- «Puedes ganar una batalla ocasional contra nosotros, Vorrik, pero el Imperio siempre va a contraatacar.»
- ―Gilad Pellaeon
La Batalla de Borosk fue una gran batalla librada en el 28 DBY durante la Guerra Yuuzhan Vong. Después de la desastrosa derrota Imperial en la Batalla de Bastion, la Flota Estelar Imperial se reagrupó en Yaga Minor antes de retroceder a Borosk, la capital Imperial temporal. Después de una dura batalla, el Remanente obligó a los yuuzhan vong a retirarse.[2]
Preludio[]
- «Cualquiera con la mitad de cerebro debería haber visto la falla en el razonamiento de que, si aún no nos habían atacado, era poco probable que nos atacaran en absoluto.»
- ―Capitán Arien Yage
Después del desastre en Ebaq 9, los yuuzhan vong lanzaron una campaña de ataques relámpago dirigidos a los enemigos que originalmente habían pasado por alto, incluido el Remanente Imperial. Usando las fuerzas de las que podían disponer, los vong pretendían no solo eliminar a estos enemigos del panorama estratégico antes de que pudieran convertirse en una amenaza mayor, sino también cosechar soldados esclavos para complementar sus fuerzas mermadas. El ataque contra el Remanente tuvo un éxito espectacular en Bastion y Muunilinst, desde donde la Armada Imperial se vio obligada a retirarse.[2]
Los supervivientes de las derrotas de Bastion y Muunilinst se reagruparon en los astilleros de Yaga Minor. Conmocionados pero decididos a contraatacar, descargaron a sus heridos y atracaron en las gradas para hacer las reparaciones que pudieron. Con la cadena de mando incierta, había un peligro creciente de que el Remanente se dividiera en sectores individuales controlados por cada Moff, ya que los juegos de poder comenzaron incluso cuando los vong se preparaban para su próximo ataque. Sin embargo, el renacimiento y la repentina reaparición del Gran Almirante Gilad Pellaeon, que se suponía asesinado en Bastion, reafirmó la moral de la flota y restauró la cadena de mando. Bajo la orden directa de Pellaeon, el Moff Kurlen Flennic organizó la retirada Imperial desde Yaga Minor hasta el planeta más fuertemente fortificado de Borosk.[2]
Informados por sus espías de la retirada Imperial, la flota vong al mando de B'shith Vorrik los siguió. Sin embargo, la ayuda de varios Jedi de la Alianza Galáctica permitió que el Remanente estuviera completamente preparado para el próximo enfrentamiento. Jacen Solo usó droides ratón YVH-M para localizar y desmantelar una red de espías dentro de la flota Imperial, y envió personalmente a varios infiltrados yuuzhan vong, negando así al enemigo una fuente vital de información sobre el verdadero estado de la flota y las defensas de Borosk.[2]
La batalla[]
- «La flota enemiga se concentró en los sectores tres a ocho.»
- ―Oficial de servicio del Enviudadora
Pellaeon dividió su flota en cuatro grupos de batalla distintos, designados por los nombres de sus naves de mando y compuestos por numerosas naves capitales y naves de apoyo. El Grupo de Flota Incondicional lideró la vanguardia, los Grupos de Flota Protector e Implacable protegieron cada uno de los flancos, y el Grupo de Flota Derecho de Mando mantuvo la retaguardia.[2]
La estrategia de Pellaeon era elegantemente simple. La flota orbitaría el planeta, protegida por amplios campos de minas y sistemas turboláser de superficie al espacio. Enfrentarían al enemigo en una batalla defensiva, lo que obligaría a los vong, limitados en el tiempo, a interrumpir el ataque o intentar un ataque frontal abrumador contra las fuertes defensas.[2]
Cuando los yuuzhan vong llegaron al sistema, el Grupo de Flota Incondicional envió cuatro escuadrones de cazas TIE liderados por Luke Skywalker en su Ala-X XJ3 para atacar antes de que las naves vong pudieran recuperarse de su salida del hiperespacial. Tomados por sorpresa, los yuuzhan vong inicialmente cayeron en desorden antes de que sus yammosks reorganizaran sus fuerzas. Las fuerzas especiales Imperiales se retiraron constantemente a sus órbitas defensivas, preparándose para lo que se esperaba que fuera una larga espera.[2]
