En lo mas profundo de los 7 mares se encuentra un barco pirata, pequeño pero con una gran tripulación, en la que se escucha la gran carcajada de la capitanía -¡¡JaJa!! Por fin tenemos la espada de diamantes y el tesoro de la tripulación perdida. La alegría de la capitana es interrumpida por un grito de espanto, el cual provenía de la cocina- ¿Qué pasa? Pregunta la capitana, mientras abre la puerta de la cocina, con su espada en mano- no hay comida- dice la pequeña Cami con una lagrima en su mejilla y su rostro triste- ¿de veras no hay nada? Le responde la capitana mientras se acerca a ella. El chef entra junto con el chico de las municiones – que quieren? Les pregunta la capitana mirándolos con angustia, el chef se acerca a ella y le dice- no hay comida, ni raciones… Esto es interrumpido por una explosión y gritos que se escuchan arriba. – ¡¿que demonios fue?!- grita la capitana mientras todos suben a ver que pasaba. Eran otros piratas que iban disparando y luego los abordaron.

- ¿Qué tenemos aquí? La pobre tripulación de la pirata Miko- dice la capitana de la otra tripulación mientras se acercaba a la capitana.

- ¿Qué quieres?- le pregunta la capitana Miko enojada y viéndole a la cara sin

pestañeo alguno.

- Te lo hare mas fácil, me entregas el tesoro y yo te dejo.

- ¿Y que gano yo con eso?

Un gran silencio cubría el barco y las dos tripulaciones las cuales miraban asombrados lo testarudas que eran ambas capitanas, las cuales se miraban con orgullo durante un lapso de casi 2 horas, hasta de Cami grita- ¡¡¡Tengo hambre!!!- su grito fue tan fuerte que las olas tranquilas se agitaron. – Ja, tu tripulación tiene hambre, que tal si te doy comida en cambio del tesoro. Al decir esto la tripulación de Miko bajo a buscar el tesoro y se lo entrego a la otra capitana sin que Miko se opusiera, ya que estaba estupefacta y reacciono cuando la otra tripulación se fue. ¡¡¡Nooo, mi tesoro!!!, el oro, los diamantes, todo- lloraba Miko, mientras veía como se alejaba el barco.

Andrea es una joven normal le gusta la música los libros y las fiestas no pertenece a ninguna tribu urbana en especial lo único extraño en ella son sus amigos que vienen de situaciones extrañas o tienen situaciones extrañas bastante seguidas en donde se ve involucrada sin querer, ella para desahogarse le cuenta todo esto a su psicóloga quien le cree solo un poco.

Sentada como siempre en la sala de espera de la psicóloga se encuentra Andrea leyendo un libro uno de esos libros que te hacen leer en la escuela que en realidad no son nada del otro mundo se abre la puerta de la consulta y mientras sale el paciente anterior anuncian el nombre de Andrea ella sonríe y se levanta entra a la consulta y saluda ala psicóloga como siempre se sienta respira profundo y comienza a contar.
Como hace dos semanas me encontraba en casa de Claudia junto con mis otros amigos estábamos festejando su cumpleaños, su casa es bastante grande pero siempre se nos a prohibido entrar a una habitación en especial la cual esta serrada con llave y afuera se encuentra pintada unos extraños signos color rojo negro y blanco. Cada vez que uno pasa por allí se siente algo raro.

Esa noche las chicas nos quedamos en su casa haciendo una pijamada éramos cinco en total Claudia, Lisa, Rebeca, Alejandra y yo, estábamos viendo una película y Lisa fue a buscar palomitas pasaron como una hora y ella no regresaba claudia se dio cuenta de su demora y fue a buscarla de repente sentimos los gritos de Claudia todas fuimos a verla y se encontraba frente a la puerta prohibida la cual estaba abierta miramos adentro de la habitación y era un cuarto con una cama en un rincón no tenia ventanas y en sus paredes habían cadenas pegadas a ellas y un tres cruces.

-¿que había allí?- pregunte asustada mirando con terror la habitación
ella en silencio trato de hablar pero el miedo el cual la cubría me miro y sostuvo mi mano una pequeña lagrima corrió por su mejilla.
Rebeca por el miedo trato de correr por el angosto pasillo pero algo la detuvo una sombra gigante que parecía a la de una niña se encontraba donde Rebeca estaba parecía que esa sombra no la permitía moverse intentaba correr una y otra vez pero no podía sus pies se deslizaban por el suelo casi pelados y sangrando por la fricción que producía con la alfombra
Claudia al ver esto reacciono tomo las cruces de la habitación me paso una y me dijo ponla en mi cabeza cuando el demonio me tome corrió hasta rebeca con las dos cruces en sus manos la sombra paresia torcerse luego esa sombra que paresia una niña se torno un demonio que poseyó a Claudia corrí a ella antes de que despertara y puse la cruz en su cabeza como ella dijo
por la puerta se asomo su madre que al ver la habitación abierta y a Claudia tirada en el suelo la toma en sus brazos y se la lleva a esa habitación extraña quedándose allí hasta el día siguiente.
Lisa nos contó en el desayuno que al pasar por la puerta sentía una voz que repetía su nombre una y otra vez y que por eso la abrió, la conversación quedó a la mitad ya que de las escaleras se veía bajar a Claudia que venia como si nada le hubiese pasado.

-Si creo que eso es lo mas raro que me ha pasado-dijo Andrea antes de despedirse de la psicóloga que le pregunto -y que era ese demonio.

-Realmente no lo se cuando pregunte me dijeron algo del fin del mundo-
se fue caminando hasta afuera de la consulta con una gran sonrisa en sus labios.