No se bien la edad, pero creo que tendría unos doce años. Al llegar a casa y entrar en mi dormitorio veo en mi cama un tipo tirado cara hacia arriba, con los brazos y piernas en forma de "ve corta" apuntando hacia los pies.
Me sobresalté unos segundos para enseguida darme cuenta que se trataba de un muñeco.
Creí que era uno de esos "espantapájaros", pero era que mi vieja había hecho uno para quemar por fin de año, lleno de cohetes y cañitas voladoras, entre sus ropas.
Fue una gran diversión para ella, para nosotros y mi papá que todo el tiempo decía que tuviésemos cuidado con quemarnos. El 31 de diciembre a las 24 horas de ese año, en el fondo de casa, en el lugar de las hamacas, se hizo la ceremonia de prender fuego al muñeco colgado, que hizo participar a los oidos y ojos de los vecinos cercanos, con las luces y explosiones. Obviamente éstos agrandados un poco por mi imaginación.
Fue también muy divertido el cierre del ritual apagando con baldes de agua los restos que quedaban, siguiendo en este caso las indicaciones de mi viejo.
En aquéllos tiempos, según recuerdo, el Rey Momo era un acontecimiento importante del Brasil, Uruguay a algún que otro pueblo pequeño que se habría contagiado.
Con los años, acá nomás de donde vivo, en La Ciudad de La Plata, se queman toda clase de ingeniosas y muy grandes figuras hechas por los vecinos de distintos barrios que, hasta contratan arquitectos e ingenieros para hacer las cosas del mejor nivel posible.
A su vez, cuentan con supervisión y aprobación municipal.Son financiados por importantes comercios y empresas de la zona, y la ayuda con dinero y mano de obra de distintos vecinos de todas las edades. Algunos se quedan de guardia dia y noche para evitar incendios y otros accidentes.
Es hoy, sin exagerar, un atractivo turístico de gran interés local, al cual concurren personas de diferentes lugares y se otorgan importantísimos premios a los mejores. Obviamente salen por la televisión y diarios diversos.
Lo que es, el muñeco que aquella vez había hecho mi mamá y que en familia quemamos en el lugar de las hamacas al fondo de la casa, no le quita nada como gran suceso a los "momos" actuales.
viernes, 30 de diciembre de 2011
sábado, 24 de diciembre de 2011
TE CUENTO
Te cuento que en la infancia tuve momentos de grandes fiestas, no tanto por lo material, sino por otras cosas.
Destellos que fueron y vinieron como luces de arbolito, que en mi memoria permanecen presentes.
Era un gran Pesebre el que armábamos entre todos, guiados por mi mamá que ponía mucho entusiasmo en esas cosas de sentido religioso; al menos ella así nos inculcaba.
Alegría y fiesta hasta en los rincones. Tal vez las arañitas observaban con interés desde el techo.
En la estufa hogar, al cento de una larga pared como de unos seis metros, se armaba el Nacimiento con todos los detalles y elementos tradicionales. Y, hacia los costados se completaba el resto de esa extensión con montañas hechas de papel madera, lagos y ríos con espejos y, desfilaban pastores, granjeros y otros personajes. al mismo tiempo que habían bueyes, mulas, ovejas, patos y etc.
Alguno de nosotros agregábamos alguna cosa de manufactura propia. Recuerdo haber puesto una casita que hice con algo parecido a la plastilina. Y que la entonces, hermana chiquita que hoy es escultora y ceramista profesional, aportó algo que había hecho con sus manitos, reflejando desde entonces un don particular.
Al arbolito lo hacíamos, pero se le daba menor importancia, esa era la costumbre que se nos había inculcado.
En realidad, no se mencionaba a Papá Noel, ya que el centro de la cuestión era el Niño Jesús, y eso, a nadie molestaba.
Destellos que fueron y vinieron como luces de arbolito, que en mi memoria permanecen presentes.
Era un gran Pesebre el que armábamos entre todos, guiados por mi mamá que ponía mucho entusiasmo en esas cosas de sentido religioso; al menos ella así nos inculcaba.
Alegría y fiesta hasta en los rincones. Tal vez las arañitas observaban con interés desde el techo.
En la estufa hogar, al cento de una larga pared como de unos seis metros, se armaba el Nacimiento con todos los detalles y elementos tradicionales. Y, hacia los costados se completaba el resto de esa extensión con montañas hechas de papel madera, lagos y ríos con espejos y, desfilaban pastores, granjeros y otros personajes. al mismo tiempo que habían bueyes, mulas, ovejas, patos y etc.
Alguno de nosotros agregábamos alguna cosa de manufactura propia. Recuerdo haber puesto una casita que hice con algo parecido a la plastilina. Y que la entonces, hermana chiquita que hoy es escultora y ceramista profesional, aportó algo que había hecho con sus manitos, reflejando desde entonces un don particular.
Al arbolito lo hacíamos, pero se le daba menor importancia, esa era la costumbre que se nos había inculcado.
En realidad, no se mencionaba a Papá Noel, ya que el centro de la cuestión era el Niño Jesús, y eso, a nadie molestaba.
martes, 13 de diciembre de 2011
ALFAJORES
Por aquel entonces teníamos un negocio en la misma casa que alquilábamos, de esa manera equilibrábamos el presupuesto.
No te voy a decir que estábamos como para "tirar manteca al techo" pero en medio de plena inflación pudimos subsistir y mantener a nuestros hijos.
Sin lujos pero bien. Estábamos bastante acostumbrados a la lucha y entonces había algo de aprendizaje.
Mi esposa, que atendía también el negocio, le tocaba quedarse con los chicos, que eran cinco en ese entonces; la casa y hacer la magia de la comida y otras cosas, para lograr vivir felices y en paz.
Yo tenía mi trabajo habitual como asistente social, atendiendo familias en situaciones de conflicto de toda índole y en zonas de riesgo. También arreglaba algún que otro televisor e instalaba antenas y otros trabajos, aprovechando mis estudios y experiencia como técnico en electrónica. A ello se sumaba que cuando estaba en casa atendía los clientes del kiosco, junto al reclamo de afecto de nuestros hijitos, a la vez que con lápiz en mano debía revisar los cambios de precios y preparar los pedidos para que, en muchos casos saliéramos todos "en patota" a visitar a los mayoristas para comprar la mercadería que hiciera falta.
No quiero abundar con otros detalles para no parecer una novela aburrida y eso haga que te canses y dejes de leerme. Lo cierto que fue una de las épocas mas exigidas de lucha para preservar nuestra autonomía y dignidad del hogar que libremente habíamos constituido. Y de paso ponernos a salvo de los invasores de turno que en forma de inquisición nos hacían sufrir mucho con sus actitudes condenatorias por nuestro estilo de vida elegido.
Resulta que, todos los días entraban al negocio cuatro chiquitos antes de ir a la escuela. A esa hora generalmente me encontraba atendiendo, antes de salir a trabajar para aliviar a mi mujer. El hermano mayor tendría unos diez años y rutinariamente se acercaba al mostrador para hablarme mientras compraba algunas golosinas y mientras tanto, sus hermanitos, jugaban dentro del salón en apariencia muy tranquilos.
Hasta que, en una de las veces, observé que la mas chiquitita -unos seis años- aprovechó la circunstancia para meter la manito en una vitrina para hurtar alfajores. Todo indicaba que estaba experimentada y que se llevaban los cuatro muy de acuerdo en la táctica de distracción y robo.
Gran conflicto en mi interior frente a la situación, pero por los resultados, parece que la encaré adecuadamente.
Lo que hice fue mostrarme muy herido por lo que era una traición de confianza para mi . Les hablé poco, les mostré mi disgusto, les advertí que no lo volvieran a hacer y, no les reclame ninguna devolución haciendo como que había sido la primera vez y les dije que volvieran cuantas veces quisieran, que no los iba a tratar mal. LOS PERDONÉ.
Estos chicos siguieron yendo al negocio, mas vigilados por mi y nunca mas se habló del hecho.
TRANSCURRIERON UN PAR DE AÑOS y me encontré con el mayor de ellos. Al reconocernos, me saludo con afecto mostrando agradecimiento por aquél histórico "sermón" para sus vidas. Pienso que lo que prevaleció en ellos fue mi falta de rencor.
No te voy a decir que estábamos como para "tirar manteca al techo" pero en medio de plena inflación pudimos subsistir y mantener a nuestros hijos.
