Paul-Èmile Victor.
Niñez...
Kwaheri (del Suajili, mi humilde aproximación).
Kila kitu kimebadilika ndani
yangu
maisha ni ndege
kuruka, kuruka juu
¡wingu jeupe
wa
wapenzi wangu,
ulikua kiasi gani!
Siwezi kupata
maua
kucheza,
Sioni miti
wapi kuota
twiga mtamu
ya
barabara:
njoo kwangu!
lamba machozi yangu,
marudio haya.
Katika maeneo
ambapo
waliimba
rafiki zangu,
nyasi zinaungua,
kivuli moshi.
Kila
kitu kimebadilika hapa
upepo huenda haraka
na kamwe
kukaa
kwenye ngoma
ya manyatta
huzuni inasikika,
nyimbo
za kutokuwepo.
Hummingbird
ya rangi
elfu:
Njoo kwangu!
Moyo wangu
inapita katika harufu
tangu
utotoni.
sioni mbingu
wapi kuchora,
Siwezi kupata
tawi
mahali pa kuweka kiota
Kila kitu kimebadilika
ndani yangu
maisha ni ndege
kuruka, kuruka juu …
Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.
Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!
Note:
Estimados lectores,
amigos entrañables, os deseo un feliz tiempo.🪁🌞🎶 A los que disfrutáis
del tiempo estival y a los que no. Siempre agradecida de vuestras
lecturas y comentarios. ¡Insistamos en la aventura de vivir! 🤗🌱🙏🌏🌎🌍
Hoy quise traer este
poema dedicado a una anciana masai que conocí hace un tiempo. Ella
dejó en mí un río de ternura que conservaré hasta el final de mis
ojos. La adorable vida sencilla... Hoy no hablamos de la guerra (hay demasiadas en el mundo, unas
cercanas, otras lejanas). Hablamos de las diferentes formas de
afrontar el final de la vida, según el lugar de nacimiento.
En las culturas
africanas, los ancianos son cuidados por la familia y se vería muy
mal, socialmente, que no fuese así. Incluso es motivo de orgullo y
de respeto social.
En la cultura masai
(habitan en Kenia y Tanzania), el día de la muerte de un anciano o
anciana se mata un toro, la gente lo come y se dejan sus huesos y
vísceras junto al muerto, en la llanura, para que el olor atraiga a
las hienas y vengan a comerse el cadáver. Sólo existen las tumbas
para los ricos y laibones (hechiceros). Según su religión,
que carece de normas, su dios Ngöi, es una referencia de la
Creación. No tiene casi ceremoniales. El único destino en el que la
tribu cree es que el hombre vive y muere en soledad. De ahí esa entereza ante el final, supongo.
Cuando un niño, un joven
o una joven mueren, se abandona el cadáver en la sabana y se
entierra su nombre. Nadie vuelve a hablar de él, ni siquiera la
familia, y cualquiera que en la aldea tenga su mismo nombre pasa a
llamarse de otra forma. Si muere un viejo dejando hijos su nombre no
se entierra sino que sus hijos lo heredarán.
Cuando llega la fatal
decrepitud, la arrogancia perdida, ese momento de hombres y mujeres
fatigados y resignados a no poder continuar una vida que todavía
aman y cuyo paso apenas pueden ya soportar; cuando ya el viento es el
único que posee el privilegio del grito, los ancianos rumorean una
canción de despedida... Cantan al perfume de la niñez perdida...
Para los masais cada día tiene un
significado que debe celebrarse y siempre hay algo que celebrar,
incluso la muerte. Su filosofía de vida la expresan, sobre todo, sus
refranes. “Nadie es tan inteligente
como para que nunca le engañen”; “Las hazañas de un hombre
importan más que su cuna”; “No hay nada tan malo que no pueda
ser olvidado”; y la mejor de todas: “Un corazón caído no puede
ser salvado”.
Por eso hay que mantener
siempre el corazón fuerte, aferrado a la esperanza.
(No quería extenderme
mucho, pardon 🙏). Pero hay otra cosa curiosa (que llamó mi atención mucho) de
la cultura masai y es que cuando un hombre se casa, si resulta
impotente o estéril la mujer puede dormir con el hombre que escoja
entre los amigos de su esposo. Los hijos que ella tenga se
considerarán siempre hijos del marido. ¡La vida sucede sin
conflictos! 🌱😄
¡Os dejo un millón de
sonrisas! 🌞🌻🤗
Y sí, ¡Gloria a Ucrania! Слава Україні! ahora y siempre. ¡Paz!
Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.