En casa hay bastante espacio y vegetación, ya que así nos gusta a nosotros. A pesar de vivir sobre una avenida muy transitada, hacia el fondo, es lo que se dice A NUESTRO MODO, dentro de lo posible. Lo digo así porque hay que filtrar ruidos y otras invasiones molestas. Pero en realidad, nos damos muchos gustos que van de acuerdo a nuestras inclinaciones desarrolladas desde la infancia.
Por ejemplo tuvimos una oveja y allí mismo parió un corderito y disfrutamos todo el proceso.
Asimismo construí una casita de madera en el fondo, que fue utilizada para alojar una yegüa que le pusimos de nombre JAZMIN, porque precisamente, cuando la trajimos, nació un jazmín fuera de temporada, y, como eso nos llamó la atención...
Al tiempo la hicimos servir por un buen caballo y mas adelante entonces, nació un potrillo hermoso, en esa misma casita de madera!
Les voy a comentar algo que vale la pena hacerlo; y es que, a los tres días del parto, el potrillito dejó de amamantar de golpe...se iba a venir abajo en cuestión de horas. Entonces improvisamos una mamadera gigante con una botella de gaseosa de dos litros y, mientras Adela, mi esposa, le hacía, un poco forzadamente, tomar la leche; yo me quedé a unos metros acompañando y tranquilizando a la madre, quien desde adentro de la piecita podía observar a su hijo. Debo decirles que las yegüas, sobre todo las petizas, son muy bravas en situaciones como éstas. En realidad no aceptan la mano o compañía de cualquiera, si no es que se sienten seguras. Cuando el caballito dejó de tomar, lo dejamos volver con su mamá y sucedió algo que nunca habíamos imaginado o esperado que sucediera...
Jazmín estirando el cuello y levantando la cabeza, dibujó una enorme sonrisa con su gran dentadura. Eso fue un privilegio para nosotros. El animal había reconocido por instinto que la habíamos ayudado.
A partir de allí, el potrillo volvió a tomar la teta regularmente y creció sin dificultad...
En realidad, muchos desconocen, que un caballo pueda expresarse de semejante manera. Pero les aseguro que es así y vaya cómo conmueve
Para cerrar les voy a comentar que desde hace unos años, tenemos a unos quince minutos de casa (pero sin ruidos molestos), un criadero de conejos, con una extensión de tierra donde criamos también ovejas y corderitos, gallinas y ya se verá que otra cosa...
viernes, 28 de agosto de 2009
viernes, 21 de agosto de 2009
ESTRELLA
Frente a casa había un terreno con un hermoso ombú...
Entre otras cosas, remontábamos barriletes, jugábamos a la pelota, y unos paisanos hasta domaban potros.
Tenía ese terreno del ombú, un especial magnetismo para mí.
Con unos tres o cuatro años de edad, solía decir según me contaron, que "cuando sea grande voy a ser domador de caballos y de gallinas"
Ya un poco mayor -diría unos nueve- acompañaba a "Bachicha" -ese era su apodo- en el carro, para vender fruta. Me causaba emoción, especialmente cuando me daba las riendas para que controlara el caballo. Y, el hecho de que volviera a casa, con fruta a "manos llenas"; esa era la paga.
A los doce años, fue como un milagro, cuando mis padres compraron una yegüa tobiana, a la que llamamos ESTRELLA.
Relinchaba fuerte para saludarnos, cuando mi hermano mayor y yo, llegábamos de la escuela. Se encontraba pastando tranquila en el terreno que les dije.
Gran placer era llevarle un balde con avena y el agua.
Acariciarla y tener contacto con ella...¡ni te cuento!
Y ni hablar cuando aprendí a montarla. Incluso canchereaba en la puerta de la escuela ante los pibes del turno de la tarde.
