Savarin (サヴァラン Savaran?) es una crítico gastronómico que visitó el Baratie en el one-shot Shokugeki no Sanji.[1]
Apariencia[]
Savarin es una mujer grande y con sobrepeso, con labios grandes, nariz respingona y cejas finas. Lleva el pelo recogido en espiral en la parte superior de la cabeza y lleva un vestido corto sin mangas. También lleva un collar, unos pendientes, unas pulseras y un cinturón, todos ellos con aspecto de fruta.[1]
Personalidad[]
Savarin es una mujer pretenciosa que mira con desprecio a los demás chefs. No le importa desperdiciar la comida y es cruel cuando escribe críticas para los restaurantes. Se comporta así porque ha ganado prestigio en el mundo culinario, cocinando para la realeza y cosechando una reputación de crítica respetada.[1]
Savarin también cree que la cocina y la comida sólo tienen que ver con el dinero y el prestigio. Considera que los restaurantes como el Baratie son establecimientos de tercera categoría que no merecen respeto y reprende a Sanji y a los cocineros del Baratie por tener ideales más sanos.[1]
Habilidades y poderes[]
Savarin es una hábil planificadora y se dice que ha trabajado para cenas reales. Tiene bastantes conocimientos sobre cocina y mariscos, ya que fue capaz de reconocer la técnica de Sanji y quedó impresionada por su capacidad para cocinar alimentos difíciles.[1]
Historia[]
Shokugeki no Sanji[]
Savarin llegó al Baratie porque escuchó ruidos del restaurante sobre el agua. Después de pedir algunos artículos, criticó en voz alta la comida a los huéspedes cercanos. Poco impresionada por el establecimiento, llamó a Sanji a su mesa, pensando que era un camarero. Pidió hablar con el jefe de cocina antes de marcharse, lo que enfureció a Sanji, ya que no le gusta que se desperdicie la comida. Los otros cocineros, entre ellos Patty y Carne, exigieron que se le permitiera pagar y marcharse, pero Sanji la obligó a quedarse y a probar su cocina. Ella le reprendió y criticó a Zeff, lo que llevó a Sanji a hacer una apuesta con ella: si él hacía un plato que le gustara, ella tendría que comer todo lo demás de su mesa.[1]
Cuando Savarin probó la langosta, se quedó sorprendida y exigió saber cómo un camarero podía cocinar tan bien. Sanji admitió que en realidad era el subchef del Baratie y le exigió que limpiara su mesa. Savarin se vio superada por el sabor del plato de Sanji y se desmayó.[1]
Referencias[]
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