Sin lujos pero bien. Estábamos bastante acostumbrados a la lucha y entonces había algo de aprendizaje.
Mi esposa, que atendía también el negocio, le tocaba quedarse con los chicos, que eran cinco en ese entonces; la casa y hacer la magia de la comida y otras cosas, para lograr vivir felices y en paz.
Yo tenía mi trabajo habitual como asistente social, atendiendo familias en situaciones de conflicto de toda índole y en zonas de riesgo. También arreglaba algún que otro televisor e instalaba antenas y otros trabajos, aprovechando mis estudios y experiencia como técnico en electrónica. A ello se sumaba que cuando estaba en casa atendía los clientes del kiosco, junto al reclamo de afecto de nuestros hijitos, a la vez que con lápiz en mano debía revisar los cambios de precios y preparar los pedidos para que, en muchos casos saliéramos todos "en patota" a visitar a los mayoristas para comprar la mercadería que hiciera falta.
No quiero abundar con otros detalles para no parecer una novela aburrida y eso haga que te canses y dejes de leerme. Lo cierto que fue una de las épocas mas exigidas de lucha para preservar nuestra autonomía y dignidad del hogar que libremente habíamos constituido. Y de paso ponernos a salvo de los invasores de turno que en forma de inquisición nos hacían sufrir mucho con sus actitudes condenatorias por nuestro estilo de vida elegido.
Resulta que, todos los días entraban al negocio cuatro chiquitos antes de ir a la escuela. A esa hora generalmente me encontraba atendiendo, antes de salir a trabajar para aliviar a mi mujer. El hermano mayor tendría unos diez años y rutinariamente se acercaba al mostrador para hablarme mientras compraba algunas golosinas y mientras tanto, sus hermanitos, jugaban dentro del salón en apariencia muy tranquilos.
Hasta que, en una de las veces, observé que la mas chiquitita -unos seis años- aprovechó la circunstancia para meter la manito en una vitrina para hurtar alfajores. Todo indicaba que estaba experimentada y que se llevaban los cuatro muy de acuerdo en la táctica de distracción y robo.
Gran conflicto en mi interior frente a la situación, pero por los resultados, parece que la encaré adecuadamente.
Lo que hice fue mostrarme muy herido por lo que era una traición de confianza para mi . Les hablé poco, les mostré mi disgusto, les advertí que no lo volvieran a hacer y, no les reclame ninguna devolución haciendo como que había sido la primera vez y les dije que volvieran cuantas veces quisieran, que no los iba a tratar mal. LOS PERDONÉ.
Estos chicos siguieron yendo al negocio, mas vigilados por mi y nunca mas se habló del hecho.
TRANSCURRIERON UN PAR DE AÑOS y me encontré con el mayor de ellos. Al reconocernos, me saludo con afecto mostrando agradecimiento por aquél histórico "sermón" para sus vidas. Pienso que lo que prevaleció en ellos fue mi falta de rencor.
lunes, 5 de diciembre de 2011
EL FALTAZO
Hace unos dias salió por televisión haciendo mucho estruendo un homenaje a una jovencita que había llevado nueve años ininterrumpidos sin faltar a la escuela.
Como estoy acostumbrado a hacer lectura de rostro, pude notar reflejado en la niña una especie de alegría sobreactuada. Era como que estaba soportando una gran presión de imagen.
Entonces me hice una pregunta a mi mismo de ¿que pasaría si un día decide faltar por el simple hecho de cambiar su rutina o de querer ir a pasear con sus papás por ejemplo? ¿tendría libertad para hacerlo?
En nuestro caso, siempre hemos pensado que de vez en cuando "tirarse una canita al aire" daba buenos resultados, mejoraba la motivación y los resultados en el cumplimiento de las obligaciones.
Por lo cual, de pronto un día organizábamos un "paseo loco" fuera de esquemas rutinarios y los chicos ese día faltaban a la escuela.
Esas veces fueron históricas y de fiesta. No solamente no los olvidaron mas, por el especial sabor que les dejó en la memoria. Sino que retomábamos el ritmo con alegría y nuevas energías.
Asi mejorábamos en una cosa especialmente importante, como es, mejorar el vínculo entre nosotros.
Hay momentos en que solo la familia cuenta y dejan huellas importantes........
jueves, 17 de noviembre de 2011
CLIMA
Hace un tiempo salí por la calle caminando para realizar algunas cosillas varias. Me encontraba en mi mejor estado de ánimo. O sea, así como te lo digo. La Paz del Alma estaba en mí. No eufórico, sino contento; no desbordado, sino en equilibrio.
A su vez era un hermoso día en todos los aspectos que acostumbramos, creo que muchos, a fijarnos. Sol, árboles resplandecientes de vida, vientito suave, buena temperatura, cantos de pajaritos, etc.
Al encontrarme en la parada del colectivo, que es lo mejor que hay cuando tenés que ir al centro, siempre que no haya que esperar demasiado. Había otra persona callada. Y con mi temperamento, es como que me sale compartir pequeñas cosas, a riesgo de equivocarme si es necesario. Suelo sondear al otro, y le converso si hay quorum. Es un modo de decir.
Miré a esta persona y le dije con buen talante ¡que dia! ¿no le parece? Como queriendo expresar que era hermoso en el sentido en que te lo dije arriba.
Pero mi interlocutor presunto, se ve que estaba con un estado de ánimo diferente al mío. Entró al diálogo en seguida y me respondió. ¡Si! ¡que dia que tenemos hoy! ¡ con lo que está pasando en los Gobiernos y las crisis financieras!. Todo eso me lo decía sacado de si mismo y enojado, no se con quien, pero enojado al fin.
O sea que, estábamos en órbitas diferentes. Yo le quería decir ¡que lindo dia!. Pero el -como se acostumbra a decir- "lo agarró para el lado de los tomates"
Me quedé muy tranquilo "silbando bajito" y esperando el colectivo. Y, eso si, dentro de mi Paz .
A su vez era un hermoso día en todos los aspectos que acostumbramos, creo que muchos, a fijarnos. Sol, árboles resplandecientes de vida, vientito suave, buena temperatura, cantos de pajaritos, etc.
Al encontrarme en la parada del colectivo, que es lo mejor que hay cuando tenés que ir al centro, siempre que no haya que esperar demasiado. Había otra persona callada. Y con mi temperamento, es como que me sale compartir pequeñas cosas, a riesgo de equivocarme si es necesario. Suelo sondear al otro, y le converso si hay quorum. Es un modo de decir.
Miré a esta persona y le dije con buen talante ¡que dia! ¿no le parece? Como queriendo expresar que era hermoso en el sentido en que te lo dije arriba.
Pero mi interlocutor presunto, se ve que estaba con un estado de ánimo diferente al mío. Entró al diálogo en seguida y me respondió. ¡Si! ¡que dia que tenemos hoy! ¡ con lo que está pasando en los Gobiernos y las crisis financieras!. Todo eso me lo decía sacado de si mismo y enojado, no se con quien, pero enojado al fin.
O sea que, estábamos en órbitas diferentes. Yo le quería decir ¡que lindo dia!. Pero el -como se acostumbra a decir- "lo agarró para el lado de los tomates"
Me quedé muy tranquilo "silbando bajito" y esperando el colectivo. Y, eso si, dentro de mi Paz .
miércoles, 9 de noviembre de 2011
ABRIR LOS OJOS
El asunto esencial, es abrir bien los ojos para conocernos entre nosotros. Estamos llenos de preconceptos. La tendencia es sacar conclusiones unos de los otros guiándonos por falsas imágenes.
La pregunta es ¿que hay detrás de la fachada?
Cuando iba a la escuela secundaria, estando en los 17 años, había uno de los compañeros, llamado Carlos que acostumbraba a estar aislado y no tenía amistad con nadie.
Como le iba muy mal en las notas y siempre estaba embroncado, ello me despertó gran curiosidad, ya que además de todo eso, éramos vecinos. Resultó para mi ser un desafío el hecho de tener que ganarme su amistad. Pero a pesar de los distintos intentos, siempre me salía con un mal modo o alguna agresión de mal gusto. A pesar de que, incluso había tratado de ayudarlo en las materias sin humillarlo, prestándole algún cuaderno y esas cosas.
