Libros y Armonía

Hoy, después de un largo descanso, hablaré de un autor, ¡bueno!, mejor lo haré de las dos últimas obras que he leído de este autor.

« Yo Julia », « Y Julia retó a los dioses », la primera fue Premio Planeta en 2018, la segunda es consecuencia del premio. Esta bilogía tiene como protagonista a una mujer, pero no una mujer cualquiera.

Se dice que detrás de un gran hombre siempre hay una magnifica mujer. Detrás del emperador Septimio Severo estaba Julia Domna. La mujer.

Julia se dedicó a labores…, podríamos decir fuera de lo que se esperaba de una mujer, de entonces y según algunos hombres, de ahora. Acompañó a su marido en las guerras civiles que auparon a Septimio a emperador, aconsejó a su marido no solo en la estrategia militar, si no también en la social, y consiguió crear una dinastía. Ayudó a la cultura romana a ocupar su lugar en el mundo. ¡En fin! Fue lo que se dice toda una mujer.

Después de leer la trilogía del Africanus, y la de Trajano, la bilogía de Julia es, si cabe, más atrayente, no por la descripción de las grandes batallas que en las trilogías Santiàgo Posteguillo describe muy bien, sino por la descripción de la inteligencia, mano izquierda, y la furia de una Augusta, la Augusta Julia Domna.

Santiàgo Posteguillo sabe como atraer la atención del lector y lo ha demostrado con sus trilogías, pero en esta bilogía sabe como robar, sí robar, la atención y el interés del pobre lector que con decisión o no abre el libro y comienza a leer la historia de Julia.

Recomiendo encarecidamente la lectura de estas dos obras, seguro estoy que leyéndolas estas vacaciones volveréis al trabajo renovados, y con una energía que ni vosotros os reconoceréis.

Un saludo y buena lectura.

Cuando un libro cuenta una historia vivida resulta atractiva en un arrebato de curiosidad, quizás malsano, todo depende de quién lo califique, es como ver una película que comienza diciendo aquello de «  Basado en hechos reales ».

Hoy toca libro, y un libro que es posible que muchos de vosotros halláis leído.

El símbolo perdido de Dan Brown.

Este autor nos ha deleitado con libros como “El código Da Vinci”, “Angeles y demonios”, “Inferno” etc.

“El símbolo perdido” es una novela que me gustó mucho, como lo hicieron las anteriormente mencionadas, pero ( siempre existe un pero) la estructura de la novela es la misma en todas (quizás porque el protagonista es el mismo). Ocurre el secuestro, asesinato o desaparición de un amigo del protagonista, éste (el amigo) o bien le ha dado un objeto al protagonista, o le dijo en alguna ocasión algo interesante, o simplemente le envió a alguien para recordarle una promesa, que hace que, nuestro protagonista, se desplace a un lugar donde casualmente la historia está entremezclada con alguna secta, manifiesto o curiosidad que hace que descubras en un momento determinada que has leído el 50% del libro, y entonces deseas llegar al final para ver en qué acaba todo aquello.

Esto, es la mejor arma del autor, y Dan Brown sabe como administrarla, y pienso que es el motivo del éxito de todos sus libros, o al menos de los primeros porque los demás son por la fama, al menos en un 50%.

Pero volvamos al libro. La ciencia, secta o curiosidad que hila toda la historia del la novela es la masónica. Por si nadie sabía que la nación americana E.E.U.U., está entrelazada con símbolos masónicos, este libro lo desvela en su totalidad. Como se ha dicho en párrafos anteriores, existe un amigo, el amigo del amigo una chica, un malo malísimo, una investigadora que se da cuenta tarde que el protagonista no es el malo, y la maldad.

En resumen, un libro entretenido, donde se descubren cosas interesantes, y perfecto para el verano, allá donde haga calor o frío, o sea, para leer a la orilla de la playa o piscina, o frente a la chimenea o estufa (eléctrica o no).

Es mi consejo que se lea de un tirón o con un descanso, éste no es un libro para leerlo con varias interrupciones.

Un buen libro sin duda.

Antes de comenzar me gustaría decir (para aquellos que no lo sepan), que tengo otro blog donde escribo cuentos cortos a los que llamo Brelatos, el blog se llama Luz y papel, y podéis encontrarlo en la parte derecha.

¡Bien !, pues pasemos al texto de hoy.

Hoy hablaré de un grupo de los años 60 que sólo hicieron 5 discos, pero todos, sin excepción, fueron un éxito en las listas americanas y mundiales; sus componentes se llamaban « John Phillips, Michelle Phillips, Denny Doherty y Cass Elliot ».

Se denominaban mamás y papás, a estas alturas imagino que ya sabréis de quienes se trata ¡Efectivamente! fueron The Mamas and The Papas, compusieron canciones que han pasado de generación en generación , o sea como se suele decir canciones inolvidables, como « Monday Monday », que fue la cara A del primer single (para los mas jóvenes eran discos de dos canciones una cada cara), pero la que tuvo éxito fue su cara B « California Dreamin », y otras tantas.

