lunes, 11 de septiembre de 2023

Tenerlo todo

 
Ilustración de @naytonmai. Instagram
 
 —No se puede tener todo —le explica cariñosa.
 —Claro que sí. 
Eso es lo que le gusta y preocupa de él. Es un soñador que no pocas veces se ha estrellado contra el suelo y aunque en cada ocasión ha conseguido levantarse, ella ha sido testigo del esfuerzo que le supone.
 —¿En serio? ¿Conoces a alguien que lo tenga? —lo provoca.
 —Sí, y está entre tus piernas. —Ríe divertido.
Están tan pegados que puede sentir como si fuera suya la vibración que produce la risa de él.
 —Ah ¿sí? Pues que yo sepa no lo tienes todo. 
 —Te tengo a ti —sentencia con la voz amortiguada por los pechos de ella—. No necesito más.
 
Esas palabras, notarlo en el canalillo aspirando su olor y sentir el roce de la barba en esa parte tan sensible de su cuerpo le hacen darse cuenta de que él tiene razón y que ella también lo tiene todo.
 
 Mi Otra Yo


jueves, 7 de septiembre de 2023

Mis temores


Ilustración de @mrnOmbre. Instagram
 
 
Admiro a quien se atreve, lo intenta y no se da por vencido.
Me siento identificada con quien duda, tiene miedo y si falla no lo vuelve a intentar. 
Quiero convertirme en alguien que le planta cara a sus temores y con ellos sigue adelante. 
 
Mi Otra Yo  


lunes, 4 de septiembre de 2023

No es el qué, es el cómo


Ilustración de @hessah._.art. Instagram

Quisiera poder afirmar que me gusta el café, leer el periódico o que la música me ayuda a concentrarme.
El café me gusta en pequeñas dosis y mezclado con algo más. Con leche, por ejemplo, pero ya no lo bebo así porque me sienta mal. De vez en cuando hago un exceso y me tomo un bombón (por aquí es café con leche condensada), pero sin abusar, que no quiero que mi cuerpo termine rechazándolo también. 
Recuerdo la vez que se me quedaron las yemas de los dedos pulgar e índice negras de pasar las hojas de un periódico. Fue en la época en la que intenté que me gustara leerlos. Vete a saber por qué pero la imagen de alguien leyendo un periódico siempre me ha fascinado y terminé asumiendo que quien los lee es (más) inteligente. Sigo sin saber de dónde saqué esa creencia, pero hace tiempo que descubrí que no era cierta.
¿Conocéis el meme ese de que la música clásica ayuda a concentrarse? A mí me pasa algo parecido al del vídeo.
 
Natcher - YouTube
 
Tan importante es encontrar lo que nos ayuda a concentrarnos como identificar lo que nos distrae. Lo primero no lo he conseguido y en lo segundo entran tantas cosas que empiezo a tener miedo de no averiguar nunca la manera de ser más productiva.
 
YouTube está lleno de todo tipo de playlist: para estudiar, trabajar, hacer ejercicio, subir el estado de ánimo, tener sexo,... Para todo lo que quieras.
Buscando música que me acompañara mientras escribo y hago mis cosas sin que me distrajera encontré la cuenta de Luv, emily, llena de listas de reproducción de más de 50 minutos que consiguen hacer que una hora se me pase en un suspiro.
Me gusta el género de música que elige para las listas y aunque me sigo distrayendo —aunque menos que con otras, todo hay que decirlo— también me siento acompañada, además de estar descubriendo muchos cantantes que no había escuchado nunca.
Sarah Kang, Faime, Munn y Anthony Lazaro son los que más han llamado mi atención, pero no descarto que conforme vaya investigando el resto de playlist surja alguno más.
Quienes me conocéis un poco ya sabéis lo importante que son para mí las letras de las canciones, la mayoría de las veces. En esta ocasión, con esta música de la que os hablo, lo que me hace sentir bien no es lo que dice, sino el cómo. De momento ni siquiera necesito entender las letras para sentirme bien cuando escucho las canciones.
Esta música me inspira invierno y frío en la calle mientras paseo bajo la luz amarilla de las farolas pero también una manta y una bebida humeante en el calor del hogar. 
Sigo el ritmo cabeceando lentamente, a veces balanceo las caderas o doy toques distraídos con la punta del pie. Todo depende de lo que esté haciendo. Pero lo que me pide, sobre todo, es mecerme. Y ni siquiera necesito unos brazos para ello. Cierro los ojos y mi cuerpo siente el vaivén que me inspira el momento. Y, simple y mágicamente, me siento bien.
 
 

jueves, 31 de agosto de 2023

Lo siento, pero no me arrepiento


Ilustración de @guweiz. Instagram

No le gusta hacer llorar a nadie, pero no siempre puede evitarlo. En ocasiones ni siquiera se arrepiente.
Ser sincera no significa decir en voz alta lo que piensas, sobre todo si no te preguntan o sabes que vas a provocar un dolor innecesario. Pero a veces la otra persona pregunta y la realidad es la que es.
Su opinión no es relevante en ciertas situaciones, lo sabe y se la guarda. Precisamente por eso no puede sentirse culpable cuando dice lo que piensa si le han pedido que lo haga.

Mi Otra Yo

lunes, 28 de agosto de 2023

Amor tras los 40

 
Imagen de Internet

Amor tras los cuarenta es una novela feelgood. Si tuviera que definir este concepto sin buscar su significado diría lo evidente, que es una novela que te hace sentir bien. Pero ¿a todos nos hace sentir bien lo mismo?
En todo caso, este género tiene unas características concretas que ayudan a poder identificarlo. Su autora las explica muy bien aquí.

