- «¿Debo recordarles, caballeros, que una misión tan vital como la nuestra no puede tener sino un líder? ¿Uno que tome las decisiones?»
- ―Mils Giel
Mils Giel fue un teniente de la Armada Imperial. Con familiares que sirvieron al Emperador Palpatine desde 19 ABY, Giel ascendió a almirante de la Armada y supervisó personalmente la creación de la armada más grande de la historia imperial. Palpatine le encomendó transportar al singular teezl —una forma de vida gigantesca capaz de transmitir información electrónica a gran velocidad— al Centro Imperial. Durante el tránsito, los pilotos de la Alianza atacaron su nave insignia y destruyeron al teezl.
Por su fracaso, Darth Vader degradó a Giel a teniente y le mandó a investigar la base abandonada en Golrath. Mientras estaba allí, descubrió que de alguna manera, las extrañas paredes de cristal de la estación habían grabado las operaciones de los Rebeldes mientras estaba en la base, pero antes de que pudiese mostrar su hallazgo a Vader, los rebeldes destruyeron la estación. Huyó a Beheboth con su ayudante, Malka, Giel pasó cinco años tratando de transformar a los nativos tirrith en potentes bioarmas, con la ayuda de Malka y el científico quarren Kimp Minmirn. Lo logró con éxito y consiguió una considerable matanza en Beheboth antes de salir del planeta.
Biografía[]
- «¡Yo construí esta flota! ¡Formada desde el principio! ¡Y por Palpatine, la haré funcionar como sea!»
- ―Mils Giel
Siendo almirante de la Armada Imperial, Mils Giel tuvo amigos de altos cargos —su tío abuelo sirvió al Imperio desde su formación.[2] Giel fue el catalizador para la creación de una nueva armada, la cual una vez terminada,[1] fue la más grande de la historia imperial.[3] Para mantener su existencia oculta, fue enviada a un lugar secreto en el borde de la galaxia. Allí, Giel afianzó su preponderancia sobre los demás oficiales presentes. En 3 DBY, llegaron informes sobre el ataque de la Alianza para Restaurar la República a la Estación Spindrift, en donde los rebeldes obtuvieron las coordenadas que determinaban la situación de la armada. Uno de los coroneles, consideró oportuno sugerir al almirante que no estaba mostrando la suficiente preocupación sobre el ataque de Spindrift, lo que provocó que Giel le lanzase una diatriba contra su subordinado. Al almirante no le inquietó la posibilidad de un ataque de la Alianza, y pensaba que aunque emprendiesen una maniobra contra él, no serían rivales para su armada.[1]
La pérdida del teezl[]
- «Por favor, Malka, no hay necesidad de agitarse. Envía simplemente a un escuadrón de nuestros propios cazas, para que los capturen —¡¡y me traigan su CABEZA!!»
- ―Mils Giel
Poco después, el ejército imperial descubrió al teezl en los Territorios del Borde Exterior. Se trataba de una gran criatura no inteligente, la única conocida de su especie, que tenía la capacidad de transmitir electrónicamente un flujo de información a la velocidad del pensamiento a cualquier receptor. Se esperaba que una vez instalado en el Centro Imperial, el teezl permitiría al Imperio comunicarse instantáneamente con cualquiera de sus agentes en la galaxia, dándoles ventaja sobre la Alianza. Tan importante era el teezl, que el Emperador Palpatine le encomendó a su armada el transporte de la criatura. Los hombres del almirante consiguieron instalar un armazón para el teezl a bordo de su nave insignia —Giel estaba contento con la estructura y pretendió asegurarse de que nada perjudicial le ocurriese a la criatura, no fuera que se ganase la ira de Palpatine[3].
De repente, mientras la armada viajaba hacía el Centro Imperial, la nave del comandante Voss comenzó a abrir fuego sobre Cazas estelares TIE/In, para confusión y furia de Giel. Sin embargo, el almirante no se dejó engañar por mucho tiempo, se dio cuenta de que la Alianza debía haber conseguido sus propios cazas TIE, y se habían infiltrado entre las filas de la armada. Para incapacitar los esfuerzos de los rebeldes, Giel ordenó a sus hombres que mantuviesen al teezl transmitiendo interferencias en todas las frecuencias, excepto en la banda de combate imperial. Esto obligaría a los pilotos rebeldes a utilizar las frecuencias imperiales, las cuales los hombres de Giel podrían escuchar y utilizar para ganar ventaja. El plan se llevó a cabo y al principio, los pilotos rebeldes optaron simplemente por no comunicarse. Dos de los cazas TIE se aproximaron a la nave que transportaba el teezl, ninguno de los dos hizo ninguna transmisión. El almirante, preocupado de que pudieran dañar al teezl, ordenó derribar a los dos cazas como precaución[3]. Antes de que la artillería de Giel pudiera hacerlo, uno de los cazas TIE fue derribado por el otro. Justo después, el caza que quedaba disparó con toda su potencia de fuego gracias a una ráfaga ultra poderosa, que dio de lleno en la nave. El teezl murió y el armazón que lo albergaba fue destruido, así como gran parte de la propia nave. El coronel Malka recriminó acaloradamente el fracaso mientras se retiraba, y Giel, tratando de contener su ira, ordenó a sus pilotos dar caza y destruir el caza de la Alianza. Sin embargo, no lo consiguieron, y el TIE modificado, pilotado por Luke Skywalker, consiguió saltar al hiperespacio[3].