Te cuento que tuve varios caball0s. Lo que mas me atrapó es lo que se llama quitarle las cosquillas. Trabajo que se hace, previo a enseñarle a montar, durante mucho tiempo. Es la etapa de creación del vínculo con el humano. Se le van quitando las cosquillas, con mucha paciencia, acariciando al potrillo en diversas partes sensibles del cuerpo para que vaya agarrando confianza.
Nunca llegué a ser, lo que se dice, un baqueano (experto en criollo). Solo supe montar, trotar, cepillar, hacerle doblar y levantar las patas; un poco a desvasar, ésto es, limpiar y limarle las uñas para que pise bien...
Entre otras cosas, remontábamos barriletes, jugábamos a la pelota, y unos paisanos hasta domaban potros.
Tenía ese terreno del ombú, un especial magnetismo para mí.
Con unos tres o cuatro años de edad, solía decir según me contaron, que "cuando sea grande voy a ser domador de caballos y de gallinas"
Ya un poco mayor -diría unos nueve- acompañaba a "Bachicha" -ese era su apodo- en el carro, para vender fruta. Me causaba emoción, especialmente cuando me daba las riendas para que controlara el caballo. Y, el hecho de que volviera a casa, con fruta a "manos llenas"; esa era la paga.
A los doce años, fue como un milagro, cuando mis padres compraron una yegüa tobiana, a la que llamamos ESTRELLA.
Relinchaba fuerte para saludarnos, cuando mi hermano mayor y yo, llegábamos de la escuela. Se encontraba pastando tranquila en el terreno que les dije.
Gran placer era llevarle un balde con avena y el agua.
Acariciarla y tener contacto con ella...¡ni te cuento!
Y ni hablar cuando aprendí a montarla. Incluso canchereaba en la puerta de la escuela ante los pibes del turno de la tarde.
Te cuento que tuve varios caball0s. Lo que mas me atrapó es lo que se llama quitarle las cosquillas. Trabajo que se hace, previo a enseñarle a montar, durante mucho tiempo. Es la etapa de creación del vínculo con el humano. Se le van quitando las cosquillas, con mucha paciencia, acariciando al potrillo en diversas partes sensibles del cuerpo para que vaya agarrando confianza.
Nunca llegué a ser, lo que se dice, un baqueano (experto en criollo). Solo supe montar, trotar, cepillar, hacerle doblar y levantar las patas; un poco a desvasar, ésto es, limpiar y limarle las uñas para que pise bien...
viernes, 14 de agosto de 2009
ESPACIOS
Quien sabe sea un poco chiflado. Pero tengo dudas al respecto y sobre cual es la postura realmente normal ante determinadas cosas.
Me acuerdo por ejemplo, sobre como me había molestado hace unos años, el hecho de que pusieran un gran cartel en el barrio, delante de una vidriería, que dice, yo que se que tonterías y que todavía está allí, tapándome una gran fracción del cielo para donde me gustaba mirar.
Esta paranoia hace que me moleste también el exceso de luz en las calles, que no permite que se puedan ver bien las tan bellas estrellas.
Por otro lado, tengo que hacer un trabajo interior muy esforzado, para poder escuchar el canto de los pájaros, porque lo tapa el ruido molesto de los autos y otras cosas.
Es real, debo estar un poco loco o demasiado normal como para ser un demente en estos tiempos.
Voy a hacer una apreciación de un detalle, que algunos habrán notado, pero que refleja claramente mi estado de demencial normalidad.
La Comuna -alcaldía o intendencia- está ejecutando un llamado Plan de Recuperación de Espacios Libres. Se refiere a arreglos de plazas, etc. Para lo cual han instalado grandes letreros que lo anuncian, y que miden unos tres metros de alto por cuatro de ancho estimativamente; puestos a una cierta altura del suelo sobre unas grandes estructuras de hierro, por lo que están a unos dos metros del suelo, de allí hacia arriba.
