cielo del atardecer. (PUNTO Y APARTE)
Ahora estaba aqu�, en este pueblo sin ruidos. O�a caer [...]
Es muy importante que marques de esta manera el inicio y el final de las analepsis; as� evitar�s que el lector se te despiste y acabe no sabiendo a qu� momento de la historia se est� refiriendo la narraci�n. Tambi�n es importante que hagas que la narraci�n no salte en el tiempo demasiado a menudo, sino que separes adecuadamente unos saltos de otros.
Lee sobre el recurso opuesto: la prolepsis.