Rumbo al Acorazado Estelar clase Ejecutor, Giel se encontró con el Comandante Supremo Lord Darth Vader, quien le estaba esperando en su cámara de meditación. El Señor Oscuro, estaba lejos de sentirse complacido con la pérdida del teezl, pero el almirante argumentó que los pilotos rebeldes habían robado naves TIE, y no se pudo prever ningún plan de contingencia para evitar este tipo de argucia. A Vader le trajo sin cuidado, ya que la instalación del teezl en el Centro Imperial podría haber aumentado miles de miles de veces la capacidad de comunicación del Imperio. Aunque Giel se negó a ser culpado por la pérdida del teezl, puesto que sus órdenes fueron protegerlo, asumió toda la responsabilidad y cualquier subsecuente castigo. Vader quedó impresionado con la franqueza de Giel, y perdonó la vida del almirante. En vez de eso decidió degradarle a teniente. Decepcionado, Giel salió de las habitaciones del Señor Oscuro[4].
Fracaso en Golrath[]
Darth Vader lo degradó a teniente por su fracaso, y le encomendó investigar una antigua base de la Alianza en Golrath que había descubierto un agente imperial secreto algún tiempo antes. Viajando hasta allí con el ahora sargento Malka y un destacamento de soldados, Giel estaba determinado a encontrar cualquier cosa útil que los rebeldes se hubiesen dejado en forma de planos o datos, con la intención de recuperar su antiguo rango de almirante. Cuando uno de los soldados informó que no se encontró nada, Giel no quedo satisfecho, y los mandó registrar la instalación de nuevo.[5]
Al oír repentinos disparos, Giel salió disparado al lugar del alboroto para investigar. Creyendo que estaban bajo ataque rebelde, dos soldados derribaron las paredes de cristal. Al examinar los fragmentos, Giel descubrió que los cristales contenían algo parecido a una grabación audiovisual de los rebeldes que estuvieron en la base y la proyectaban de manera espontánea. Siendo consciente de la importancia del descubrimiento, Giel apresuró a Malka a contactar con Vader, mientras mandaba a los cazas TIE al espacio. El teniente pensó que si la Alianza sabía que los muros de la Estación Golrath podían de alguna manera grabar sus acciones, intentarían destruir la base.[5]
En efecto, los cazas Rebeldes entraron en el sistema, y alcanzaron a los TIEs de Giel. Uno de ellos, rompiendo la formación, soltó a Leia Organa, quien usando un cinturón cohete, fue capaz de abrir una brecha en el perímetro de la estación. La ex senadora Organa se dio cuenta de le presencia de una holocámara, Giel ordenó a dos guardas situarse en la sala del reactor, ya que era el objetivo más probable de Organa. El resto del personal fue transferido de vuelta a la nave de mando, mientras Giel se quedaba con los dos guardas para tratar personalmente con Organa.[5]
Mientras esperaban en la cámara del reactor, Organa se deshizo rápidamente de los dos guardas. Mientras corría hacía el interruptor para sobrecargar el regulador de tiro, Giel le disparó, obligándola a protegerse. Los dos intercambiaron ataques verbales, y Giel le reveló que no pretendía evitar que ella destruyera la Estación Golrath —de hecho, quería ayudarla, ya que pensaba que su muerte sería más que desmoralizante para la Rebelión y más provechoso para el Imperio, que él siguiera con vida. A Giel también le satisfacía la idea de morir como un héroe por su causa. Giel tiró del interruptor del regulador de sobrecarga y cerró las compuertas antinucleares. Organa apareció darse por vencida, pero mientras salía fuera de detrás de su cubierta de protección, activó su cinturón cohete el cual chocó contra Giel y lo derribó.[5]
Organa abrió las compuertas antinucleares y escapó, dejando a Giel derrotado una vez más. Mientras salía de la estación, Giel vio a un Caza estelar T-65 Ala-X salir volando. Convencido desde un principio de que alcanzarle con un disparo era imposible, y de que ese acto de rencor sería inútil, no pudo resistirse a disparar a la nave. El tiro le salió por la culata, pero le hizo sentirse mejor. Al subir a bordo de su transporte de tropa imperial, su piloto le informó que Darth Vader le enviaba su felicitación por el descubrimiento de las propiedades de los muros de cristal. Con resignación, Giel ordenó a su piloto tomar rumbo al Ejecutor, para que Giel pudiera informarle de su fracaso en persona. Después de que salieran, los reactores explosionaron, y la Estación Golrath quedó destruida.[5] Sin embargo, mientras el transporte escapaba de la explosión, sufrió graves daños, quedando su himpermotor inservible. La nave se vio obligada a realizar un aterrizaje de emergencia en el cercano mundo Beheboth—aunque la nave quedó destruida así como la mayoría de los que iban a bordo, Giel y Malka sobrevivieron eyectando su cápsula de escape a tiempo.[2]
Experimentos en Beheboth[]
- «Mató a su compañero, casi me mata a mí y mató a sus asesinos tirrith. Como ya te dije, fui a revisar en el puesto de avanzada, siempre fueron buenos vecinos.»
