Va un chico entre la lluvia, se sienta en un banco y abre
un libro.
Desde el balcón, veo como pasa las páginas, ignorante del
agua que cae sobre él.
Lo contemplo absorta, y en un segundo, le falta un brazo.
Al momento siguiente, las piernas.
Cuando aún no me lo creo, sólo tiene la cabeza.
Hipnotizada, veo como el libro se ha tragado al chico,
mientras el agua deshace las páginas, y las letras, como flores, llueven sobre
la plaza.
Fotos Virgi
Y mi aportación a ENTC, aquí.