Un llamado
expresado con propiedad
que derribe cualquier defensa,
que sea eco reverberando en tus rincones
al que acudas con la inmediatez
de tu ansia lúbrica y agitada.
Que soborne elegantemente
tu complaciente bondad,
que te distinga aún entre estrellas.
Un único llamado
al que atienda tu ser,
aquel que te clama