Esto debe ser el el ejemplo que nos ofrecen los Santos Padres: masoquismo puro y simple. Nada que lleve a la vida, nada que sea disfrutar,sino sufrir y sufrir que para eso hemos venido a este mundo.
Parecida noticia leo en otro periódico: es la de un gay arrepentido que hace unos años montó el mogollón por "salir del armario" y ahora vuelve a montar el mogollón porque quiere a ser padre carnal y cuidar de una esposa y de los hijos. Este caso se da en el Reino Unido.
Ya sabemos que las conductas personales son de ida y vuelta y que cada cual hace lo que le parece que es mejor pra sí mismo, pero, por favor, que no me den doctrinas. Ya escogeré mi manera de conducta: fumador, bebedor, charlatán, falto de criterio y hasta frívolo y excéptico y un tanto epicuro.
Doctrinas ni una, libertad, toda pero sin hacer mal a nadie ni criticar conductas individuales que no influyan en la colectividad. Las colectivas sí, todas. ¡¡Faltaría más!! "No he de callar por más que con el dedo// silencio avises o amenaces miedo". ¡¡Qué grande era Don Francisco!