He pasado las 2 últimas semanas en casa de la familia y he descubierto lo difícil que es volver a adaptarse a las costumbres y normas establecidas que has abandonado por decisión propia.
Amo a mi familia mucho más cada día, pero nunca podré adaptarme nuevamente a su estilo de vida, y mucho menos a las costumbres que he dejado de lado. Es triste, siento que todo en mi mundo se está desmoronando y que no pertenezco a ningún lado; nuevamente mi sentido de pertenencia se encuentra en riesgo, no estoy a gusto ni en el DF, ni en Playa, en el primero ya no soy parte de, en tanto que en el segundo me siento completamente sola.
Me estoy sintiendo cada vez más vacía y que estoy muriendo, siento que no tengo nada para ofrecer y nadie está para decirme lo contrario...
miércoles, 7 de abril de 2010
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