La batalla dio un giro inesperado cuando una enorme nave de esclavos yuuzhan vong llegó a la parte trasera de la formación vong. Saba Sebatyne propuso atacar la nave, llena de cautivos de la Batalla de Bastion, y dejarse capturar para rescatar a los prisioneros. Pellaeon estuvo de acuerdo con el plan y proporcionó el acorazado de la flota Katana automatizado Quebrantahuesos Braxant para la misión. Anteriormente, el Bravo Braxant, pero renombrado en honor al plan de Sebatyne, fue diseñado para 'simular' una muerte y, a partir de entonces, parecer un naufragio inofensivo a la deriva. Su misión sería saltar del hiperespacio cerca de la nave de esclavos y atacarla, y luego permitir que los vong la "destruyeran". Entonces, se esperaría que la nave de esclavos cosechara prisioneros vivos de la nave. Si todo va según lo planeado, el Sombra de Jade, oculto dentro del Quebrantahuesos, usaría su rayo tractor para recuperar a los prisioneros liberados y luego el Acorazado saltaría.[2]
Integrado por Sebatyne, Danni Quee, Mara Jade Skywalker y Solo, el Quebrantahuesos desplegó una docena de cazas TIE automatizados y se enfrentó a la retaguardia enemiga antes de fingir su desaparición. La nave de esclavos succionó a bordo tanto a Sebatyne como a Queen. Eliminando a la tripulación, los dos Jedi cortaron el casco de la nave y los prisioneros fueron arrastrados al hangar del Acorazado. Una vez que se completó la recuperación, el Quebrantahuesos saltó.[2]
Mientras el Quebrantahuesos asaltaba la retaguardia enemiga, un modulador de amplitud gravitacional había sido traído desde un sistema Imperial cercano e instalado en el Destructor Estelar Imperial Rebelde, calibrado según las especificaciones de la tecnología bloqueadora yammosk desarrollada por los Jedi en los últimos días de la Nueva República. Acompañado por un enjambre de cazas TIE y naves Skipray, el Rebelde rompió la órbita y se zambulló en la flota yuuzhan vong. Una vez que estuvo dentro del alcance, el bloqueador se activó. La repentina pérdida de cohesión de la flota enemiga permitió que el destacamento del Rebelde infligiera numerosas bajas mientras avanzaba hacia el yammosk.[2]
Consciente de que su derrota era inevitable, el yammosk intentó desviar el ataque, pero las fuerzas Imperiales se negaron a distraerse. La autodestrucción de dos de las naves hermanas del yammosk detuvo temporalmente el ataque del Rebelde, pero un piloto de Caza TIE que se había recuperado más rápido que sus compañeros, acertó el disparo que mató al yammosk.[2]
Con el yammosk líder muerto, la nave de esclavos perdida, el Rebelde causando estragos en medio de la flota vong mientras cazaba al yammosk de respaldo, y los yuuzhan vong ya demasiado débiles debido a sus pérdidas en Ebaq-9, Vorrik no tuvo más remedio que retirarse humillado, después de haber sido superado por un Gran Almirante gravemente herido que aún se recuperaba dentro de un tanque de bacta en una fragata Imperial.[2]
Consecuencias[]
- «Si Shimrra no consideraba al Imperio como una amenaza antes, ahora lo hará. Sin embargo, cuánto tiempo se considere una amenaza dependera totalmente de nosotros.»
- ―Gilad Pellaeon
El Consejo de Moffs gobernante del Remanente fue sacudido tanto por el ataque vong en el Espacio Imperial como por la devastación de su mundo capital. Pellaeon argumentó enérgicamente que el Remanente necesitaba pasar a la ofensiva contra los vong y ayudar a la Alianza Galáctica a ganar la guerra, ya que, si simplemente esperaban a que los vong regresaran, serían destruidos.[2]
Varios de los Moffs, sobre todo el Moff Flennic, estaban horrorizados ante la idea de aliar al Remanente Imperial con el estado sucesor de la Nueva República que había derrotado al Imperio Galáctico, que en su apogeo habría destruido fácilmente a los vong. Aunque el resto del Consejo entendió la lógica de Pellaeon relativamente rápido, Flennic, incapaz de controlarse, sacó una pistola bláster y apuntó a Pellaeon. Jade Skywalker intervino antes de que Flennic pudiera matar al Gran Almirante, y aunque Pellaeon prometió no tomar represalias contra el Moff, le advirtió a Flennic que, si alguna vez se pasaba de la raya nuevamente, Pellaeon no sería tan indulgente.[2]
En última instancia, esta batalla marcó la segunda entrada del Remanente en la Guerra Yuuzhan Vong, que culminó con las fuerzas Imperiales bajo el mando del Gran Almirante luchando en la batalla final en Coruscant.[3]
Apariciones[]
- La Nueva Orden Jedi: Hereje en la Fuerza I: Remanente (Primera aparición)
Fuentes[]
- The New Essential Chronology (Primera vez identificado como Batalla de Borosk)
- The Essential Atlas