Título original: How to Solve your own Murder
Autora: Kristen Perrin
Editorial: Salamandra
Traducción: Patricia Antón de Vez
Páginas: 384
Fecha publicación original: 2024
Fecha esta edición: septiembre 2024
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 21 euros
Ilustración de cubierta: Amanda Hudson / Faceout Studio
Corre 1965, y la adolescente Frances Adams está en una feria
rural inglesa en la que una adivina hace una prediccion escalofriante:
un día, será asesinada. Frances se pasa la vida intentando resolver un
crimen que aún no se ha producido y, durante décadas, nadie la toma en
serio, hasta que, casi sesenta años después, aparece asesinada.
En
el presente, Annie Adams ha sido convocada a una reunión en la extensa
finca de su rica y recluida tía abuela Frances. Pero cuando Annie llega,
Frances ya está muerta. Annie está decidida a atrapar al asesino. Y, a
medida que Annie se acerca a la verdad, empieza a temer heredar el
destino de su tía en lugar de su fortuna.
No
sé si lo he comentado por aquí, pero veo y consumo mucho Booktube en
inglés (bastante más que en español, todo sea dicho), y eso hace que
cuando ciertos libros llegan a España yo ya lleve meses (a veces incluso años)
escuchando opiniones sobre ellos. How to Solve your Own Murder pertenece
a este grupo. Empecé a verlo aparecer por muchos canales allá por marzo
de este año, y siendo como soy una fanática del cozy crime y de los
libros que beben mucho del misterio clásico tanto en su forma como en su
fondo, lo tenía requeteapuntado y a la espera de verlo aparecer por
estos lares. Afortunadamente este es de esos libros con los que apenas
hemos tenido que esperar para su publicación en español, así que os
cuento qué me ha parecido.
En 1965, Frances, de apenas dieciséis años, se aventura en la caseta
de una adivina en una feria rural y recibe una buenaventura que le
obsesiona durante toda su vida. La última frase vaticina que quizás muera
asesinada, pero quien desaparece sin dejar rastro meses después es su
amiga Emily. Muchos años después, Frances sigue viva... aunque no por
mucho tiempo, como pronto averiguaremos. A su setenta y tantos años,
sigue obsesionada con aquella buenaventura y ha dedicado toda su vida a
investigar los secretos y miserias de todos sus vecinos en busca de
cualquier pista que le ayude no solo a descubrir qué pasó con Emily,
sino a intentar averiguar a manos de quien podría morir asesinada. Después
de tantas décadas nadie la toma en serio, pero justo cuando decide
hacer cambios en su testamento y reunir en su casa a su abogado, a una nueva heredera (Annie Adams) y algunos
familiares que también recibirán su tajada cuando muera,
mira por donde, aparece muerta en sospechosas circunstancias. La parca
se ha tomado su tiempo para dar buena cuenta de la profecía, pero ahí
está al fin su anticipado asesinato, y Frances tenía tan claro que iba a
morir por mano ajena que lo había dejado todo bien atado en su
testamento: quien descubra al asesino en menos de una semana entre
Annie y su sobrino, Saxon, se lleva la herencia; si es la policía quien
lo resuelve, no ven un duro y se venderá toda la heredad para hacer
pisos turísticos y horrores varios. Huelga decir que todo el mundo se
pone manos a la obra, y la pobre Annie, que no conoce a nadie ni a nada en el pequeño pueblo de Castle Knoll,
solo cuenta con ella misma y su ingenio para resolver el crimen...
bueno, y con el diario de Frances, que birla como quien no quiere la
cosa y le será de mucha mucha ayuda
Sinopsis
larga en la que no desvelo nada pero necesaria para sentar las bases de
la historia, porque como bien digo son dos crímenes en realidad los que
tenemos entre manos en esta novela y nos vamos a mover durante casi
todas las páginas entre dos marcos temporales, pero sobre eso os hablaré
dentro de un momento. Primero voy a desglosaros un poco a los
personajes, porque son unos cuantos y en la sinopsis me resultaba
imposible hablaros sobre ellos.
