Un día mas de invierno.
Tras los cristales
un cielo desolado.
Llueve mansito.
Y se adormece
el diminuto corazón
de los gorriones.
En la pantalla
escenas recurrentes:
Muertos por el frío,
inundaciones.
y esas guerras, aún...
- daños colaterales
que llaman sin rubor -
Mi silencio.
Tu ausencia.
Tu sonrisa aún perdura
en todos los espejos,
pero tú
ya no estás en la lluvia,
ni en los días de sol.
Dejaste tu mirada
de azul atemporal,
en todas las paredes de la casa.
Y en todos los instantes.
Mi silencio.
La huella de una pena.
Y el reto de un papel, aún en blanco,
reclamando el poema.
