- "Mucho antes de que naciera la luz, sólo había oscuridad, y de esa oscuridad, surgieron los Elfos Oscuros. Hace miles de años, el más cruel de su raza, Malekith, buscó transformar a nuestro universo de nuevo en una noche eterna. Este acto de maldad era posible con el poder del Éter; una antigua fuerza de destrucción infinita. Las nobles tropas de Asgard, guiadas por mi padre, el Rey Bor, libraron una dura batalla contra estas criaturas."
- ―Odín
El Primer conflicto contra los Elfos Oscuros fue un conflicto que duró miles de años. Éste se remonta a 2988 a. C., instigado cuando Malekith, el líder demente y genocida de los Elfos Oscuros, intentó usar la Gema del Infinito conocida como el Éter para erradicar a los Nueve Mundos. Los Elfos Oscuros fueron derrotados y casi exterminados por un ejército de Asgardianos dirigidos por el entonces rey Bor. Malekith y varios otros de su especie entraron en hibernación hasta la próxima Convergencia.
Historia[]
Guerra en Svartalfheim[]
- Artículo principal: Primera batalla de Svartalfheim
En 2988 a. C., la Convergencia tuvo lugar, abriendo varios portales que conectaban cada uno de los Nueve Mundos. Malekith, el líder de los Elfos Oscuros de Svartalfheim, intentó usar la Convergencia como medio de difundir el Éter. El Éter es una de las seis Gemas del Infinito, que posee el poder de convertir la materia en materia oscura; si se usa a su máximo potencial, el Éter podía causar la destrucción de un planeta entero. Los Elfos Oscuros estuvieron peligrosamente cerca de usarlo para destruir simultáneamente a los Nueve Mundos bajo la creencia de que podían volver a crearlo a su propia imagen.
Afortunadamente, Bor, quien era el rey de Asgard en aquel entonces, se enteró del plan de Malekith y dirigió a un ejército de guerreros asgardianos a Svartalfheim, y una batalla importante se produjo. A pesar de que los Elfos Oscuros resultados ser enemigos dignos, los Asgardianos fueron capaces de hacer retroceder a los Elfos Oscuros, aniquilando a una buena parte de sus fuerzas hasta que sólo un puñados de soldados quedaron. Malekith entonces decidió que era el momento perfecto de desatar el poder del Éter contra los Nueve Mundos, pero justo antes de que pudiera oscurecer los Mundos, un portal hecho por el Puente Bifrost le arrebató el Éter. Al ver que ahora no tenían ninguna posibilidad de ganar la batalla, Malekith ordenó que sus propias naves cayeran del cielo y mataran a todos en el campo de batalla, incluyendo a sus propios guerreros. Hacia el final de la batalla, se presumió que los Elfos Oscuros habían sido extinguidos, y Bor colocó el Éter en una zona aislada donde nadie podía encontrarlo de nuevo. Sin que Bor supiera, Malekith se mantuvo con vida, después de haber huido de la batalla con su sirviente Algrim y varios otros guerreros restantes. Los Elfos Oscuros se pusieron en estasis para esperar el día en el que Éter se revelara, para que pusieran en marcha sus planes una vez más.[1]