Vas por ejemplo por una avenida importante de la ciudad y te encontrás de pronto, en tus narices, con uno de esos carteles frente a la plaza; tapándote tu cielo -tu propio espacio- y tus plantas, figurativamente hablando claro está- y de tu propia vida. Que anuncia políticamente, Plan de Recuperación...firmado gobierno municipal.
Estoy reloco, soy de otro planeta, o eso es una contradicción y un atropello que refleja lo mal o poco que se vive.
Agrego la cuestión del dinero que se gasta en esos carteles inutilmente.
Ya que, los pueblos maduros observan las obras reales, sin necesidad de que te las griten a la cara. Y SI EL PUEBLO NO NOTA LAS OBRAS SIN NECESIDAD DE RUIDO POLITICO, TENDRÁ QUE MADURAR...SIN GASTO ALGUNO Y SIN MOLESTIAS...
Me acuerdo por ejemplo, sobre como me había molestado hace unos años, el hecho de que pusieran un gran cartel en el barrio, delante de una vidriería, que dice, yo que se que tonterías y que todavía está allí, tapándome una gran fracción del cielo para donde me gustaba mirar.
Esta paranoia hace que me moleste también el exceso de luz en las calles, que no permite que se puedan ver bien las tan bellas estrellas.
Por otro lado, tengo que hacer un trabajo interior muy esforzado, para poder escuchar el canto de los pájaros, porque lo tapa el ruido molesto de los autos y otras cosas.
Es real, debo estar un poco loco o demasiado normal como para ser un demente en estos tiempos.
Voy a hacer una apreciación de un detalle, que algunos habrán notado, pero que refleja claramente mi estado de demencial normalidad.
La Comuna -alcaldía o intendencia- está ejecutando un llamado Plan de Recuperación de Espacios Libres. Se refiere a arreglos de plazas, etc. Para lo cual han instalado grandes letreros que lo anuncian, y que miden unos tres metros de alto por cuatro de ancho estimativamente; puestos a una cierta altura del suelo sobre unas grandes estructuras de hierro, por lo que están a unos dos metros del suelo, de allí hacia arriba.
Vas por ejemplo por una avenida importante de la ciudad y te encontrás de pronto, en tus narices, con uno de esos carteles frente a la plaza; tapándote tu cielo -tu propio espacio- y tus plantas, figurativamente hablando claro está- y de tu propia vida. Que anuncia políticamente, Plan de Recuperación...firmado gobierno municipal.
Estoy reloco, soy de otro planeta, o eso es una contradicción y un atropello que refleja lo mal o poco que se vive.
Agrego la cuestión del dinero que se gasta en esos carteles inutilmente.
Ya que, los pueblos maduros observan las obras reales, sin necesidad de que te las griten a la cara. Y SI EL PUEBLO NO NOTA LAS OBRAS SIN NECESIDAD DE RUIDO POLITICO, TENDRÁ QUE MADURAR...SIN GASTO ALGUNO Y SIN MOLESTIAS...
viernes, 7 de agosto de 2009
LLEGAR?
Hoy son muchos los que corren. El tema es saber si se llega y adónde. Se suele comentar resignadamente..."como se vive hoy", refiriéndose al hecho de estar sometido a una correteada sin final. Como si fuera un estilo de vida inevitable.
A mi tambien me atrapó esa inercia durante una época, y entonces corría pero no llegaba a ningún lado...
Hay quienes llegan -si llegan- a viejos neuróticos. Por suerte resucité a tiempo y me rebelé con ese sistema y ví que pude. Lo comprobé desde hace tiempo. Volví a mis raices. Reencontré mi cepa. Abracé mis ideales. Me detengo, me enfoco en la esencia.
Cuando era joven me crucé en el camino con una señora mayor muy agradable y educada; a la cual le advertí que caminara con cuidado, porque las baldosas de la vereda estaban flojas y se podía salpicar con el agua que había debajo de ellas.