Tanto fue su actitud de rechazo que opté por "cerrarle la puerta". "Nunca mas", pensé y lo borré de mis proyectos . Llegué a la conclusión de que se trataba de un mal tipo y chau que te vaya bien.
Transcurrió un cierto tiempo hasta que un día nos cruzamos por la calle del barrio. Como iba manejando me invitó a subir al automovil y lo acepté. Y ya andando,cambió la cara por decirlo así, y se puso a charlar con mucho entusiasmo.
Obviamente, yo lo escuchaba con cierta desconfianza pero, como dicen que las segundas oportunidades son convenientes, fui amistoso en consecuencia.
A cierto punto de la conversación se quedó callado y serio. Y de pronto me soprendió y cambió mis esquemas, PÍDIENDOME DISCULPAS por los modos con que había actuado y me confió que tenía una seria enfermedad en la glándula tiroides que le afectaba el sistema nervioso.
Le crei porque fue un buen gesto de humildad y eso lo explicaba todo. Además de ello, me di cuenta que, como agravante, la misma situación le había bajado la autoestima.
Así nació un amigo.
martes, 1 de noviembre de 2011
MUY ORDINARIA
Esta es una NARRACIÓN ORDINARIA. Tan ordinaria que la suelo ver muy de cerca y muy seguido.
Mientras estaba en la calle caminando, veo pasar a dos patrulleros policiales a "todo trapo", o sea velózmente.
Lo que mas me impresiona es la falta de asombro, ya que no suele causar el revuelo que antes provocaba. Ya que cuando muchos éramos pequeños, el sonido de la sirena era novedad y causaba mucho susto. En cambio hoy, a uno suele producirle algo así como un escalofrío que así como viene se va. La duda que me queda, es que si se va o se suma.
Luego pongo en marcha la camioneta y sigo viaje, a esa altura, olvidado de los patrulleros. Hasta que, a las pocas cuadras tuve que disminuir la marcha, poner baliza. A cierta distancia se veía que se había armado un tole tole y el tránsito estaba cortado.
Alli estaban otra vez los patrulleros y un montón de gente agolpada hablando agitadamente. Enseguida me topé entonces con los vecinos muy nerviosos, un automóvil chocado, una motocicleta retorcida por el impacto y un joven fallecido.
Así nomás, muerto como si tal cosa.
Al día siguiente no figuraba en los diarios de este accidente. Se hablaba si,de otros muy parecidos, dos en total. Me quedé pensando entonces de que habrán habido otros mas de los que tal vez tampoco se supo.............
Mientras estaba en la calle caminando, veo pasar a dos patrulleros policiales a "todo trapo", o sea velózmente.
Lo que mas me impresiona es la falta de asombro, ya que no suele causar el revuelo que antes provocaba. Ya que cuando muchos éramos pequeños, el sonido de la sirena era novedad y causaba mucho susto. En cambio hoy, a uno suele producirle algo así como un escalofrío que así como viene se va. La duda que me queda, es que si se va o se suma.
Luego pongo en marcha la camioneta y sigo viaje, a esa altura, olvidado de los patrulleros. Hasta que, a las pocas cuadras tuve que disminuir la marcha, poner baliza. A cierta distancia se veía que se había armado un tole tole y el tránsito estaba cortado.
Alli estaban otra vez los patrulleros y un montón de gente agolpada hablando agitadamente. Enseguida me topé entonces con los vecinos muy nerviosos, un automóvil chocado, una motocicleta retorcida por el impacto y un joven fallecido.
Así nomás, muerto como si tal cosa.
Al día siguiente no figuraba en los diarios de este accidente. Se hablaba si,de otros muy parecidos, dos en total. Me quedé pensando entonces de que habrán habido otros mas de los que tal vez tampoco se supo.............
lunes, 24 de octubre de 2011
SU PROPIO ESTILO
Algunos dicen que elegimos como vivir, otros de que somos producto de las circunstancias. En realidad personalmente pienso que vamos eligiendo un modo según éstas se nos vayan presentando y, a ese estilo que optamos, lo podemos ir modelando con el tiempo, de acuerdo a nuestras nuevas inquietudes. Ya que, indiscutiblemente, la vida es una caja de sorpresas.
En el caso de Julián, lo conocí cuando el tendría unos cincuenta años. Definitivamente, vivía al modo que el había elegido. Lo cual no se trata solamente de dinero, sino especialmente de buscar el que le quedara como zapato a su medida.
Su casita era sencilla, ubicada en la zona pobre del barrio, adentro tenía todo lo que necesitaba según como lo deseaba. No voy a extenderme para lograr ser leido sin que te aburras por la extensión. Me voy a circunscribir al hecho de que prefería vivir de changas, como decimos aquí, o sea de trabajos diversos, tales como jardinería, reparaciones del hogar etc. Quiero destacar entonces las herramientas que, con su ingenio había construido para poder defenderse en su trabajo.
Había hecho una bordeadora con una licuadora puesta en forma invertida sobre un caño. Una máquina de cortar césped con una aspiradora de esas de las de antes, tipo Yelmo, que cuentan con tres rodillos. Una soldadora eléctrica con bobinas fabricadas con cables en desuso, que por cierto estaba muy bien hecha. Otras tantas herramientas manuales que sería extenso enumerar.
Tenía una huerta prolija y unas aves de corral.
No le faltaba nada, tenía buen ánimo, pese a contar con un pasado algo tortuoso, que lo había impulsado a alejarse de sus familiares.
Los vecinos lo aceptaban y le ofrecían trabajo. Lo cual le alcanzaba para subsistir dignamente.
Solía expresar con bastante vehemencia ...."tengo todo lo que quiero y quiero todo lo que tengo".
En el caso de Julián, lo conocí cuando el tendría unos cincuenta años. Definitivamente, vivía al modo que el había elegido. Lo cual no se trata solamente de dinero, sino especialmente de buscar el que le quedara como zapato a su medida.
Su casita era sencilla, ubicada en la zona pobre del barrio, adentro tenía todo lo que necesitaba según como lo deseaba. No voy a extenderme para lograr ser leido sin que te aburras por la extensión. Me voy a circunscribir al hecho de que prefería vivir de changas, como decimos aquí, o sea de trabajos diversos, tales como jardinería, reparaciones del hogar etc. Quiero destacar entonces las herramientas que, con su ingenio había construido para poder defenderse en su trabajo.
Había hecho una bordeadora con una licuadora puesta en forma invertida sobre un caño. Una máquina de cortar césped con una aspiradora de esas de las de antes, tipo Yelmo, que cuentan con tres rodillos. Una soldadora eléctrica con bobinas fabricadas con cables en desuso, que por cierto estaba muy bien hecha. Otras tantas herramientas manuales que sería extenso enumerar.
Tenía una huerta prolija y unas aves de corral.
No le faltaba nada, tenía buen ánimo, pese a contar con un pasado algo tortuoso, que lo había impulsado a alejarse de sus familiares.
Los vecinos lo aceptaban y le ofrecían trabajo. Lo cual le alcanzaba para subsistir dignamente.
Solía expresar con bastante vehemencia ...."tengo todo lo que quiero y quiero todo lo que tengo".
miércoles, 21 de septiembre de 2011
AQUELLA ANCIANA
Claro está que eran tiempos muy difíciles. La economía en el pais estaba a punto de estallar.Todos teníamos la cabeza que parecía una calculadora. Era tal la inflación en esos tiempos que hasta se estudiaba la forma de ir a pagar el último día de los vencimientos para que el dinero, al inflarse, nos rindiera más.
Pero, sinceramente, ya no se sabía que era primero, si el huevo o la gallina. O sea, no se sabía bien si la causa era la psicosis colectiva y los rumores la que ocasionaba las dificultades económicas. O si realmente era el endeudamiento de la nación.-
Como si ésto fuera poco, nos bombardeaban psicológicamente desde afuera, con la complicidad de la parte mala de las comunicaciones, agrandándonos la situación con aquello de deuda externa o del llamado riesgo país. Que numéricamente subía diariamente para que, de yapa, nos sintiéramos peor.
También se sumaba el concepto de paises ricos y paises pobres. Siendo que Argentina se creia estar siempre en Tercer Mundo.
Ahora de desata la gran crisis en el llamado Primer Mundo, estallando lo que se viene reprimiendo desde hace muchos años. Y los que, se rasgaban las vestiduras en aquel entonces, hoy tienen que correr la cortina para dejar de simular.
