En esta representación de los ancestrales sacrificios, base de la supersticiosa religiosidad celta, a cada instrumento su papel. Al oboe y las flautas, el de víctimas sacrificiales. Las cuerdas son el pueblo, el metal los pregoneros del druida, y el clarinete es el hechicero mismo.
RITO SACRIFICIAL
Llamado al lugar sagrado el pueblo se arremolina
el coro escucha atento, el rito se ha de consumar.
La tribu convocada, habla el druida sabiamente.
Mal y victimas señalados, el sacrificio lavará culpas.
Los elegidos se defienden, el druida ya los ha condenado
el pueblo le secunda, el rito debe comenzar.
El tumulto ahoga razones, toda defensa ofende
ya todos son verdugos buscan sangre limpiadora.
El torbellino arrastra, el poder de la persuasión
enloquece y determina, el rito en sangre acabará.
Las victimas aceptan resignadas. Un golpe se necesita,
nada más.
Ebrias gentes se ven liberadas, al fin todo terminó.