La amable mujer me agradeció y me dijo con aire de gran respeto recibido desde sus ancestros, que ella venía de la Provincia de Catamarca, donde eso no sucedía porque allí LAS COSAS SE HACÍAN PARA QUE DUREN... (allí no es como en la Ciudad de La Plata que todo se hace a las corridas...allí se reflexiona antes de hacer las cosas, pienso yo).
Es que este progreso y estos PROGRESAZOS son una especie de "buenos para nada".
Mi mamá tenía un máquina de coser Suiza, justo desde que yo nací y que utilizó mucho. Cuando cumplí los quince años, la acompañé para hacerle hacer un service gratuito que la empresa otorgaba a esa edad ...¿saben que solamente la lubricaron un poco? ¡estaba intacta!
Aún mas...el artefacto sigue sano "vivito y coleando" y prestando servicios a mis hermanas, que son fanas de utilizarlo. ¿me creerían que a los 63 años sigue igual?
El gobierno tambien corre y ¡vaya si corre! Construye por un lado...destruye por el otro. Hace sembrar soja indiscriminadamente para salvar el puchero de hoy. No se fiscaliza la reposición de nutrientes que absorve esa semilla y entonces desgasta terrible y progresivamente la riqueza de nuestra tierra que, se calcula, en siete años...esas fracciones, practicamente no servirán para casi nada.
El gobierno, no subsidiando convenientemente la producción de otras semillas y apoyando la soja porque es un bien exportable. Para lo cual, los capitales internacionales, nos usarán hoy y nos arrojarán luego como papel higiénico...
Es lo que suele decirse..."PAN PARA HOY, MIGAS PARA MAÑANA"...
A mi tambien me atrapó esa inercia durante una época, y entonces corría pero no llegaba a ningún lado...
Hay quienes llegan -si llegan- a viejos neuróticos. Por suerte resucité a tiempo y me rebelé con ese sistema y ví que pude. Lo comprobé desde hace tiempo. Volví a mis raices. Reencontré mi cepa. Abracé mis ideales. Me detengo, me enfoco en la esencia.
Cuando era joven me crucé en el camino con una señora mayor muy agradable y educada; a la cual le advertí que caminara con cuidado, porque las baldosas de la vereda estaban flojas y se podía salpicar con el agua que había debajo de ellas.
La amable mujer me agradeció y me dijo con aire de gran respeto recibido desde sus ancestros, que ella venía de la Provincia de Catamarca, donde eso no sucedía porque allí LAS COSAS SE HACÍAN PARA QUE DUREN... (allí no es como en la Ciudad de La Plata que todo se hace a las corridas...allí se reflexiona antes de hacer las cosas, pienso yo).
Es que este progreso y estos PROGRESAZOS son una especie de "buenos para nada".
Mi mamá tenía un máquina de coser Suiza, justo desde que yo nací y que utilizó mucho. Cuando cumplí los quince años, la acompañé para hacerle hacer un service gratuito que la empresa otorgaba a esa edad ...¿saben que solamente la lubricaron un poco? ¡estaba intacta!
Aún mas...el artefacto sigue sano "vivito y coleando" y prestando servicios a mis hermanas, que son fanas de utilizarlo. ¿me creerían que a los 63 años sigue igual?
El gobierno tambien corre y ¡vaya si corre! Construye por un lado...destruye por el otro. Hace sembrar soja indiscriminadamente para salvar el puchero de hoy. No se fiscaliza la reposición de nutrientes que absorve esa semilla y entonces desgasta terrible y progresivamente la riqueza de nuestra tierra que, se calcula, en siete años...esas fracciones, practicamente no servirán para casi nada.
El gobierno, no subsidiando convenientemente la producción de otras semillas y apoyando la soja porque es un bien exportable. Para lo cual, los capitales internacionales, nos usarán hoy y nos arrojarán luego como papel higiénico...
Es lo que suele decirse..."PAN PARA HOY, MIGAS PARA MAÑANA"...
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