Pero mas alla de analizar la economía global. Me voy a circunscribir a una anécdota. Por favor seguime leyendo otro poquito.
Resulta entonces que, por lo que contaba al comienzo en los bancos se agolpaban montones de personas haciendo cola para pagar en los días diez aproximadamente. Y, por supuesto todo el mundo nervioso y con una actitud nada positiva por cierto. Si hasta hubo violencia desde afuera de los bancos y discusiones calientes desde adentro de los mismos. Me acuerdo que era agobiante porque algunos dias tenía que ir a tres bancos en la misma jornada y hacer la correspondiente cola. Cabe acotar que no existían los cajeros automáticos y otras simplificaciones técnicas que evitan que se arroje mas leña al fuego.
Dentro de ese clima nervioso y de discusiones no fructíferas, para nada coherentes, ya que la vida parecía girar solamente alrededor del Poderoso Caballero Don Dinero. Una viejita permanecía sentada porque no podía estar parada debido a su salud....hizo callar a todos....hablando con voz dulce y pausada dijo......de manera quijotezca y con cara de broma pícara con un fondo de tristeza....."lo que es yo, vivo solita, no tengo a nadie, entonces cada vez que me aburro y me siento triste, salgo de casa y me hago la cola de un banco y de esa forma me divierto un poco".
Se produjo un gran silencio y los que estábamos alli no tuvimos coraje de seguir protestando........
jueves, 15 de septiembre de 2011
RAÍCES
Alla en mi pueblo cerca de la estación del ferrocarril. Cada tanto aparecía ella, montada sobre un imponente caballo. Muy tranquilos ambos, se plantaban allí, como si fuesen algo así como una estatua.
Era de estatura muy pequeña, delgada, de piel curtida por el sol, con el brillo propio de su piel oscura que éste le habría brindado a través de los años, que, se comentaba, eran mucho mas de cien.
Los chicos nos agolpábamos curiosos por el solo hecho de sentirnos atraidos a mirarla. Se nos mezclaba la curiosidad con el miedo y el respeto que nos inspiraba. Solamente nos quedábamos allí, quietos, mirándola, con los ojos pegados a su imagen. No soltábamos ninguna palabra porque creo que no nos animábamos. Se podría decir que la rodeaba un aura de silencio provocado por su vida transcurrida y vaya uno a saber porqué.
Con mi rica imaginación de niño, me parecía creer que la rodeaban los fantasmas de sus ancestros, que le hacían compañía para que no quedase sola. Era tan segura de si misma, que creía entonces que estaba muy acompañada, aunque nosotros no lo viéramos.
Permanecía en silencio, esbozaba una sonrisa tranquila y amistosa, pero luego pegaba la vuelta y regresaba al trote hacia el paraje que había detrás de las vías; que en esos tiempos venía a ser algo así como el otro lado del pueblo. Era la zona precaria por el estilo de vida, la que a través de un arroyo,se comunicaba con el Río de La Plata a la altura dela Selva Marginal.
El comentario de los adultos expresaba que habitaba un ranchito de barro metido en el gran pantano y el tupido follaje, que se caracterizaba por la variedad de plantas y enramadas extrañas, como asimismo por los diferentes animales salvajes que abundaban.
No se conocía su nombre, ni el de sus antepasados. La llamaban la India.
Nunca se supo mas nada de su historia, ni hubo claridad de información sobre su origen. Se decía que era una aborigen de lejanos lugares, algunos que del norte del país, otros que del sur, pero nadie podía afirmar algo sobre ella con precisión.
Tampoco se supo de ella cuando murió. Creo que se debe haber retirado sola para entregar su alma cuando le llegó el momento, en contacto con la naturaleza y en paz. Costumbre frecuente en muchos indígenas.
El legado que nos dejó, fue una gran intriga y una sensación de trascendencia que inculcaba mucho respeto.
martes, 6 de septiembre de 2011
LOS DIAS DE DESCANSO
Ese dia salía una señora del banco protestando a viva voz como queriendo trasladar su inquietud al primero que se le cruzara en el camino.
Allí estaba justamente yo en su sendero. Me miró a los ojos y yo le hice un gesto como diciéndole "que bicho te ha picado".
Al ver mi curiosidad que ella misma había provocado, me dijo enfáticamente que "recién venía de las vacaciones y ya la estaban esperando mil problemas". Ante lo cual le dije que "ya que usted busca que le hable, "agárrese fuerte porque le voy a decir lo que pienso", "y es precisamente preguntarle para que se fue de viaje si le esperan complicaciones que pudo haber evitado".
Ante la inesperada respuesta, se quedó sin palabras y se fue caminando y mirando al suelo sin decir nada mas.
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Es que precisamente siempre pensé que hay vivir cada día con la mayor paz posible y no estar "meta que planificar a cada momento" e incluso gastar plata antes de usarla; como dicen por aquí "no vender la leche antes de ordeñar la vaca"; no gastar el tiempo pensando en el fin de semana, sin disfrutar el lunes por ejemplo, o los demás dias que la vida nos da.
Este preciso momento es lo que mas poseo, ahora mismo estoy viviendo.
Si de pronto puedo hacer un viajecito o una fiesta, ¡Bienvenidos sean!.Si estoy vivo ¡bendito sea!
miércoles, 24 de agosto de 2011
DOLOR ESCONDIDO
Estábamos de visita en la casa de los abuelos con nuestros pequeños hijos. Se encontraban también sus primitos.
Jugaron contentos en el fondo muy entusiasmados.
Todo bien, todo en orden.Los mayores muy dicharacheros pasábamos un buen rato.
En un momento nos despertó de la conversación, el hecho de querer ver que era lo que estaban haciendo los chicos.
Habían preparado una fogatita que no se como se ingeniaron para armar y poder encender.
Baaasta chiiicos dejen eso que se van a queeemar, dijeron las mamás en apariencia asumiendo un papel muy controlador. Y los padres, muy padres, respaldamos la actitud de las mismas, Pero la realidad es que estábamos en nuestros debates o posiblemente algún chusmerío de vaya a saber que.
Todo en orden, todo bien.
Volvimos luego a casa a organizar la cena y esas cosas...
Mi hijo mayor, aun pequeño y menor que sus primos, estaba medio callado...algo así como conmocionado. Hasta que de pronto se largó a llorar con desconsuelo y exclamando, con mezcla de enojo e incomprensión....¡¿porque quemaron al bichito?!...¿porqué lo quemaron?....
Ese día solamente el sueño lo pudo conformar........
miércoles, 17 de agosto de 2011
COSAS DE NIÑOS
Las casas tienen rincones que solamente de niño se comprenden; resultan mágicos.
Creo que en ellos permanecen los fantasmas de las historias alli vivídas.
Había un lugar en casa que precisamente era el galpón de las herramientas; al mismo tiempo que mas adelante fue también la cochera desde que mi papá logró comprar su primer auto.
Mientras tanto resultó ser para nosotros un sitio para distintas aventuras. Como cuando pasó a ser un Museo de Bichos y Mariposas, que con mi hermano cazábamos inocentemente y luego pinchábamos con alfileres sobre cartones exhibidores. No había maldad en nuestra intención, ni conciencia de mal en ello, por aquellos tiempos.
El gran chasco lo tuvimos cuando volviendo de la escuela, fuimos corriendo hacia nuestro museo, del cual estábamos tan orgullosos y al que tanto trabajo le habíamos dedicado. Nos encontramos con la sorpresa de que las gallinas se habían soltado del gallinero y entraron sin permiso para comerse toda la colección.
Moraleja.- dejar tranquila a la naturaleza
miércoles, 10 de agosto de 2011
PARAISO
La viejita de ojos dulces pero de mirada triste estaba muriendo.
Adelante de ella, desfilaban todos los recuerdos juntos, pero tenía la capacidad de sentirlos uno por uno. Todas las personas y situaciones con que compartió su vida pasaban frente a ella.
Parados cerca de su lecho, estaban los que la amaban y tambien los que especulaban con su herencia.
Ella tenía el espíritu muy lejos de allí. Las huellas de su cara no engañaban su historia transcurrida.
Mantenía serenidad en su rostro y miraba a su alrededor con ternura impactante.
Un nenito muy sincero le tomó la mano y pleno de amor, con voz baja le preguntó al oido si tenía MIEDO DE MORIR.