Volvamos a lo que nos hace sentir bien a cada uno. Yo soy feliz en una librería o en una biblioteca. Solo pensar en ello ya me cambia el estado de ánimo. Mi marido, por ejemplo, es todo lo contrario. Estar en alguno de esos sitios le produce tal incomodidad que cualquiera que lo vea puede notar que se siente fuera de lugar, aunque lo único que haga sea pasearse como si le interesara lo que ve.
Puedo decir que no me he sentido mal leyendo esta novela, pero no puedo decir que me haya sentido bien. Y tengo muy claro que es por lo que necesito ahora mismo, no porque esté mal escrita o ambientada. No me ha quedado esa sensación de feelgood que se pretendía.
Sigo queriendo finales felices, pero necesito que los protagonistas sufran más antes de conseguirlos. ¿Suena mal? Tampoco quiero ahora drama excesivo, el que te deja tan encogida y traumatizada que al finalizar la novela lo único que puedes hacer es agradecer que tu vida sea tan aburrida como es, pero necesito un punto medio. MI punto medio.
Actualmente me encuentro en un momento lector un poco «especialito». Necesito lecturas que me hagan sentir bien, con drama y final feliz, pero un drama que aunque me permita saber que estoy en un libro y lo que pasa es ficción no me haga estar más centrada en lo imposible de ciertas cosas que en la historia. Y no me refiero a que sea algo fantástico, a que hablen de seres inventados o algo así, sino a que te digan que al protagonista le han pegado una paliza que casi lo mata y en vez de ir al hospital vaya a casa de su enamorada y se de una sesión de morreos y magreo imposible de disfrutar si se supone que te han clavado un tenedor siete veces y no puedes ni abrir los ojos de lo hinchados que los tienes a causa de los golpes. Y no me lo invento, es de uno de los últimos libros que he leído.

Hay libros que he disfrutado muchísimo, que incluso podría decir que han marcada un antes y un después en mi vida y sobre los que no he escrito nada. ¿Por qué lo he hecho en esta ocasión?
Quizás porque que yo necesite más drama ahora mismo no es una falta que pueda ponerle. Está bien escrito, la trama es lógica y los protagonistas están bien desarrollados. Se merece que hablen de él.
 


jueves, 24 de agosto de 2023

En Spam me encontrarás

 
Imagen de Internet
 
O no. Vete tú a saber.
 
Cada vez que entro a la cuenta de correo que tengo asociada al blog reviso la carpeta de spam y alguna vez he tenido ahí tantos mensajes como en la carpeta de Prioritarios. Todavía hay una tercera carpeta, Otros, en la que en ocasiones también aparece algún mensaje.
Cuando creo haber entendido el criterio que sigue Outlook para decidir dónde enviar los mensajes hace algo que me descoloca y me lleva a pensar que simplemente hace lo que se le pasa por el forro de los 🞺🞺🞺🞺🞺🞺🞺.
 
En las últimas semanas he notado que, cada vez más a menudo, algunos de los comentarios que dejo en vuestros blogs desaparecen. Supongo que van a la carpeta de Spam, a  Otros o quizás hay por ahí un espacio paralelo en el que se almacenan todos los comentarios que escribo, veo que se publican pero después cuando me llega algún aviso de seguimiento y vuelvo al blog a ver la respuesta a mi comentario resulta este que no aparece. Pero entonces no es Outlook el cabroncete que juega conmigo, es Blogger ¿no?

Se me ocurren dos opciones para que los comentarios desaparezcan; que vayan a Spam y no os deis cuenta o que los borréis (es una opción que no se puede descartar). Pero ¿podría haber otra?
Seguro que sí. «En la vida siempre hay más opciones», dicen. ¿Cómo no las va a haber en Internet, que es infinito? Además, ¿qué sería de la vida sin esas cosas sin explicación que aunque no nos quitan el sueño sí nos toca las narices no conocer la explicación?


lunes, 21 de agosto de 2023

Cuando era divertido

  
Imagen de Internet
 
No es necesario haber leído muchas páginas de esta historia para darse cuenta de que el aviso con el que empieza se cumple.
 
«Querido lector, querida lectora, la novela que estás a punto de iniciar es una historia incómoda.
 
Una historia que no es adecuada para todas las edades. Ni siquiera para todos los lectores. 
 
Al leerla puede que te encuentres a esos fantasmas que siempre han estado a tu lado pero no has querido ver. Pero también es posible que ocurra lo contrario: que salgas de aquí con la felicidad de quien sabe valorar lo que tiene».

Esta novela nos habla de la historia de una pareja, en realidad de todas las parejas. De cómo el amor, al igual que a una planta, hay que cuidarlo y regarlo. De que no hay que dar nada por hecho, al contrario, hay que esforzarse cada día como si fuera el primero.

El libro me ha gustado pero no se lo recomendaría a cualquiera. Incluso aunque durante la lectura puedas sentirte afortunado por no estar en la situación de los protagonistas es inevitable pensar que nada nos asegura no estar así en un futuro.  

Este es el segundo libro que leo de Eloy Moreno y diría que es un autor que no se puede leer en cualquier momento. El escenario que nos presente nos podrá impresionar más o menos, pero siempre se necesitará un tiempo de reflexión para asimilar lo que hemos leído.