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Los actos de violencia furiosa y los asesinatos sangrientos resuenan por la Disformidad como un estruendoso tambor, un eco atronador que llama a los Daemons de Khorne a la guerra. Infinidad de regimientos de Desangradores (Bloodletters en inglés) se apresuran a responder a esa invocación, formas jorobadas ansiosas por unirse a la masacre. Llenos de un deseo de sangre insaciable, estos daemons menores de Khorne están entre las criaturas más agresivas de la disformidad. Sus nefastos aullidos de victoria al derramar sangre hielan los corazones de quienes los oyen. Su clamor incesante de "¡Sangre para el Dios de la Sangre, Cráneos para el Trono de Cráneos!" es igual de pavoroso. Los Desangradores son, sencillamente, la violencia y el asesinato que han cobrado una forma y un propósito por obra del Dios de la Sangre.
Descripción[]
Los Desangradores son los guerreros más numerosos de Khorne, los soldados de a pie de sus legiones daemonícas. Su aspecto horripilante es un ataque contra la sensibilidad de los mortales. Su piel es del color de la sangre caliente, sus ojos airados parecen brasas ardientes, sus músculos son duros como el acero y sus garras, dientes y cuernos tan afilados que les sirven perfectamente como armas. Los Desangradores tienen una fuerza inhumana; pueden acabar con un mortal a sangre fría y blanden largas espadas infernales de hojas serradas que brillan por las energías de la disformidad. Se dice que estas espadas atroces son tan afiladas como el odio de Khorne. A medida que cortan carne y hueso, se cubren de sangre y brillan cada vez más, vigorizadas por el delicioso sabor de la muerte.
Los Desangradores son fieros Daemons que caen sobre sus enemigos en manadas aullantes. La visión de la sangre derramada les vuelve aún más frenéticos y gritan de furia al caer sobre los mortales con sus filos, dientes y garras negras. Pocos mortales pueden soportar tal envite, pues ver a sus camaradas siendo despedazados y masacrados por Desangradores aullantes basta para desmoralizar hasta a los soldados más decididos.
Al contrario que los soldados de a pie de los dioses rivales de Khorne, los Desangradores marchan a la guerra en formaciones reglamentadas, acompañados por un abrumador hedor a cadáver y portando orgullosamente los estandartes del Señor de la Batalla empapados en sangre. A pesar de que pueden materializarse de la disformidad e incluso maniobrar en ordenada precisión, una vez están cerca de su presa, se hace evidente que son asesinos apenas contenidos que aúllan por la sangre de sus enemigos. Cargan ante el sonido de cuernos de guerra de bronce, rompiendo rápidamente la formación en cuanto entran en el furor de la batalla. Hay una razón por la que la Legión de Sangre en la que más abundantes son las cohortes de Desangradores sea llamada Marea Roja, la mayoría de los que se ven atrapados en la oleada de daemons menores son instantáneamente bañados en un mar de sangre.
Pocos enemigos pueden resistir una arremetida semejante, la visión de sus propios camaradas siendo partidos en dos y masacrados por los aullantes Desangradores es suficiente para quebrar incluso a los soldados más valientes. Aquellos combatientes que no son instantáneamente asesinados o que huyen son recibidos con una frenética ira, los Desangradores gritando con furia mientras caen sobre ellos con oscuras espadas, colmillos y garras. Mientras rebanan a sus oponentes, los Daemons escupen obscenas promesas de muerte y sufrimiento, sus voces guturales inspiran temor en todos aquellos que las oyen. No es raro que los Desangradores caigan unos sobre otros en su competición por derramar la sangre o reclamar los cráneos de los mejores guerreros del campo de batalla; cada uno de ellos lucha por distinguirse ante los ojos de los Heraldos o Devoradores de Almas de su legión, así como ante el mismo Khorne todopoderoso.
Una de las formas de una invasión daemónica por los Desangradores de Khorne consiste en la aparición desde el cielo de orbes oscuros ardientes en forma de calaveras que, al impactar en la superficie del planeta, lo incendian todo y toman forma mientras aumentan de tamaño hasta su forma daemónica. Muchos humanos ante su visión enloquecen aullando y babeando, pues estas abominaciones rugientes poseen una voz que es como de un hueso traqueteante.
Aunque los Desangradores no son las criaturas más sutiles, no renunciarán a artimañas si con ellas consiguen un mayor número de cráneos para el Dios de la Sangre. Sin embargo, aunque otro daemon puede engañar a un mortal para torturarle por toda la eternidad, el propósito de un Desangrador será apuñalarle por la espalda. Los Desangradores buscan hacer ofrendas de sangre al pie del Trono de Cráneos, siempre ansiosos de presas nuevas, siempre dispuestos a arrancar la cálida carne rojiza de sus víctimas con sus zarpas y embadurnar de sangre, triunfantes, sus cornamentas curvadas.
Desangradores famosos y Heraldos de Khorne[]
Los Heraldos de Khorne son los Desangradores más fuertes. Son combatientes furibundos, más que capaces de acabar por sí solos con escuadras completas de guerreros inferiores en una exhibición de habilidad y salvajismo puro que sólo los mejores guerreros mortales pueden pretender aguantar. Los Heraldos de Khorne son rivales poderosos que se regocijan decapitando a sus presas y hundiendo sus espadas aullantes en el corazón de sus enemigos. Sin embargo, su papel en el campo de batalla es el de directores de la masacre, y para ello, estos oficiales daemonícos insuflan una parte de su maldad eterna a sus seguidores, convirtiendo el ansia de sangre de los esbirros de Khorne en auténtico fervor. Aunque existe un Desangrador sin igual, el cual ofrece muchas ofrendas a Khorne y es Despojacráneos.
Miniaturas[]
Fuentes[]
- Codex: Demonios del Caos (6ª y 8ª Edición).
- Codex: Marines Espaciales del Caos (8ª Edición).
- Curse of the Wulfen, por David Annandale.
- Black Heresy: The Tome of Blood. Página 14.