Ella le contestó con voz pausada... "no hijo....miedo no, lo que tengo es una gran curiosidad"
Al ratito expiró con una gran sonrisa.
sábado, 16 de julio de 2011
EL MATABURROS
Siendo bastante chico iba con mi papá en el auto por el pueblo donde vivíamos.
De por sí en aquel entonces era bastante lindo , lleno de árboles, con calles de tierra y casas lindas de todo estilo.
Llevo en mi memoria, claros recuerdos grabados de como fue que nos detuvimos en una de éstas y bajamos los dos para conversar con un amigo de el; que se encontraba sentado en un sillón del jardín, con un grueso libro entre sus manos. El cual le dijo con tono apasionado que se encontraba leyendo nada menos que el Diccionario.
Ya desde hace tiempo en casa, reunidos con mis hijos alrededor de la mesa acostumbramos a jugar, entre otros; a un juego muy entretenido, que tal vez alguno de ustedes conozca. Se llama precisamente así, El Diccionario. Realmente es muy divertido y al mismo tiempo, aleccionador.
A los doce o trece años, cuando terminé el sexto grado, que se llamaba primaria, porque era la primer etapa. Mi viejo, como se dice cariñosamente aquí, a manera de estímulo me regaló nada menos que un diccionario.
Le debo precisamente una importante enseñanza. Había sido periodista, incluso traductor y aficionado a los crucigramas y otros entretenimientos por el estilo , cuya inclinación contagió en mi. Le gustaba usar bien las palabras y expresarse correctamente, pero con humildad. Cuando apareció la televisión, se enojaba bastante cuando algún relator hablaba inadecuadamente. Y eso que en sus tiempos no existía la Facultad de Periodismo, era un autodidacta o autodidacto como el lo decía.
Entonces, cada vez que tengo una duda recurro al diccionario. Acá se dice en broma "cachá el mataburros que no muerde".
Esta costumbre se ha arraigado también en mis hijos. Es como un ritual con un agradable sabor a libro. Es una tradición tan sagrada como cualquier otra. Una costumbre añejada cual una vieja biblioteca.
Nos ayuda a no cometer faltas de ortografía y a desarrollar la humildad y la autocrítica; ya que uno acepta con alegría la cortés corrección de alguien cuando me equivoco en el uso de una palabra, enriqueciendo en consecuencia a la misma Doña Convivencia.
Es cierto que con la computadora se le puede preguntar a esa gentil señora Doña RAE, pero, que no se vaya ofender, ya que por el momento no recurro a ella en primer paso, sino que le rindo homenaje a mi querido e inolvidable Viejo.
Si alguno de ustedes, encuentra algún error en éste o alguno de mis escritos; se lo agradeceré profundamente. Gracias por leer.
viernes, 8 de julio de 2011
HERRAMIENTA
Desde chico he tenido el hábito de usar cotidianamente las manos tanto para las herramientas, reparando y construyendo cosas, como para escribir.
A los dieciséis años se me dio por estudiar dactilografía. Escribir al tacto, o sea sin mirar el teclado, me desarrolló una capacidad nueva, al mismo tiempo que me habilitó para distintas ocupaciones laborales; llegando a resultarme imprescindible durante casi toda mi vida.
Por otro lado, al hecho de haber nacido zurdo y que me hayan corregido, de lo cual tengo borrosos recuerdos. Tuve en la mano derecha dos importantes accidentes y dos serias mordeduras de perro hasta los huesos. En uno de aquellos se me cortaron tres tendones y casi la pierdo, y, en el otro perdí un pedacito del dedo meñique.
Por milagro y con esfuerzo recuperé esa mano y la rehabilité salvo algunos detalles que logro manejar.
Continúo entonces, haciendo actividades manuales diversas, entre las cuales escribo en forma tradicional y con el teclado.Dentro de todo me sale bastante bien y no hay rastros muy visibles.
El último comentario que te quiero hacer es que hice poner en condiciones una máquina de escribir antigua, porque tengo predilección por esas cosas. Entonces continúo también con ella desarrollando mi mente y agilizando mis manos además de otras tareas.
De algún modo, ya que fui impedido en mi zurdera, he terminado siendo un buen ambidextro.
martes, 28 de junio de 2011
CHIQUITOS
Cuando uno era un chiquito, por ejemplo cuando se iba dormir, imaginaba cosas con las sombras que proyectaban los objetos que había en el cuarto y se asustaba. Todavía recuerdo aquéllas figuras.El miedo existía como algo natural.
Algunas personas nos contaban cuentos de sustos, como "el viejo de la bolsa", "caperucita y el lobo" y otros como esos.
Se escuchaban rumores, como el ladrón de los techos, vampiros,etc; particularmente en Argentina, se hablaba sobre "la luz mala", "el lobizón", y otros sucesos.
Pero practicamente todo lo que nos contaban eran casi fantasías.
Éramos fácilmente asustadizos, pero muy ingenuos y los temores resultaban ser muy efímeros, ya que así como venían, se iban enseguida.
También nos asustaban las tormentas, los truenos y los granizos....pero se nos pasaba enseguida.
Pero a los niños de ahora, no les basta con taparse la cara con las sábanas. Reciben otra información y, en consecuencia sus miedos son perdurables y lindantes con la realidad; cayendo incluso en fobias y pánico. Sufren otras consecuencias.
Pobres chicos de hoy...la cabecita se les confunde por ejemplo, mezclando amor con violencia. Oyen sobre muchos sucesos y los adultos casi nada le pueden ocultar , como antes por el contrario se acostumbraba. Hoy se enteran de practicamente todo lo que sucede.
Sin embargo son niños igual que los de antes y necesitan refugiarse en los juegos y en la fantasía tal vez mucho mas ....
miércoles, 15 de junio de 2011
MAS ALLÁ DE LAS NARICES
Mirando mas allá del horizonte, tratando de adivinar dónde se esconde el sol. O que se trae el arco iris con sus hermosos colores.
Veo niños y grandes corriendo en búsqueda de la olla de oro. Yendo hacia ella, confundieron el objetivo. El oro mágico comenzó a reemplazarse por el dinero.
¿Que mundo les mostramos a los niños?
Antes de contarles algo, se me cruzan por la mente algunos economistas que estudiaron lo que dieron en llamar propensión al consumo, ésto es el grado de avidez por comprar. Entonces pegaron un giro y crearon la forma de obtener el producto antes de pagarlo, llámese crédito.O sea, dinero, sin sustentarse en la producción. Omitieron en apariencia el esfuerzo, o al menos inculcaron esa mentalidad. Indirectamente, queriéndolo o no, fueron anulando la dignidad.
¿que mundo ofrecemos a los niños?
Hace unos días, una mamá de 25 años que tuvo que abrirse camino sola en la vida. Con una historia complicada e injusta, dado la desprotección en que se encontró y que la llevó a tener un hijo que tiene ocho años y que ella está criando con sacrificio y por un recto sendero; trabajando como empleada doméstica y terminando de cursar el último año de educación secundaria, que la habilitará para continuar con la carrera de enfermería según se lo propuso; nos contaba con gran sencillez como fue que su hijito le dijo que lo que mas deseaba era tener mucha plata, para obtener todo lo que se le vaya ocurriendo.
Ante esa inquietud, ella le respondió -superando sin quererlo y sin saberlo, a aquellos economistas que aludí - "hijo no es necesario para abrirte camino, tener mucho dinero.Basta que con tu trabajo ganes lo justo, eso será suficiente para ser feliz...."
jueves, 9 de junio de 2011
OTRAS YERBAS
Capitalismo y consumismo van de la mano. No interesan tanto las fronteras políticas como los dominios económicos
Hoy la psicología de masas es harto conocida, pero la globalización termina siendo una arma de dos filos.
Es cierto que las ideas no se pueden matar, pero son contagiosas, tanto las buenas como las malas.
El problema de que la gente vaya para donde va Vicente se ha constituido en un alto riesgo. El imperio de la mediocridad se ha difundido
A los grandes capitales les conviene que compremos y no prestemos atención a la manipulación económica, lo cual aumenta progresivamente. Que produzcamos lo que sea para poder tener plata y así necesitar gastarla. Es lógico si no nos importa que es lo que producimos, no nos importará en que invertimos. El consumo compulsivo surge de ello; de una insatisfacción interior. Es un tema muy profundo. La obesidad y el suicidio, son entre otros, dos de sus emergentes.
