Son irreverentes y mordaces, tienden siempre a chillar bien alto lo que el mundo deja al disimulo y descalza la luna cuando el zapato no es número, siquiera mágico.
Se deslizan desprovistas de inquina o miedo, por las toneladas de hojas sepultadas que va dejando el desCrédito.
No te engañes, tú también vives de rédito. Y yo, y ellas... tu cuerpo es carne de vocablo incierto.
El mundo no está preparado para pisar la voz de quien calla en alto, para romper las reglas que viola impune quien conoce los resquicios que ahogan el talón de aquiles del soldado.
Mis putas manías me traen y llevan en este viaje de piel y reVerso ...a gastos pagos....a precio alto.