Cristina Ríos, una joven experta española, es contratada para valorar las obras de arte del castillo medieval de Killmarnock, en Irlanda. Allí la aguarda Dargo Killmar, el más antiguo habitante del castillo, que sin embargo sigue siendo un hombre joven y endiabladamente atractivo… Es que se trata de un fantasma, claro, que vaga desde hace cuatrocientos años por las enormes estancias en busca de una reliquia que podría liberarlo de la maldición que pesa sobre él.
Irlanda + un castillo + un fantasma + romance: fueron elementos que me atraparon inmediatamente y me llevaron a querer leer esta novela. Así fue como me encontré con una historia preciosa e inolvidable.
Lo que dure la eternidad es una novela que me atrapó desde su sinopsis. Cristina debe ir a pasar un tiempo en un castillo cargado de misterio, y absolutamente magnífico para analizar ciertas obras de arte y otros objetos. Lo que menos espera es encontrarse con un fantasma. Pero no se trata de un simple espíritu, o una imagen borrosa. Es Dargo Killmar, el otro protagonista de esta historia, un joven guerrero que habitó el castillo 400 años antes. Algo lo mantiene allí y no lo deja escapar.
La llegada de Cristina lo cambia todo además de que trae a su oscura existencia una nueva luz, una esperanza... y algo mas: un amor maravilloso y apasionado.
¿Quién no quisiera visitar un castillo y sobre todo en Irlanda?
¿Qué puede ser mas mágico y parecido a un cuento de hadas que eso?
Al leer esta novela me sentí como en el paraíso mismo, recorriendo junto con Cristina ese castillo desde el primer momento en que lo ve, tan imponente, tan oscuro pero a se vez mágico, cargado de misterios, con miles de sitios por descubrir, pasillos y habitaciones que recorrer... (se me hacía agua la boca :D) Soy una enamorada de los castillos y todo lo que sea de épocas anteriores, y a su vez una enamorada de Irlanda. Aunque aun no conozco ese país me parece absolutamente hermoso y mágico... para mi Irlanda es belleza pura. Sus paisajes, su verde, todo en el es demasiado perfecto y hermoso, con una belleza que te estremece de solo mirarla aunque sea en una foto.
Ese escenario sumado a la historia que Nieves Hidalgo nos relata de la mano de Cristina y Dargo, atrapa desde el primer momento.
Cristina es una chica de nuestra época, moderna, cargada con su celular y su laptop. Una joven decidida, profesional, de carácter fuerte y que no cree para nada en leyendas, mitos, y mucho menos en fantasmas.
Dargo, un joven guerrero Irlandés que por una maldición esta atrapado en su castillo hace mas de 400 años y condenado a vivir en una época de la que nada conoce. Es un hombre muy fuerte, muy atractivo, poderoso, varonil... y que te enamora inevitablemente. Pero tiene un gran sufrimiento, su corazón esta herido, la tristeza lo persigue mientras parece resignado a vivir por toda la eternidad en esa condición en la que se encuentra y condenado a una existencia dolorosa e infeliz.
La pluma de la autora me encantó.Es muy fresca, cargada de mucho humor, pasión, drama, tristeza, momentos cargados de erotismo y sensualidad relatados de un modo precioso y cargado de romance. Con las palabras exactas y perfectas para hacerte suspirar y sonreír mientras lees. El amor entre los protagonistas es delicioso, apasionado y muy dulce. Lo que se debe en gran parte a la relación original y única entre Dargo y Cristina... un fantasma muy atractivo y una chica moderna.
Es una historia bastante simple y relatada de un modo ligero, sin demasiada profundidad, que incluso podría haber tenido unas cuantas paginas mas sin duda alguna. En mi caso a pesar de que a cierta altura supuse como terminaría, ese carácter predecible no le quita magia y belleza a esta historia.
En poco tiempo nos encontramos llegando a las últimas páginas y a ese final maravilloso, perfecto.
Lo que dure la eternidad es una novela mágica, con misterio, dolor y tristeza por momentos, con situaciones cargadas de humor, pasión, romance...y con un amor que da esperanza y es capaz de salvar una vida.
Una historia que te dejará con ganas de viajar a Irlanda, y recorrer aunque sea solo con tu mente esos pasillos oscuros, esos fríos muros de piedra para encontrarte con Dargo Killmar y estar dispuesta a lo que sea por ese condenado fantasma que con una mirada puede sin duda enamorar a cualquier lectora.
El amor es un sentimiento tan fuerte que es capaz de traspasar la muerte y vencer al mismísimo tiempo.
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Si un fantasma puede prometer, yo te prometo que mi amor durará lo que dure la eternidad.
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Permanecieron así, abrazados en la imaginación, durante mucho tiempo. La noche los arropaba como dos amantes a los que el sueño solo adormece, saboreando cada instante como si fuera el último.
Puntaje: 4.5/5