No puedo olvidar a Doña Pola, esa señora gallega, que para mi y mis hermanos era como una viejita. Nos reunía alrededor de la mesa cuando mis padres habían salido. Nos hacía diversiones como "Antón....Antón Pirulero.....cada cual....cada cual....atiende su juego....y el que no...el que no....una prenda tendrá"; nos relataba cuentos interesantes y anécdotas de la "Mare Patria". Entre otras cosas nos decía con orgullo como fue que cuando las zapatillas estaban demasido caras, el pueblo español se puso de acuerdo y dejó de comprarlas hasta que las tuvieron que bajar de precio. Te estoy hablando de hace mas de medio siglo.
Estuve leyendo por ahí de que se estaba buscando la forma de reeducar al pueblo español en la conducta de consumo. Tratando de encontrar las causas profundas de la crisis financiera.
Mi respeto por ese Noble País. De quien, entre otros paises, espero ansiosamente, nos den un buen ejemplo del cambio que el mundo está necesitando.
martes, 31 de mayo de 2011
SIN NOMBRE
Desde que vivimos en esta zona, estaba ese señor parado en una intersección de avenidas; justo donde el semáforo le daba tiempo suficiente como para hacer su trabajo.
Con una caja en una mano y tres de las golosinas que trata este relato, en la otra, ubicadas como si fuesen dedos. Exclamando en voz muy fuerte: "turrones pa los pibes" "turrones pa los pibes".
Cada vez que pasaba con el auto, allí estaba él, proclamando con entusiasmo su oferta de venta, con la misma música y letra..."turrones pa los pibes", "turrones pa...
Tendría unos sesenta años tal vez. Parco en el modo de saludar, y digno en su actitud, como un buen trabajador.
Pocas veces le compré por la circunstancia de que mis hijos, mi esposa, y yo, no acostumbrábamos a consumir esos turrones.Solamente lo hice en un par de ocasiones y se los regalé a algún chico.
Nos identificábamos el uno al otro, ya que nos cruzábamos casi diariamente.
Y así pasaron dieciséis años con sus días y sus rutinas. En alguna oportunidad cruzamos unas palabras, que el movimiento vehicular no nos permitió continuar.
Nuestras miradas se encontraban y nos saludábamos un poco. Pero no nos conocíamos por decirlo de algún modo.
Lo cierto es que, de pronto ya no estaba mas. Y tomé conciencia de su ausencia, tal vez varios dias después. Se había transformado en algo así como parte del paisaje. Como un cuadro que de tanto estar, uno pierde la noción de su presencia e incluso no notamos su ausencia, si es que lo han sacado del lugar.
Me di cuenta de que ese hombre ya no estaba. No sabía su nombre. Y tampoco si estaba enfermo, vivo o muerto.
Quedó en mi interior como una especie de angustia. Una fea sensación. Era solamente uno mas....era un desconocido.
Aun suenan en mis oídos su exclamación cotidiana que repetía tantas veces por día....creo que le tomé afecto, a el y su cantar.... ¡Turrones pa los pibes!
viernes, 20 de mayo de 2011
SACA TU CONCLUSIÓN
Creo que en cierto modo, sabio, es aquella persona que deja una huella en la vida de los demás.
Una buena persona de mi edad aproximadamente, me contó un pedacito de la historia de su abuelo.
Vino a radicarse en la Argentina cuando tenía catorce de edad, con "una mano atrás y otra adelante".Trabajó mucho hasta que cinco años después fue al puerto a esperar a la novia que había quedado en España.Estaban orillando los mil novecientos. Se casaron, trabajaron y criaron muchos hijos. Este era el orgullo principal de aquellos tiempos. Fueron muy felices durante larga vida, con los condimentos inherentes , tanto sea de dolor como de alegría.
Cuando ella había fallecido, permanecía muchas horas sentado en una silla sobre la vereda, moriría en unos años, mas precisamente a los noventa y tres.
Siempre se lo veía contento, brindando muy buenos modos a todos los que pasaban a su lado.Alegre y de buen talante. Es que se sentía muy bien, muy conforme consigo mismo.
Evidentemente, no se trata de cuanto se vive, sino de cómo lo haces.
Un día un vecino que se detuvo a su lado para cruzar unas palabras, se animó a preguntarle...Dígame Don Manuel ¿como es que se lo ve tan bien?......
Luego de un silencio, éste le respondió: "mira, lo que yo hago es nunca discutir"
Eso no puede ser acotó el vecino de manera un tanto apasionada, es imposible que nunca haya discutido, nadie puede ser capaz de algo así...
Y será como tu lo dices entonces....contestó Don Manuel....
sábado, 14 de mayo de 2011
EXCLUIDOS
Hace un tiempo a la salida del banco me encontré con una de éstas personas que trabajan en el cirujeo con carro y caballo. Nos abrazamos espontáneamente porque hacía tiempo que no nos veíamos. Es que nos conocíamos bastante con el, su esposa y sus hijitos, y nos entendimos bien, a consecuencia del mutuo respeto. Inmediatamente me mostró con emoción las tarifas de la luz y del teléfono, expresándome así, como después de mucho trabajo, había logrado instalar.
Con insistencia me invitó a que los fuera a visitar para que conociera la casa que habían mejorado, con constancia y sacrificio.
La emoción que tengo por ésto no la voy a saber expresar en estas líneas. El vínculo logrado mediante el habernos sabido conocer y aprender uno del otro, ha sido importante y te diría que es así como se contribuye a la historia, entre otras cosas.
De estas personas se dice que estorban con su carro en el que circulan acompañados de sus hijos y en ocasiones por la esposa también.
El otro día vi a una abuelita que tiraba a pulmón de un carrito ayudada con mucho amor y entusiasmo por su nieta de unos doce años tal vez. Quedé conmovido al escucharlas hablar y ver como se trataban entre sí.
Vi también a un viejito, con el amor con que trataba a su caballo y la humildad con que recibía verdura y unos huesos con carne de un señor comerciante.
En realidad -reflexiono- cada uno ve las cosas de alrededor, según su predisposición interior.
Miro adentro mío....y descubro cuánto me falta crecer todavía.
Mis respetos para tantas personas que pasan desapercibidos por su humilde labor y que lo único que precisan es ser bien mirados y ocupar un lugar.......
martes, 3 de mayo de 2011
TRATOS
Hay quienes dicen que los cirujas o cartoneros tratan mal a los caballos.En algunos casos es cierto, pero en la mayoría es exactamente lo contrario. He visto como se desviven por brindarles buenos cuidados, al mismo tiempo de darles afecto. Tambien les demuestran agradecimiento por la ayuda que les brindan. Les tratan de dar agua limpia y la mejor comida posible; incluso muchas veces les compran avena para fortalecerlos. O como ese viejito, que le daba las bananas que le habían regalado y que él podía haberlas comido en su lugar.
En nuestra ciudad por ejemplo, han estructurado un plan de canje de nobles y silenciosos caballos por ruidosas motos para que esta sencilla gente las utilice en reemplazo. Es que muchas veces se opina desde el escritorio y sin conocer los modos de pensar y sentimientos reales de las personas; políticamente es mas redituable, ya que la mayoría de las personas no profundiza y saca conclusiones a la ligera. Ven un caballo lastimado -también sucede con los niños pobres algo parecido- y condenan a todos los que los utilizan. Por empezar, las motos son inadecuadas para ese trabajo, que tiene que ser, necesariamente pausado y cuidadoso. Agregando mas vertiginosidad a la urbe, no se soluciona nada. Los transeúntes debemos ser educados y andar a otro ritmo.Asimismo los grandes camiones que recogen basura, son inevitablemente mas lentos en cualquier país, y posiblemente interrumpan mas que los cartoneros.
No se trata de generar una polémica o producir discordia. Pero ante todo la verdad,con la verdad se construye, lo contrario destruye y genera innecesaria marginalidad. A pesar de mis tantos años de trabajo y de contacto con estas personas; desde hace un tiempo y con la intención de actualizarme y objetivizar mis apreciaciones, me he tomado el trabajo de observar a cuanto carro y caballo ha pasado frente a mí, teniendo en cuenta el estado del animal y la actitud del conductor. Y, hasta ahora,a la mayoría de los caballos los observé bastante bien atendidos y pocas veces he visto agresividad hacia ellos. He constatado algunos equinos flacos y a otros apurados por el conductor, debido al trato del tránsito vehicular que, en una mínima proporción se muestra agresivo o molesto con ellos.
