Muchas páginas para tan poca trama. Hay una academia de idiomas en mi ciudad que tiene un pequeño punto de intercambio de libros, tú llevas uno y puedes coger otro. Al ir varias veces, su gerente ha ido conociendo mis gustos y más de una vez me ha prestado ejemplares que eran suyos y que no estaban en lo del intercambio (lo cual le agradezco muchísimo *-*). Éste fue uno de ellos y me hizo ilusión porque ya tenía en el punto de mira su edición en español, la cual se publicó en octubre con el título Una fiesta a medianoche. Sin embargo, la lectura se me acabó atragantando por los pocos sucesos que se daban. 

En una pequeña localidad rodeada de bosques se inaugura The Manor, un lugar que pretende ofrecer a sus huéspedes una tranquilidad que les permita escapar momentáneamente de la vorágine de sus vidas. Los clientes son personas de cierto poder adquisitivo y los dueños no quieren que nada enturbie la apertura. Lo malo es que las amenazas están por todos lados: hay lugareños que no están de acuerdo con la existencia del hotel porque les impide acceder a zonas naturales del pueblo e influye en la conservación de esas áreas. Y otros intentan ocultar su identidad para poder trabajar allí. Incluso los huéspedes y los dueños tienen secretos que pueden echarlo todo abajo. 

La novela alterna diferentes líneas temporales: vemos lo que sucede desde que las instalaciones abren sus puertas, un diario que narra hechos de hace más de una década y otros capítulos que muestran lo ocurrido tras un incendio que tiene lugar el mismo fin de semana de la inauguración. 

En teoría, saber que las llamas devorarán el hotel tendría que servir para generar tensión y para que sospechemos de todos los personajes, pero no es así. 

Ni los momentos previos ni posteriores al incendio consiguen captar la atención. Y el diario es un soberano tostón. 

Es verdad que varias cosas acaban siendo importantes para las revelaciones finales, pero eso no compensa lo tediosa que es la lectura.

Los capítulos están protagonizados por diversos personajes, los cuales tienen menos carisma que un mueble. Y siento ser tan dura, pero de verdad que la excesiva presencia de algunos no está ni bien justificada porque en el desenlace se ve que solo algún que otro detalle de sus vidas era clave para lo que pasó. Los únicos que logran destacar levemente son Owen y Francesca, los propietarios del hotel. Son un matrimonio con una relación que mezcla pasión y tirantez, ya que sus interacciones públicas son algo encorsetadas y solo parecen tener descontrol en la intimidad. Además, da la impresión de que ella tiene un lado oscuro. Eso aviva un poquito la lectura, pero el sopor que transmiten los otros personajes es lo que predomina.

Los capítulos que nos enseñan lo que ocurre tras el incendio no aportan demasiado. Básicamente lo que vemos es a la policía dando tumbos y haciendo algún que otro hallazgo que tampoco es que resulte excesivamente impactante. El agente que lleva el caso simplemente se deja llevar y no da datos que te hagan sentir curiosidad, aunque eso lo puedo entender porque deduzco que la autora no quería que una parte de la historia (la que muestra lo de después del incendio) nos spoileara sobre la otra (la que enseña lo de después).

En cuanto al diario, ahí lo que vemos es a una adolescente contándonos las vivencias de un verano en el que su amistad con otra chica acabó convirtiéndose en una pesadilla. Lo que no me convenció es que lo único turbio pasa en la recta final, de resto solo son chiquilladas y jóvenes que intentan ir de listos y que no dudan en fastidiarse unos a otros. 

La novela consta de 430 páginas y le sobran más de la mitad. Se describe el paisaje, se dan seudo rollitos sentimentales que no vienen a cuento, no hay intriga y las rencillas verdaderamente importantes son aquellas que tuvieron lugar hace décadas y que no descubrimos hasta el final. Sí, hay muertes y el secreto principal es algo grave, pero todo eso solo se explota en el último tramo de la lectura. 

Tampoco se le saca partido a la localización. No se transmite la sensación de aislamiento por lo alejado que está el hotel de las zonas residenciales y ni siquiera vemos el ambiente dentro del propio hotel. 

La mayoría de los huéspedes ni notaron que pasaba nada raro... o eso creo, ya que no tuvieron participación y el único caos real que vieron fue el incendio. 

El único motivo por el que no le doy la nota mínima es porque logró sorprenderme cuando se desveló el vínculo entre diversos personajes. A ver, eso no lo salva del suspenso, pero digamos que pensaba darle menos puntuación. Admito que se justifica bien el nexo que tenían todos y el hecho de que muchos de ellos ni fueran conscientes de ese asunto. Si se le hubiera sacado más provecho a los acontecimientos cruciales, el libro podría haber sido brutal. Lamentablemente, todo se condensa en unas páginas concretas y eso hace que sientas que con las demás estabas perdiendo el tiempo.

