El probot Cazas-Matar, también conocido como probot C-M, fue una extraña evolución del más común droide sonda Víbora. Producidos por los Laboratorios Arakyd, se usaban comúnmente como vehículos de patrulla autónomos cerca de los mundos Imperiales.
Características[]
Con la forma más o menos parecida a su diseño predecesor, el Cazar-Matar era una monstruosidad tecnológica ampliada hasta el tamaño de una nave capital. El interior de cada droide fue diseñado para ser una plataforma de detención para naves estelares capturadas, con proyectores de rayos tractores que cubrían el casco exterior del droide, listos para arrastrar naves descarriadas a una de varias bahías de atraque internas.
Después de la captura, los prisioneros serían retenidos dentro del droide, hasta que el oficial Imperial a cargo fuera notificado de la captura y determinara el curso de acción apropiado. A menudo se usaban con fragatas de aduanas Imperiales y naves patrulleras clase Guardián.
Sin embargo, al igual que las naves capitales, poseía un defecto de diseño: alguien encarcelado podría obtener acceso y secuestrar un probot Cazas-Matar a través de su sala de control y, por lo tanto, crea el riesgo de que se vuelva contra el Imperio.
Historia[]
Después de que los droides sonda Víbora tuvieron éxito en localizar bases Rebeldes, Arakyd apostó produciendo un enorme droide de 150 metros. El C-M encontró un gran favor en el Imperio, utilizado para capturar contrabandistas y naves Rebeldes.
Varios Cazadores-Asesinos estaban estacionados alrededor de Byss después del regreso de Palpatine. Una falla notable en el diseño fue explotada cuando un contrabandista retenido dentro de un C-M irrumpió en la sala de control y tomó el control del droide.
Apariciones[]
Fuentes[]
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