Creo que tendremos que conocernos y educarnos un poco mas unos a otros.Tal vez, si es necesario, ayudar un poco a alimentar a los animales, a la vez que educar a los conductores de los automóviles.
lunes, 25 de abril de 2011
CIRUJA
Hoy por hoy, desde hace unos años, en La Argentina, al tradicional botellero, se lo acostumbra llamar ciruja. Algunas veces cartonero y en algunos paises, trapero.
Los cirujas, de pronto pueden ser niños, jóvenes, adultos y hasta viejitos. Que por cierto, este oficio, tiene sus habilidades y secretos para ser ejercido, como casi cualquier otro.
Con los años que llevo vividos, y el trabajo que he realizado, he tenido la ocasión de conocer muy de cerca a las personas que se dedican a esta tarea.
Hay carritos de cirujeo, que se valen de la tracción humana para trasladarse, unos pocos de la bicicleta, y muchos del caballo, ese hermoso, sensible y noble animal.
Se dicen tantas cosas acerca de los sucesores del botellero. Puedo asegurarles, que en algunos casos, equivocadas e injustas. Debido a aquella costumbre de "poner a todos los gatos en la misma bolsa".
En realidad hay que saber bastante para ejercer este oficio de cirujeo, que conlleva tácitamente un código ético para ser bien ejercido.
Uno de los tantos recuerdos, se refiere a un joven papá que me decía que en la panadería tal, me pagan mucho menos que salir con el carro para ejercer esta tarea y, al mismo tiempo que gano mas, puedo estar con mis hijos que me necesitan.
Te diría que esta actividad, va de la mano con un estilo de vida llamado buena pobreza. Que implica desapego por un lado, vivir el día, y también compartir con quienes se encuentran cerca
No he conocido un tipo de tipo mas generoso que el buen pobre. No envidia ni codicia. Tiene fácil sonrisa y el espíritu rico.
Es la misma clase de persona que no acumula rencor hacia quien lo juzga sin conocerlo.
El pobre que prefiere ser buen pobre antes que ser mal rico, y que por ende, no tiene nada que perder.
martes, 12 de abril de 2011
TIYERO
En realidad este es un tema que da para mucho. Lo voy a conversar en espacios breves para no cansar al que quiera leerlo. Y además porque pienso que es un plato que hay que digerir despacio.
Cuando era bastante chico, me encargaba de juntar las botellas vacías, acomodarlas ordenadamente en un lugar del fondo de la casa; al lado de otras cosas en desuso que pudieran servirme para el mismo fin.
Esperaba con bastante ansiedad a que pasara el carro del botellero, que recorría las calles y gritaba fuerte algo así como ¡tiyero! ¡tiyero!.......¡compro botellas, ropa vieja, fierros , diarios!....
Al escucharlo, iba corriendo y lo llamaba. Entonces este personaje, entraba hasta el fondo de la casa -no habían temores, ni inseguridades en aquellos tiempos- y, en bolsas de arpillera de las de antes, juntaba y contaba las cosas que le interesaban.
Yo me quedaba contento con unas cuantas monedas en los bolsillos preparado para volver a juntar tal mercancía.
Y el, entonces se iba tranquilo en su carro con caballo...gritando....¡tiyero!...¡tiyero!...continuando con su negocio en otras casas vecinas.
sábado, 2 de abril de 2011
LOS NIÑOS NO HABLAN
Se acostumbraba así, porque así se acostumbraba.
Cuando era muy chico, nos contaba mi mamá, que su papá siempre decía..."los niños en la mesa se deben ver pero no oir". No sabía si eso quería significar un silencio sepulcral o un sepulcro silencioso.
Mi abuelo materno había sido una persona respetable y respetuoso, igualmente que mi abuela. Pero te confieso que mas bien les tenía algo así como miedo. No me animaba ni siquiera a hablarles.
Recuerdo que con respecto a él, uno de los pocos amagues de encuentro verbal que tuve, fue cuando junto a mi hermano mayor, nos mostró orgullosamente, su revólver y su estilete (de esos que venían adentro del bastón). Todo parecía ser que los usaría si llegado el caso tuviese que defender su honor.
La figura del primogénito, era para aquéllos entonces, algo así como una piedra angular de la familia; y mi hermano lo era por partida doble, ya que también era el primer nieto. En consecuencia gozaba de algunos privilegios. Aclaro que entre él y yo hay solamente una distancia de cuatro años y nos une un fuerte lazo.
Entre sus ventajas, estaba el hecho de comer con los mayores. Eso a mí me daba bronca, ya que, debido a mi sensible olfato, sentía que ellos comían comidas mas ricas,al menos, así me parecía a mi; y que, nosotros, los chicos mas chicos,
que estábamos en el otro comedor contigüo, adentro de la casa de mis abuelos, comíamos cosas diferentes, fue así que, por una razón subjetiva, le tomé odio a esa sopa que nos daban...
Es que, así se acostumbraba...
martes, 22 de marzo de 2011
OUT
La expresión out, significa "pelota que ha caido fuera de campo"
Cuando llegamos al Uruguay, en mi primera vez, era muy chiquito, no puedo precisar la edad. Había en el Puerto de Montevideo, un montón de familiares, realmente una cantidad muy grande, por lo menos para la vista de un niño de ese tamaño, abuelos, tíos,primos, y aún mas. Ovacionaban alegremente ante nuestra venida y portaban un gran cartel con una palabra escrita, para mi, hasta entonces desconocida, "WELCOME". Ante el primer impacto, me preguntaba, ¿y eso con que se come?. Luego entendí. Pero claro, me preguntaba desde mi corto entender, porqué era que nos recibían con esa palabra.
También de este lado del Río de La Plata, se incorporaban costumbres análogas. Por ejemplo a mi abuela paterna le encantaba contarnos cuentos ingleses y anécdotas referidas a su visita a Londres. La adrenalina le circulaba con mayor intensidad, cada vez que lo hacía, eso se percibía por su entusiasmo. Y cada vez que festejábamos un cumpleaños, al soplar las velitas de la torta, cantaba con todas sus ganas "HAPPY BIRTHAY TO YOU" y continuaba la canción en el mismo lenguaje.
Y yo -siempre el mismo- me preguntaba...¿porqué en inglés?
Desde la escuela se nos hablaba con gran importancia de todo lo concerniente a Inglaterra, ese gran país hábilmente colonizador y comercializador para su propio bolsillo. Pero también le daban las maestras el mismo tenor a cuando los Criollos y los no tan criollos, repelimos a las dos invasiones inglesas (¿?), eso afianzaba nuestra autoestima.
¿Las Islas Malvinas son de los Kelpers? ¿Y muchas grandes extensiones de tierra dentro del mismísimo país?
Después fui creciendo e iba observando la proliferación de los "okeyes", trátase de aquellos personajes que progresivamente fueron incorporando la costumbre de utilizar la expresión O K , que luego, como era previsible, se fue internacionalizando.
Siendo joven leía en una revista seria, como era que un grupo de Mormones repartía anticonceptivos entre los aborígenes del norte argentino. Hoy hay de sus templos a lo largo de todo el país.En realidad no tienen nada que ver con nuestra idiosincracia.
Los adolescentes incorporaban por entonces la costumbre de usar pantalones jeens, conocidos como vaqueros, buenísimos por cierto. Y los gastaban con piedra pómez para darles un toque de elegante rusticidad y arrastraban los pies para cancherear e identificarse entre si, no se sabe bien con quien o con quienes. Torcían la boca al hablar y mascaban chiclets. Yo también tenía la misma edad que ellos, pero debo confesar que estaba en conflicto con esas costumbres. Lo que sí me gustaba era bailar en el club o en las casas de familia cuando se armaba un encuentro. Era mas bien de corte romántico musiquero bailantero. Aunque no me hallaba muy cómodo con las bandas de música que nacieron en esa época, donde se incorporó la guitarra eléctrica y la batería porque hacían mucho ruido. No voy a negar que aparecieron muchos improvisados, que no entendían nada de esa música recién importada. Hoy, ya es otra cosa, o por lo menos va mejorando velozmente.
