GIGANTES RECORDADOS AL FINAL
Gigantes invencibles nos sentimos.
Fue tan solo un instante juvenil
justo al límite del duro pretil
del que aturdidos a vivir nos fuimos.
Quizás fuera la música perfecta,
el combinado haciendo su labor
o el latir a la orilla del amor,
la fuente de energía más selecta.
Visto ya desde nuestra frágil hora,
aquello resultó pequeña gloria
pues hoy solo el dolor del viejo aflora.
Recuerdos de viaje en viva noria
para quien ya ningún gigante añora,
pues completó un gran trecho de su historia.