- ―Darial Anglethom
Giel era consciente de que si regresaba con Vader moriría probablemente. Varias semanas después de aterrizar en Beheboht, Giel y Malka consiguieron apoderarse de todo un nido de tirriths —una forma de vida en estado gaseoso. Los tirrith podían influir en la atmósfera del planeta a un nivel atómico. Desde 3 DBY, habían estado proporcionando a los habitantes de Beheboth una lluvia constante, pero cuando Giel y Malka se apoderaron de la colmena, el resto de tirriths detuvieron la lluvia, trayendo la sequía al planeta. Giel hizo contacto con sus prósperos primos —nobles de Ralltiir—quienes les dieron el nombre de Kimp Minmirn, un científico quarren especializado en modificaciones genéticas. Su tío abuelo les dio créditos con los que pudieron pasar desapercibidos, mientras estaban en la ciudad de Prosperidad, a espaldas del Señor Oscuro. El teniente utilizó el dinero para comprar una granja de humedad en los eriales a las afueras de Prosperidad, y se aseguró de que el lugar fuese seguro[2].
La concepción pública sobre ambos era de ser excesivamente paranoicos, peculiares, pero no propiamente extraños. Realizaban la mayor parte de sus comercios con ciudades lejanas al otro lado de los eriales del planeta, pero el hecho de que constantemente comprasen componentes de vaporizadores eliminaba cualquier sospecha. Las compras eran meramente una tapadera —no se empleaban ninguno de ellos en la granja, ya que en realidad, era un laboratorio camuflado en donde ambos trabajaban. Cuando llegó Minmirn, Giel se aseguró de que Malka no supiese nada sobre los orígenes o sobre como contactó con el quarren[2].
Al quarren se le puso a trabajar en la cría y condensación de los tirrith en cautividad, y al final consiguió capacitarles para matar con su mera exposición. Entretanto, mató a Berl Matoone con un tirrith mutante y le sacó información sobre como Gideon Longspar consiguió controlarlos durante la Guerra Civil de Beheboht. El cadáver de Matoone fue colocado en la propiedad del guardia de paz local, Darial Aglethorn. El teniente diseñó jaulas de contención para los tirrith mutantes, una versión en miniatura del diseño de Longspar. Giel pensaba que si se podían perfeccionar, los tirrith mutantes le asegurarían su almirantazgo, y le permitirían aplastar a la Alianza definitivamente. Los tirrith mutantes fueron colocados en las jaulas de contención, las cuales funcionaban a la perfección[2].
En 8 DBY, Giel decidió concluir sus experimentos. Mató a Minmirn, ya que la utilidad del quarren había terminado, e intentó utilizar su nave para llevar a sus nuevas bioarmas al Imperio. Antes de que él y Malka pudieran hacerlo, planearon utilizar los tirrith para exterminar a la Nueva República del puesto de avanzada en las afueras de Prosperidad como demostración. Para prepararse para el ataque, se hicieron con un mapa de la base. Todo el poder destructivo de los mutantes tirrith se probó contra las instalaciones de la Nueva República, Puesto de avanzada B-2. La base solo era abastecida por ocasionales vistas de transportes de tropas, y por tanto no tenía vehículos con los que Giel y Malka hubieran podido utilizar para dejar el planeta y regresar al Imperio, así que decidieron tomar la nave de Minimirn[2].