Si
hablamos del marco temporal actual, la protagonista absoluta, porque
además es la narradora en primera persona de la historia, es Annie
Adams. Annie quiere ser escritora pero mientras tanto, como muchos otros
en su situación, trabaja de lo que puede para ganarse la vida. Cuando
comienza la novela acaba de perder su trabajo y tiene previsto mudarse a
casa de su madre, que además resulta ser la heredera de su tía, Frances
Adams, una anciana excéntrica que vive en una mansión en el pueblo de
Castle Knoll. El caso es que Annie jamás ha visto a Frances, y por eso no
deja de resultar sorprendente que reciba una carta donde se le notifica
que ha pasado a ser una de sus herederas en detrimento de su propia madre.
Cuando llega a Castle Knoll es cuando se descubre el cadáver de
Frances, así que pierde la ocasión de conocer a su tía abuela en vida y encima se ve obligada a resolver su asesinato. El resto de personajes que comparten estos días de indagaciones y sustos varios son: Saxon, sobrino del difunto marido de
Frances, y su odiosa mujer, Elva; Walter Gordon, abogado y amigo
personal de Frances, y su sobrino, Oliver, que se dedica al mercado
inmobiliario; Rose, amiga de Frances desde la adolescencia; Archie
Foyle, el jardinero, y su hija Beth; Magda y Joe, los paramédicos; y el
atractivo inspector Walter Crane, con su presencia calmada e imponente y su
voz maravillosa (ay, ¿qué sería de estos libros sin personajes con un
objetivo obvio como este? xd).
Y
luego tenemos a Frances, la mujer asesinada alrededor de la cual gira
toda la trama, a la que no tenemos tiempo de ver viva en la novela...
pero a la que leemos en primera persona gracias a su diario y al marco temporal que
se ambienta entre los años 1965 y 1966. Ahí vemos a la adolescente de
dieciséis o diecisiete años con su novio John, sus amigas Emily y Rose, y
los sucesos que tienen lugar varios meses después de escuchar la
buenaventura que condicionaría su vida. Estos sucesos tienen mucho que ver con los terrenos que
rodean a la finca Gravesdown (donde viven Ford, el veinteañero dueño y
señor de todas esas tierras, y su sobrino Saxon, de apenas diez años), con las idas y venidas que tienen lugar entre el grupo de amigos y la gente de la mansión y, sobre todo, con la relación que se establece entre Frances y Ford... y Emily, como pronto
descubriremos. No os voy a desvelar aquí la dinámica entre todos estos
personajes porque ahí radica el misterio y el interés de las entradas de
este diario, pero digamos que esta parte del pasado tiene como propósito
principal plantear el misterio que conduce a la desaparición de Emily y que, como es de esperar, todo lo que se narra en él está muy relacionado con el presente (unos cuantos secretos verán la luz a lo largo de las páginas).
A
todo esto, no he compartido con vosotros la dichosa buenaventura que
trae de cabeza primero a Frances y luego a quienes quieren resolver su
asesinato. Pues nada, pongo remedio ipso facto:
Veo
huesos en tu futuro. Tu lento fallecimiento dará comienzo justo cuando
tengas a la reina en la palma de la mano. Desconfía del pájaro, porque te
traicionará, y a partir de ahí ya no habrá vuelta atrás. Pero las hijas
son la clave de la justicia: encuentra la adecuada y mantenla cerca de
ti. Todas las señales indican que morirás asesinada.
Bueno, os voy a contar el secreto peor guardado del mundo: cuando me encuentro libros con
dos marcos temporales, las probabilidades de que me guste mucho más la trama
del pasado que la del presente es de cien a uno, y Cómo sobrevivir a tu
propio asesinato no ha sido diferente. Sí, sé que la investigación tiene
realmente lugar en el presente, pero es que las claves de todo están en
el pasado, y como lector resulta mucho más interesante leer ese diario del mismo modo en que lo lee Annie para intentar descubrir pistas, conversaciones, hechos,
loquesea... que asistir a una investigación en presente que no avanza
realmente hasta el último tercio porque la autora le da muchas
páginas a Annie para ubicarse, conocer a la gente que le rodea, a los
potenciales asesinos, a intuir quien puede hacerle daño, quien le
está mintiendo, quien le está manipulando, quien está de su parte... debo recordar que todos se
conocen entre sí y la única nueva en el pueblo es ella, así que tiene
mucho trabajo por delante. Eso, como digo, no solo hace que la trama del pasado sea mucho
más reveladora, sino que los personajes y sus interacciones me
han parecido bastante más trabajados y complejos que los del presente (algunos
repiten en ambas épocas, como Rose, Saxon, John o Walter Gordon, y otros no por
motivos evidentes que no os voy a desvelar aquí). Supongo que por todo esto también me ha parecido más interesante el misterio que rodea a
Emily que el de Frances, porque además intuyes que ambos hechos, aunque
estén separados por casi sesenta años, están obviamente relacionados, y en cuanto se resuelva ese, el otro será pan comido.
