En este lugar de encuentro
de mi refugio escondido,
me acerco aún dudosa de si debo,
de si puedo, si merezco
esta paz, este sosiego.
********
Fuera, Señor, todo es ruído,
todo brillo, alboroto,
miradas que se meten entre Tú
y mi alma débil,
miradas que me alejan,
me dicen: sal, sal afuera.
********
Como a tí, Señor, me tientan
para ofrecerme otro reino,
para llevarme, adornarme
con falsas promesas.
********
Tú lo sabes, Señor, desde aquel día
cuando saliste a mi encuentro,
sé que me guardas, te tengo
que tu brazo infinito,
desde la Cruz, tuya y mía,
me amarra, nunca me suelta.
me sostiene, me da la vida entera
en una promesa de eterna primavera.
********