Mama Sara

Mama Sara o Saramama (Quechua: "Madre Maíz") es la diosa ctónica del maíz, siendo la más importante de las conopas (representaciones religiosas) de los alimentos junto con la coca y la papa. Conformaba una trilogía femenina con Pachamama y Yacumama, siendo esta Saramama la más importante, ya que no advertía represalias ni sanciones. Cooperaban para la armonía y equidad de la vida.^[1]

Culto[]

Comenzó en la época matriarcal y agrícola de la edad megalítica, perdurando hasta la unidad religiosa incaica. Tuvo su culto en La Rioja, Argentina, entre otras zonas del continente donde habitaban las culturas diaguitas. Se le dedicaban menhires en los valles de cultivo. Se le denominaba con nombres como xilomen (granitos perliformes de las espigas), miabuatl (la espiga) y cozcamiach (collar de espiga). Según se menciona en los monolitos, los diaguitas la veneraban en ceremonias nocturnas báquicas en torno a la época de Inti Raymi, recolectándose frutos, y en forma de libación y topamiento sexual.^[1]

Los quechuas creían que cada hogar debía tener una Saramama, a la que ofrecían plegarias y sacrificios, para el bienestar del pueblo.^[1]

El culto a Saramama, Pachamama y a Inti se vincula con las formas y sustancias de trabajos grupales (quechua: minka, trabajo comunitario recíproco).^[1]

Relaciones[]

Se vinculaba con los dioses atmosféricos, la reproducción, recolección, alimento, fortaleza y el humo del hogar. Por ello se encuentran mehnires llamados mamasaras en los rastrojos de cultivos de maíz, en las puertas de las fincas y las terrazas de cultivo para propiciar tanto la siembra, como el crecimiento y la cosecha, además de propiciar la lluvia y alejar los vendavales.^[1]

Representación[]

Ocasionalmente se representaba como una figura cubierta de mazorcas de maíz o como un vaso con forma de mazorca.^[1]

Referencias[]