A veces también me acuerdo de mi, me veo al espejo asustado, que es lo que esta hay? Seré que yo mismo me personifico en este cuerpo extraño y largo? No. La música no debe ayudar de mucho, lo se, pero ahora mismo no puedo hacer mas que deleitarme con la música, que DROGA mas hermosa, la única que me gusta, por cierto…
Rompía mis miedos a la soledad inmensa de la casa, otra vez, como siempre me sentía completamente solo y desvalido. Lo que pasa es que hoy la vi… la observe nerviosamente (por que no puedo de otra forma), esas facciones marcadísimas por los años, que la hacen tan atractiva y única, pensé en ese momento, estará casada? Tendrá hijos? Mm de seguro para darle un toque más trágico, si esta casada y si debe tener hijos, y no conforme con eso, su marido es gordo y feo. Eso se estaba convirtiendo en mi pesadilla, saque de mi bolso otro paquete de galletas, dulces y crocantes, mientras caminaba al trabajo una tras otra se desvanecía en mi boca, nunca puedo resistir no comer nada cuando siento rabia, y no comprendo aun como no soy un obeso, debería de serlo, lo se… pero a pesar de todo, seguiré comiendo, estas galletas… estas galletas son exquisitas!, hasta por un momento me hacen olvidar a la hermosa del negocio, y su esposo mal agradecido, bah… la vida es tan entupida después de todo, pero no quiero pensar en eso ahora, como ya sabrás, esta noche tengo una cita y mis nervios están de punta! Que pasara por la mente de ella? Pensara que quiero abusarla? Que la invitare a tomar helado?, No… quizás como sucedió la vez anterior, tratare de entablar con ella una conversación fallida, y luego me iré, como si nada a seguir comiendo galletas, pero… esta vez no quiero galletas, la quiero a ella. Se dará un día cualquiera, que ella este completamente para mi? Y poder sentirla como tantas veces he soñado, entre mis brazos, entre mi piel? . Estaba frente al trabajo, apreté el paquete de galletas pensando que no quedaban más. Error. Quedaba la última.
El alma toda se le helo por un instante, tan pequeño era mi planeta que hasta no quedaban galletas? (…) pensaba enseguida que, cuando la tuviese frente mío, no le hablaría ni nada, para que hablar si hablamos siempre!, yo solo… la sujetaría hacia mi, y le robaría un beso, no se con que excusa, pero eso haría, y estoy seguro que, no existen galletas ni vecinas ni soledades, que sean mas deliciosas que un beso, un beso de ella.