Vino entonces un tiempo de especie de amague de neoindependencia y se comenzaron a realizar reuniones de jóvenes, en las que se realizaban fogones, se tocaba el bombo y la guitarra, se cantaban zambas criollas no tan bien entonadas, y se tomaba mate en ronda. Lo que en realidad hizo que ahí se fuera instalando éste último, en un nivel de clase media y reemplazando en muchos casos, la costumbre importada de reunirse a tomar el té en alguna casa. Infusión que por cierto, es para mi gusto, deliciosa. A pesar de que desde hace años me acostumbré a la yerba mate, el te me sigue agradando y de vez en cuando lo disfruto.
En realidad, objetivamente hablando, el idioma inglés, sigue pataleando por imponerse cada vez que tiene ocasión. A mí particularmente me encanta mi propio lenguaje y al Castellano lo considero inmensamente rico.En realidad, para no extenderme, hay otras lenguas que me apasionan por su riqueza,musicalidad y expresividad, que no viene al caso enumerar en esta oportunidad.
Creo seriamente, o espero que lo mas importante sea ser nosotros mismos con nuestro idioma y costumbres propias. Y que a presión, espero al menos, no lograrán invadirnos idiomáticamente.
La globalización y la convivencia de tantas riquezas idiomáticas; y, el hecho de intercambiar y conocernos con respeto, dará irreversiblemente grandes resultados . Resaltar los valores de unos y otros, es una maravillosa manera de crecer. La imposición de costumbres y la comercialización manipulada siempre genera violencia. La PAZ la deseamos todas las personas normales. Todos somos importantes.
martes, 15 de marzo de 2011
SIMPLES RECUERDOS
En otro de mis viajes de trabajo, fui con uno de mis hijos. Siempre dije que esas ocasiones no deben desaprovecharse . Son históricas e irrepetibles. No es bueno por ejemplo, protestar cuando hay que ir a buscar un hijo a algún lugar; y tiene mucho mejor sabor, cuando se hace sin necesidad práctica, simplemente porque queremos hacerlo.
Nunca está demás guardar alguna anécdota o hecho gracioso de esas ocasiones. Quedan congelados mucho mejor nuestros recuerdos.
Esta vez sucedió que tratándose de un recorrido bastante largo, despues de recorrer muchos kilómetros durante el regreso; había que desviar para cargar combustible. Una vez cumplido ese cometido, entusiasmado con la charla, no me di cuenta y doblé para el lado contrario y cuando nos quisimos acordar, nos encontramos con un letrero que anunciaba la llegada nuevamente al destino inicial. Por ese motivo tuvimos que retomar el camino de regreso y desandar la gran distancia que nos habíamos pasado. No pudimos mas que tomarlo a la risa. Se veía clarito que nuestras mentes viajaron mas que el automóvil.
Ustedes si quieren, saquen sus propias conclusiones. Lo que es nosotros cada vez que nos acordamos nos morimos de la risa.
martes, 1 de marzo de 2011
FANTASÍAS Y REALIDADES
Dicen que Dios creó el Universo en siete días. Primero una cosa, después la otra y finalmente al hombre y luego a la mujer; a los que les indicó que procrearan y recrearan lo creado, o mas bien, completaran la Creación. Era obvio que tuvo mucho trabajo, bastante en que pensar, vigilar y cuidar. Cuentan que al séptimo día se lo tomó para descansar. Supongo que a su vez, lo utilizó para observar y evaluar lo realizado.
Notó entonces la necesidad de enviar al hombre unos mandamientos, para ordenar sus actividades. Pero pareciera ser que se olvidó de indicarle el NO TIRARÁS como uno de los mas importantes. Por eso será, que entre otras macanas, el humano dejó de cuidar las cosas y los alimentos, destruyendo en gran parte a la naturaleza.
Entonces fue que con el tiempo y para poner los puntos en orden envió a su hijo,que sintetizó las reglas en una sola, y es que NOS AMÁRAMOS ENTRE NOSOTROS.
Pero el hombre estaba muy indómito para entonces, causándole malestar el hecho de tener que amar. Implicaba una especie de borrón y cuenta nueva y tenía que aceptar y dejar todos los desvíos y corrupciones en que había caído y también perdonar y compartir para crecer en armonía; dejar el armamentismo entre otras cosas también y, asimismo no tirar chatarra al mar, o de vender y prostituir, mirar porquerías y mil acciones mas.
Parece ser que Dios le estaba pidiendo que volviese a las fuentes, al origen de La Creación.
Por eso entonces resolvió crucificarlo, para sacarse el problema de encima.
Sucedió que ese hecho remarcó la presencia de esa INTELIGENCIA SUPERIOR, para nunca salirse de la historia....
domingo, 20 de febrero de 2011
COSECHA
En realidad siempre me gustó cultivar hortalizas y así viene siendo desde muy chico y durante toda la vida. En mayor o menor proporción, según el lugar que dispuse o las necesidades del momento. Ya que por asuntos de trabajo, hemos venido cambiando de casa varias veces.
En una ocasión por ejemplo, hice una minihuerta con cajones en una terraza; o en otro caso, una superquinta para cubrir necesidades al tener que invertir mucho dinero en la compra de la vivienda actual. Hasta que salimos de la parte grosa de la deuda; tuvimos de todo, sacamos cinco bolsas de zapallo anco -o calabacita- o por ejemplo, dos kilos de chauchas dia por medio y otras verduras.
Pero fijate ésto. Hubo un tiempo en que alquilábamos una casita que disponía de un pequeño espacio de terreno. En un jaulón criábamos de a cincuenta pollos que luego salíamos a vender con un viejo auto en distintos barrios. Adela, orgullosa con su panza del tercer hijo, los limpiaba en la pileta del patio.
En un costado de la casita, teníamos una huerta bastante completa. En ese entonces estaban los dos hijos mayores, que tendrían entre tres y cuatro años. A cada uno le asigné un cuadradito de tierra de unos cincuenta centímetros de superficie.Les dí un montoncito de semillas de rabanitos -o rábanos- que son llamativas por sus variados colores y germinan enseguida. Ellos las plantaron, cuidaron y llegaron a cosecharlos, obvio que uno los seguía de cerca en el proceso...
El otro día mi hijo, que hoy tiene treinta y cinco años me mostraba orgulloso, los zapallos que plantó en el campo donde está viviendo....
miércoles, 9 de febrero de 2011
AQUELLOS VIAJES
Por mi trabajo era habitual hacer extensas recorridas en automóvil , en ocasiones por rutas bastante desoladas.
Coleccioné entonces distintos recuerdos a los cuales les supe encontrar la connotación divertida y también para reflexionar un poco.
Tienen que ser contadas a aquellas personas que saben pispear en lo sencillo lo que es verdaderamente significativo.
La cuestión está en definitiva en saber a que le doy importancia. Porque si es por contar una anécdota lustrosa y ruidosa que con bombos y platillos anuncie un hecho brillante, creo que sería mas fácil,pero para mi gusto, un poco aburrido. Pero arreglarse con lo puesto y tomarse de lo mas simple, creo, sinceramente, que no es para cualquiera.
En uno de esos viajes por un camino solitario, donde no se veía a ningún cristiano por los alrededores y casi ni volaba una mosca; se soltó el extremo del caño de escape y resultaba imposible seguir transitando .La única solución viable era conseguir un trozo de alambre para atarlo, cosa casi muy complicada de lograr en esa situación. Tenía dos alternativas, desesperar o no desesperar. Optar por la segunda era la mas lógica y positiva.
La pregunta sería ...¿existen algo así como los milagros? ....De ser así, podría suponerse que tienen que ser ruidosos y, hasta salir en los diarios y la televisión. Dejo en el aire esta inquietud, que por cierto da para mucho.
El hecho concreto es que no desesperé; allí en medio de aquellas soledades, expuesto a que ya empezaría a oscurecer.
Fue entonces y al poquito tiempo que, confieso, me había parecido algo eterno, apareció un camión transportando alambres; iban trabajadores que estaban encargados de dividir los campos y reparar lo que hiciere falta en ese sentido. Era la primera vez en tantos viajes, que veía uno de esos, justo cuando lo precisaba.
Entonces me acerqué a ellos y, como decimos en Argentina, "siempre hay un gaucho en las Pampas". Obviamente solucioné el problema del auto y pude continuar con el viaje gracias al trozo del citado material que me dieron con toda naturalidad y sin hacer mucho ruido.
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