socopoemas

Tú, él y yo,
somos afortunados...

Porque tenemos
el pan light nuestro de cada día
y el Pandulce de las Navidades.

Una casa
de diez a diezmil
metroscuadrados,
para disimularnos.

Abrigo, caricias y juguetes
para nuestros pequeños.
Y pantallas mas o menos plasma
donde ver
las desgracias del mundo,
comiendo palomitas,
sin el menor riesgo de contagio.

Porque tenemos
esta Democracia  tan bonita
que hemos comprado
en El Corte Inglés.

Los otros?...
Nos dan tanta pena!!!

Noche de Paz.
Noche de Amor...

Otro año mas, vuelvo a pensar: Donde la Paz?  Donde el Amor?  Donde el Espíritu navideño?...  Y vuelvo a recordar estos versos del  trágico poema de los niños Yoruba:

Llamamos a los vivos. Y no responden,
Llamamos a los muertos. Y ellos sí responden.

Y vuelvo a decirme que frente a nuestros niños abrigaditos, bien alimentados y rebosantes de sueños hechos realidad... hay, sigue habiendo, millones de niños por ahí, que viven en las calles -tú los has visto- castigados por el hambre y el frío, con las manos vacías, que sus sueños infantiles se niegan a llenar.
Millones de niños que lloran desamparo, a veces, sobre el pecho de madres muertas en guerras que provocan mentes desquiciadas. Niños abandonados en las calles o en campos de refugiados, esperando el milagro de una solución.

Demasiados niños en un mundo oscuro, ante adultos sordos que solo saben responder, con cánticos gregorianos de paraísos imposibles y con promesas que siempre llegan tarde . O ni llegan...

Así que de nuevo, otro año mas -y ya van tantos-  con esa varita mágica del tan repetido Espíritu Navideño y un enorme saco cargado de optimismo, pidamos, luchemos, para que despierte la conciencia de los hombres de su letargo, y decidan cambiar el futuro.  Luchemos por que llegue por fin el día, en el que ese poema de los niños Yoruba, pueda invertir sus versos:

Llamamos a los muertos. Y no responden.
Llamamos a los vivos. Y ellos, sí responden.

He de hacer un poema,
a los nadie que esperan ternura.
Al que añora un abrazo.
A los perros sin amo,
y con hambre.
Al alborotolibre de los pájaros.
Al miedo, a  perder el valor.

 Un  poema
-amor-
para que tú me sigas soñando.
Para que no estés triste,
A mi estarsintusbrazos.
A tu forma de ser...

A las cosas pequeñas,
diminutas.
A la nieve en los parques.
A la luna temblando en la mar.

He de hacer un poema,
mientras sonría un niño
saltando en el asombro.
Llenando de ilusión los bolsillos.
Dibujando mundos de colores ...

Un poema,
mientras se pierdan sueños,
cada día.
Mientras haya,
libertad enjaulada...

Y versos trémulos
brotandoinevitables, de mis dedos.