dEsTeLlOs dE lUz

sábado, 25 de febrero de 2023

"La cerradura duerme con dos vueltas de llave"

A veces encontramos historias esperando...

Paladearlas.

Encontrarnos con su torrente, sentir sus olores,
entender los naufragios, mezclar los colores,
peinar metáforas, lograr con hielo que la memoria arda.
Destruir la resistencia, restablecer la lentitud y métrica.
Respirar en los dobleces de la venda que cubre sus ojos,
allí donde el cuerpo se acostumbra a beber de la herida,
transitar los caminos deshabitados donde dejan la vergüenza
las palabras inciertas y promesas esquivas.
Trazar los intentos que no nos conVencen para enseñarles 
que siempre: "La cerradura duerme con dos vueltas de llave".


Sentarnos en la silla deshabitada que sostiene la ropa usada
y aGuarda ausencias, que sosTiene el peso de la voz interior 
que se escucha por vez primera.
Llevar reCuerdos sobre las manos cansadas,
encontrar la loCura desdibujada, sobre las flores tardías.
Porque el tiempo miente a los rostros que no le demuestran
entender de creatividad, inconformismo y crítica.

Todavía medimos 
las horas 
en deseos

// sí, no quizá, puede, ojalá, espera, va ... //

de una estrella
con miedo a equivocarse.

domingo, 12 de febrero de 2023

(lu/ho)gares

Los (lu/ho)gares extraños te enseñan del tiempo, ocultos aprende(n/s) de las grietas que a veces desEnmascara el silencio. 

Preguntan a las manos, por sus intentos, adMiran las marcas que les enseñaron a convertirse en sustento ... cuando los sueños querían (re)construir imposibles de sombras y eco.

Huyen de los rostros, viven en la letra de poemas y canciones, nunca juzgan porque desconocen el sentido de lo que cada quién vivió o siente. 

AdMiran los suburbios de la moral como aprendizaje contra los reCelos.Son un puñado de versos con corazón de nieve,en el que un zorro deja sus huellas indiferente. 

Pærecen consejo esperando ser entregado a quien no le quiere. Orillas de sal esperando agua para conVertirse en aMar para siempre. La lástima bailando sobre la delicada línea de la compasión o el miedo. Esos lugares escuchan a los ojos que enfrentan el invierno, miran al ruido deseando que nadie intente entender la rareza que habita en su murmullo. 

Son pa(i)saje de la memoria para quienes nos fijamos en la sutileza de los pequeños grandes gestos.