Puede que otros le vean más encanto a esta obra, y lo respeto, pero ya veis que yo apenas puedo destacar nada positivo. 

Valoración del libro: 3,5/5 "Apenas pasa nada. Soportar sus más de 400 páginas requiere de paciencia porque lo único realmente sorpresivo sucede en la recta final. Pocos personajes demuestran tener una personalidad llamativa y no se le saca partido a los secretos más destacables. La única razón por la que no le doy solo una estrella es porque me gustó cómo se justificó el vínculo entre todos los protagonistas".

Un buen debut. Esta primera novela de Eduardo García Borges plantea una historia que resulta original en algunos aspectos y cuya ejecución es aceptable. Desde mi punto de vista, se podrían pulir determinados detalles, especialmente aquellos relacionados con la evolución de los personajes, pero no está mal. Me enteré de la existencia de esta novela porque el autor hizo una presentación en la biblioteca municipal de mi ciudad y, aunque no pude asistir, sentí cierta curiosidad y cogí prestado el ejemplar que él les donó. Más allá de la sinopsis, no sabía nada de la trama, ya que en internet solo he encontrado algunas publicaciones que el propio autor ha hecho en sus redes sociales. Por tanto, empecé la lectura prácticamente a ciegas y sin grandes expectativas, así que, aunque no me haya dejado extasiada, valoro que consiguiera mantener mi interés.

En teoría, el protagonista principal es Herman, un adolescente que vive en un centro porque sus padres perdieron su custodia hace años. No tiene demasiada autoestima y desconfía de los adultos, así que se queda sorprendido cuando descubre que un hombre llamado Bill está dispuesto a acogerlo. Inicialmente, Herman no se porta precisamente bien con él, pero pronto se da cuenta de que Bill es buena persona y decide darle una oportunidad. Sin embargo, la felicidad es efímera y Bill desaparece de un modo que ni Herman se puede creer: una nube roja aparece frente a él y lo absorbe... ¿es una alucinación? Si no lo es... ¿qué es esa nube? ¿por qué parece que, de repente, hay mucha gente interesada en capturar a Herman?...

Solo con el I que aparece en la portada, yo sabía que este libro era el primero de una saga, bilogía o trilogía (no sé cuáles son las intenciones del autor. Publicó esta primera parte en 2024 y no he visto decir nada de las siguientes entregas), por tanto, daba sentado que quedarían cosas sin resolver. Y no me equivoqué. 

*Aclaración (a fecha 26/10/2024): al poco de publicar la reseña, el autor contactó conmigo. Fue muy amable y me aclaró que esta historia será una bilogía y que la segunda parte ya está lista, solo falta ultimar los detalles de su publicación.

El tema de las nubes se explora superficialmente. A ver, entendemos su modus operandi, pero no nos adentramos en exceso en su origen. Y su propósito tampoco lo vi del todo claro. Que sí, que sé que al ser el primer libro no se podían dar todas las respuestas, pero es que su amenaza se fue agudizando sin que le viera mucho sentido. Y luego, aparte de las nubes, se mete otro elemento que, por decirlo de alguna manera, les hace la competencia y a es aún más extraño. Y llama la atención que simples humanos puedan creer que pueden controlar algo tan extraordinario. 

Otro aspecto que no está muy explicado es el de los avances tecnológicos que tienen en su poder los dos bandos. En el caso de uno de ellos, su centro de mando tiene una localización y unas características de pura ciencia ficción, pero parecen normalizadas para ellos. Lo raro es que no da la impresión de ser tan normal para el resto de gente, así que es como si faltaran explicaciones sobre cómo han logrado eso.

En el desenlace ya hay un cúmulo de sucesos en los que la parte más sobrenatural o de fantasía se desata. Y volví a sentir que había ausencia de auténticas emociones y que varios personajes se unían a algo sin entender lo que suponía. Y un encuentro que podría haber sido brutal acabo siendo escueto y no tuvo ni pena ni gloria. Siendo sincera, se enrollo todo tanto que la recta final me dejó un poco fría. Y ni se vieron las reacciones que la sociedad debería haber tenido cuando comenzaron a darse hechos aparentemente extraordinarios. Quedan varios frentes abiertos, por lo que está claro que, como mínimo, habrá una entrega más. No descartaría leerla si se publica, lo que más reticencias me genera es lo poco que conecté con los personajes, ya que eso hace que me dé un poco igual su futuro. 

En todo caso, quiero destacar que hay bastante acción y que el autor demuestra tener fluidez a la hora de escribir. Además, considero que su idea era buena, lo que le faltó fue perfilar mejor a cada personaje y dotarlos de más sentimiento. Como escritor, creo que ha tenido un buen inicio. Mejorable, pero aceptable.