Vamos, que yo soy del team "marco temporal en pasado" por siempre
jamás.
La novela en sí misma resulta muy coral en cuanto a personajes, pero realmente todo gira alrededor de Frances y Annie y no se profundiza demasiado en ninguno de ellos. Al estar ambientado en un pueblo
pequeño de Inglaterra donde todos se relacionan de alguna manera la autora juega con la baza
de lo mucho y bien que se conocen todos los vecinos, porque la
afición/obsesión de Frances durante toda su vida ha sido la de investigarlos a todos ellos. Se ha pasado décadas llenando archivadores con
carpetas e historiales divididos según los actos execrables que han
cometido esas personas (desfalcos, infidelidades, drogas...) y, en
definitiva, sus vecinos estaban hasta el moño de ella porque se dedicaba
a desenterrar secretos ajenos y airear trapos sucios. Quizás esto podría
haber dado mucho más juego y servido para ampliar mucho, muchísimo, el rango de sospechosos,
pero salvo un par de intentonas que se plantean y se resuelven, pronto se
deja a un lado y se centra en las personas cercanas a la fallecida.
Con respecto a la investigación, ya sabéis que en este tipo de lecturas intento desvelar lo mínimo posible, pero sí puedo decir que aun cuando hay varias personas investigando al mismo tiempo dadas las indicaciones del testamento (Saxon y su mujer por un lado, Annie por otro, la policía porque es su obligación y Oliver que no se sabe muy bien qué hace), lo cierto es que al estar narrado en primera persona por Annie y desde su punto de vista, realmente solo sabemos lo que ella hace, los pasos que da, lo que va descubriendo y su propia forma de ir atando cabos y procesando la información. Del resto y lo que hacen solo vemos lo que ella ve cuando se los cruza. La complicidad entre Annie y el inspector Rowan también hace que sepamos algo de la investigación policial, pero vaya, que aquí la que cuenta es Annie y sus andanzas mientras se lleva algún que otro susto. Los demás, como diría aquel, están de más... al menos hasta cierto momento xD.
La resolución para mí es correcta, aunque me ha gustado más el
desarrollo de la historia (con sus altibajos de ritmo, que alguno hay)
que el desenlace propiamente dicho. No sé si será porque he leído mucho,
muchísimo, de este género, pero adiviné los asesinos de ambos marcos
temporales, y creo que hay un sobreúso de cierto... ¿planteamiento? que
podría haberse evitado para darle un poco de originalidad a esa
resolución y no repetir algo ya usado anteriormente en el propio libro (es difícil hablar de esto sin hacer spoiler, sorry). En todo
caso ya digo que esto es algo muy personal que no quita méritos al resto
de la novela, que resulta entretenida, se lee fácil y cumple su cometido.
Cómo
sobrevivir a tu propio asesinato es el primero
de una serie cuya segunda entrega ya está anunciada para marzo del año que viene, así que supongo que tendremos oportunidad de conocer mejor a Annie y profundizar en el personaje. Ahí estaré yo para seguir leyendo sobre este pueblo, estos
personajes... y un nuevo asesinato, como debe ser.
Por cierto, ¿no hubiese tenido más sentido mantener el título original del libro si nos atenemos a la propia historia y a la obsesión de Frances por resolver su propio y venidero asesinato?
Kristen Perrin es originaria de Seattle, donde pasó varios años
trabajando como librera antes de trasladarse al Reino Unido para hacer
un máster y un doctorado. Vive con su familia en Surrey, donde se la
puede encontrar curioseando por librerías de viejo, pisando el barro con
sus dos hijos y coleccionando demasiadas plantas. Cómo sobrevivir a tu propio asesinato es su debut literario.