Una ternura
volaba distraída,
sin rumbo por las
avenidas, buscando
algún corazón bueno,
cautivo de alguna
pena profunda,
de pronto percibe un latir
desolado, que lloraba
triste por las calles,
lo siguió y se dio cuenta
que era un niño especial,
hizo un alto y se maravillo
de su inocencia interior,
se acerco y lo calmo
con una caricia,
convirtiéndose en su amiga,
Y se quedo a vivir…,
¡En Su Corazón!
SIBY