El grupo duró tres años de 1965 a 1968, el motivo por el que se separaron es muy novelesco, veréis , John y Michelle estaban casados, Cass estaba enamorada de Denny y este y Michelle tuvieron un royo que duró varios meses hasta que John los pilló en la cama (ya imaginais qué es lo que hacían), pero lo gordo es que antes de que John lo descubriera Denny le confesó a Cass el lio y que ademas se había enamorado de Michelle, teniendo encuesta que Cass estaba enamorada de Denny, ya os podéis imaginar como se puso. Cass montada en cólera, fue a Michelle y le dijo (según los historiadores y la misma Michelle confesó tiempo después) « La naturaleza te ha proporcionado lo necesario para que puedas tener a todos los hombres que quieras, ¿por qué me has quitado al hombre que amo? ».

¡Bien! Después de todo este lio, como imaginais el grupo se rompió, pero el contrato con la discográfica les obligó a juntarse para grabar discos, cuando terminaron habían editado un total de 5 discos.

Cass, o Mama Cass como se le conocía en EEUU, se lanzó en solitario y tuvo éxito, hasta que en 1974 a la edad de 34 años le dio un infarto y murió. John Phillips (que se reconcilió con Michelle y dos años después se divorciaron) murió también de un infarto en 2001. Denny Doherty también murió en 2007, y Michelle (que cambio de apellido pues se casó varias veces), continua en la brecha con sus 77 años.

¡Ahora! La pregunta que me hago es ¿Qué hubiera pasado si no se hubieran liado, enfadado y hubieran continuado?, seguramente nos habrían sorprendido con muchas mas canciones a muchas generaciones.

Hoy en “Libros y armonía” voy a tocar la armonía, o sea, la música, y lo voy hacer con dos grandes, que además eran amigos.

Frank Sinatra, y Dean Martin. Soy consciente de que me voy a meter en un jardin del que posiblemente salga escaldado, pero estos dos grandes, que lo son, para mí se reducen a uno. Dean Martin.

Los dos eran barítonos, los dos hicieron películas , los dos…, uno tuvo mas fama que otro, se supo rodear de mejores apoyos, enamoró más con su voz y supo potenciarse más. El otro. El otro fue mejor actor, menos exigente, defecto que le llevó a ser “el amigo del otro”, pero desbancó a los Beatles en las listas americanas, cosa que el uno no lo consiguió.

Dean Martin fue mejor actor, y la muestra está en las películas que hizo con grandes como John Wayne, Robert Mitchum, Alain Delon, Kim Novak, por decir algunos, cosa que el uno sólo lo hizo pagando y no tan celebres actores.

La voz. Título, o sobrenombre que se puso al uno, y no quién se lo merecía.

¡En fin! Claro está que mi inclinación es hacia Dean Martin. Lo siento por los que se inclinan por el uno.

Pero sigamos con la biografía de nuestro autor. Como estudiante fue todo lo sobresaliente que cabía esperar, se manejaba con las lenguas clásicas hasta el punto que las traducía sin esfuerzo, leía infatigablemente cualquier cosa que caía en sus manos, tanto fuera de letras como de ciencias, pero además del estudio, el juego y el ron fueron sus compañeros, las deudas de juego se hicieron inmanejables, hasta tal punto que la relación con su padre se hizo insoportable, tanto que dejó de pagarle la universidad.

En 1827 la amistad con un impresor le permitió publicar su primer libro de poemas, pero el libro no se vendió, y la miseria se apoderó de él. Para sobrevivir se alistó en el ejército, donde fue ascendido a sargento mayor. Con la precaria ayuda de su padre, con el que tenía constantes disputas por, lo que su padre decía que era una vida de vagancia continua la de su hijo, nuestro autor ingreso en la academia de West Point, aprobó sin dificultad todos los exámenes de ingreso, pero la vida militar no fue de su agrado, por lo que decidió hacerse expulsar, para así no violar el juramento realizado. Fue muy fácil tan sólo tuvo que realizar desobediencias, no asistir a servicios religiosos y faltar a clases, y todo eso le valió una expulsión en regla.

Manuscrito hallado en una botella, fue su cuento vencedor y por el recibió 50 dólares en un concurso cuentos de Baltimore Saturday Visiter.

En 1835, en plena fiebre creadora, nuestro escritor carecía de un traje para poder ir a una invitación para comer, y así se lo hizo saber, avergonzado, a un caballero que buscaba ayudarlo literariamente, tal fue su confesión que su anfitrión lo vinculó a una de las mas prestigiosas revistas de Richmond, donde acabó asumiendo su primer trabajo estable.

La salud de nuestro escritor no andaba muy bien y su corazón necesitaba un estímulo que el opio le daba, y bajo su influencia escribió numerosos cuentos que fueron publicados en volúmenes en 1838, 1839 etc.

En verano de 1844 el poema « El cuervo » alcanzó la versión definitiva, pues siempre estaba cambiando retoques.

Nuestro escritor temía a la oscuridad. En 1847 nuestro autor recae en el opio y el alcohol.

El 7 de octubre de 1849 a las tres de la mañana nuestro autor murió fisicamente aunque siempre vivirá en la literatura.

Edgar Allan Poe es uno de mis autores preferidos y muy influyente en mis brelatos.

Breve biografía extraída de la biografía escrita por Julio Cortázar para el círculo de lectores en 1979.