Yendo por Prosperidad en el remolque de carga de Mantoone, en el que llevaban las jaulas con los tirrith mutantes, se cruzaron con Anglethorn. Mientras el guardián de paz se aproximaba a la cabina del remolque, Giel y Malka salieron rápidamente del vehículo y dieron la vuelta al compartimiento de carga para recuperar las jaulas. Para cuando ya las habían descargado, Anglethorn les alcanzó y disparó. Actuando rápidamente, Giel empujó a Malka contra el guardián de paz quien le disparó sin pensarlo, hiriendo al que fuera ayudante de Giel por largo periodo de tiempo. Como reacción al disparo, todos los ciudadanos de Prosperidad dejaron las calles y buscaron refugio. Giel se fue del remolque con casi todas las jaulas, menos una, la cual dejó cerca del compartimiento de carga. Entonces activó la autodestrucción de las jaulas provocando la explosión de los tirrith, que dejaron inconsciente y gravemente herido a Anglethorn. Malka estaba definitivamente muerto. Giel llegó al puerto espacial de Prosperidad, en donde tomó la nave de Minmirn y salió del planeta, aunque no se dio cuenta, que la nave había sobrepasado el límite de estacionamiento en el mulle, y llevaba un transmisor de seguimiento que permitió seguir su rastro[2].
Personalidad y rasgos[]
- «¡Le aseguro a usted, señor, que no es mi política preocuparme de mosquitos! ¡Mi política es aplastarlos!»
- ―Mils Giel
Un hombre enérgico, Mils Giel era rápido en hacer valer su dominio sobre sus subordinados. Para dejarlo claro, llevaba sus medallas y condecoraciones en su uniforme.[1] Aunque no le agradaba disciplinar a su tripulación, no vacilaba en hacerlo. Al ver a un oficial de cubierta llevando una gorra no reglamentaria le ordenó dar tres vueltas alrededor de la nave. Aunque Giel sabia que el oficial se pararía cuando no estuviese a la vista, estaba contento de saber que el infractor llevaría el uniforme reglamentario desde entonces. Giel también exigía a su tripulación que no usasen apodos para referirse a elementos como el teezl, y que en su lugar utilizasen las designaciones oficiales.[3] Además de otras habilidades, Giel podía hablar cuatro idiomas: Básico Galáctico Estándar, huttés, quarrenés y sullustano.[2]
Un hombre franco, al contrario que muchos de sus colegas, Giel no temía a Darth Vader, y se sentía libre de hablar con él honestamente. Por ello, Vader le consideraba un hombre de “coraje e integridad”, sin embargo, decidió castigarle por la pérdida del teezl.[2] Esto no disuadió a Giel y tras ser degradado a teniente, se determinó a recuperar su anterior rango de almirante. Durante esta época, presionó a sus tropas para conseguirlo y se ganó el apodo del “el viejo líder”.[5]
Giel estaba dedicado fanáticamente al Nuevo Orden de Palpatine, tanto que estuvo dispuesto a sacrificarse como mártir del Imperio. En Golrath, Giel se preparó para la muerte, esperando poder quitarle la vida a la líder rebelde Leia Organa en el proceso. Cuando su táctica falló, Giel trató de contener su ira, como ya había hecho en varias ocasiones, pero no pudo resistir el impulso de realizar un disparo inútil a una nave de la Alianza que estaba pasando.[5] También mostró tener un ramalazo de crueldad cuando convirtió a los tirrith de Beheboth en mutantes, haciéndolos letales. Tampoco demostró valorar a su ayudante, Malka, ya que estuvo completamente dispuesto a sacrificarlo durante el disturbio en Prosperidad.[2]
Entre bastidores[]
Mils Giel hizo su primera aparición, brevemente, en Star Wars 60: Shira's Story de 1982, escrita por David Michelinie y Walt Simonson. Más tarde fue el contrincante principal en Star Wars 61: Screams in the Void, y también aparecería en Star Wars 63: The Mind Spider, y Star Wars 65: Golrath Never Forgets, todo en el mismo año. En 2004, Cory J. Herndon escogió la historia de Giel en donde se quedó desde Golrath Never Forgets, detallando sus hazañas en Beheboth en Beheboth: Blood and Water.
Apariciones[]
- Star Wars 60: Shira's Story (Primera aparición)
- Star Wars 61: Screams in the Void
- Star Wars 63: The Mind Spider
- Star Wars 65: Golrath Never Forgets (Primera vez identificado como Mils)
Fuentes[]
- Arbra: Sanctuary In the Storm en Wizards.com (enlace al artículo original, enlaces backup en Archive.org)
- Beheboth: Blood and Water en Wizards.com (enlace al artículo original, enlaces backup en Archive.org)
- «Comic Marvels» — Star Wars Insider 91
Notas y referencias[]
- Traducido de Mils Giel
- ↑ 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 1,6 1,7 1,8 1,9 Star Wars 60: Shira's Story
- ↑ 2,00 2,01 2,02 2,03 2,04 2,05 2,06 2,07 2,08 2,09 2,10 Beheboth: Blood and Water en Wizards.com (enlace al artículo original, enlaces backup en Archive.org)
- ↑ 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 Star Wars 61: Screams in the Void
- ↑ Star Wars 63: The Mind Spider
- ↑ 5,0 5,1 5,2 5,3 5,4 5,5 5,6 Star Wars 65: Golrath Never Forgets