g d o r a z i o

Diego Maradona: simboliza al fútbol argentino con trascendencia internacional. Genio deportivo, con pasado pobre que escala socialmente y crece como figura controversial. Es reconocido y recordado en el mundo por su destreza en la cancha, sus caídas personales y resurgimiento.

Eva Perón: es una heroína comparada con Juana de Arco, mujeres que se inmolaron por una causa y lucharon por la emancipación femenina. Su imagen, aún hoy, recorre el mundo. Atractiva, bella y poderosa. De la vida real, del calvario que fue su existencia, pasó al cine, al teatro, al musical, a la moda, a la plástica, a la literatura. Es un ícono reconocible, identificable y vigente. No se miden valores o antivalores en él. Su elección, se relaciona con lo que ha significado y representa, incluso en este siglo XXI.

Carlos Gardel: Es sinónimo de tango y tragedia. Sonriente, seductor al estilo Valentino, de smoking, con una voz y estilo cuidado y personal, triunfó en Europa y los EE. UU., cuando había escasez de ídolos. El lo hizo a través del disco, el cine y la triste canción (bailable) que es el tango. Eso conquistó a todo tipo de público. Gardel representa -y representará- al tango argentino…en el mundo.

Ernesto Guevara: es el ícono con mejor marketing. Su vigencia asombra. Murió joven. Por sus convicciones…y una fotografía que lo inmortalizó, su imagen ha sido perpetuada en remeras, posters, gorras, pins, postales, novelas, ensayos, filmes…Fue argentino, pero está íntimamente vinculado a la Revolución Cubana y a las guerrillas. Fue un idealista, un médico con visión y compromiso social que no dudó en pelear y entregarse a un destino que lo alojaría en la galería de “grandes hombres del siglo XX”. Es fácil de ubicar. Es el “Che”. No cuenta con imitadores. Su rostro y boina -con o sin habano- son perfectos en la construcción icónica.

Jorge Luis Borges: Menos popular que otros, menos reconocible o identificable…pero un ícono al fin. No se evalúa calidad literaria. Borges sigue siendo un escritor mayúsculo. Estudiado en el mundo entero, editado y citado. Calza bien para Frankfurt 2010. ¿Qué otro autor podría, de lo contrario, llegar a esa categoría…?. Posiblemente, Cortázar. Su paso europeo, lo haría atendible.Borges, de todos modos, es un creador internacional, elogiado, creativo, original en su lengua y, al ser traducido, igual de convincente y profundo.El cine, el teatro y la filosofía, como los medios de comunicación, encontraron en sus opiniones y obra literaria tela suficiente para entronizarlo como un testigo del siglo pasado, un creador conocedor de la lengua hispana, de mitos y personajes históricos, de culturas varias y ensoñaciones poéticas, existenciales. Vale como elección.

Julio Cortázar: Otro escritor. Frankfurt es para eso. Para dar a conocer y editar autores, difundir libros, ideas y promover nuestra cultura. Por ser la Argentina el país invitado en esta edición 2010, las letras deben tener “su espacio”.Cortázar vivió el exilio. Su imagen siempre joven atrajo a más de una generación. Es moderno. Su escritura e imaginario, también. “Rayuela”, revoluciona, aún hoy, el modo de concebir una historia. Es ícono de buena literatura. De compromiso ante el autoritarismo. Sus libros ganaron diferentes mercados y lenguas.El cine nacional, la pintura, la arquitectura, nuestros premios Nobel, la ciencia y la tecnología, nuestros vinos y carnes, deportistas, diseñadores de indumentaria…llegarán, seguramente, como expresiones genuinas, complementando una exposición-vidriera de la marca/país, en un mundo globalizado, síntesis del pasado y el presente.

Lic. Gustavo D´Orazio