Cuando Ana María nos pidió que le hiciéramos la mesa dulce de la comunión de su hijo Guillermo nos hizo mucha ilusión, pero cuando además nos cambiaron el tema de la mesa, en principio era de fútbol, a Harry Potter se duplicaron las posibilidades de éxito porque el tema daba mucho más de sí.
Este año los globos nos dieron mucho juego para llenar los centros de mesa.
Nuestra intención en un `principio era colgar las llaves y las velas del techo, pero no pudimos, así que llenamos las mesas con ellas, poniendo una en cada plato, además de la invitación que Ana María no envió y una pequeña varita en cada servilleta,
y un ejemplar del Daily Prophet,
con el menú en su interior,
La mesa de los niños, montada en "U",
tenían cada uno su mantel individual,
su plato, servilleta, servilletero, saquito de monedas, vaso, menú,
y una varita mágica con el nombre de cada uno de ellos.
en los vasos, había unas gafas, una snitch y un lápiz negro.
En los centros de globos, el escudo de Gryffindor, las iniciales de Guillermo, confettis de estrellas y lunas y
los nombres de las mesas que fueron las 4 casas de Hogwarts y el Banco Gringotts, eso en cuanto al comedor en general.
La mesa dulce, en la que no faltó un detalle.
Encontrar las chuches adecuadas para esta mesa no fué fácil, pero gracias a Internet todo es posible,
el coche volador,
el pensadero de Dumbledore, hecho con gelatina,
los batidos, los cake pops,
las piruletas,
los calderos de palomitas,
las chocolatinas, para usar en caso de ataque de los dementores,
la tarta,
las nimbus 2000, llenas de gominolas,
las galletas mágicas,
gominolas de regaliz,
sombreros de lacasitos,
moras,
mandrágoras de magdalena,
No podía faltar Dobby, escondido,
polvos flu para viajar de chimenea en chimenea
una guirnalda con el nombre de Guillermo, escrito en snitches,
carteles, búhos, velas y pócimas por toda la mesa
Además había otra mesa, con los recordatorios,
su nombre en galletas,
unas galletas de recuerdo más "formales",
las fotos para repartir entre la familia,
unos rosarios de lunares,
y el árbol de huellas, que todos los niños usaron y firmaron.
El andén 9 3/4 como fondo del fotocol,
y los calcetines para salvar a Dobby.
Juan Carlos, el padre de Guillermo, vino con su coche vacío para llevarse el material a Granada y no daba crédito cuando vió que se lo habíamos llenado de cajas y que ni nosotras ni nuestras maletas íbamos con él, no cabía un alfiler.
Conseguimos que nadie entrara en el comedor antes que la familia de Guillermo y con el comedor a oscuras y con todas las velas encendidas, creo que se llevaron una grata sorpresa y se quedaron sin palabras.
Muchas gracias Ana Maria y Juan Carlos por confiar en nosotras para montar esta comunión y de verdad que fué un placer, porque los meses que pasamos planificando, buscando, imprimiendo y recortando cada uno de los detalles fueron una maravilla.