Crassiclitellata

especie de anélidos de clase Clitellata

Las lombrices de tierra (taxón Crassiclitellata) son gusanos segmentados (del filo Annelida) que se encuentran comúnmente viviendo en el suelo, excavando y alimentándose de materia orgánica viva y muerta. Son el grupo de los oligoquetos terrestres que evolutivamente descienden de lombrices acuáticas, por lo que mantienen aún características propias del medio, como la respiración cutánea y dependencia de la humedad, desarrollando sistemas de resistencia a desecamiento (cápsulas, puestas masivas, quiescencia) como adaptación al medio terrestre. Algunas especies tropicales alcanzan los 4 m de longitud.[1]

Lombrices de tierra

Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Annelida
Clase: Clitellata
Subclase: Oligochaeta
Superorden: Metagynophora
Orden: Crassiclitellata
Jamieson, 1988
Familias

Características

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El sistema digestivo corre a lo largo del cuerpo. Hay un sistema de transporte doble compuesto de fluido celómico y un sistema circulatorio sanguíneo cerrado. Poseen sistema nervioso central y periférico; el sistema nervioso central consta de dos ganglios por encima de la boca, conectados a un cordón nervioso que conecta con las neuronas motoras y las células sensoriales en cada segmento. Un gran número de quimiorreceptores se concentran cerca de la boca. Los músculos circunferenciales y longitudinales de la periferia de cada segmento permiten el movimiento de la lombriz. Grupos de músculos similares se alinean a lo largo del intestino hasta el ano.[2]

Las lombrices son hermafroditas, cada individuo porta órganos sexuales masculinos y femeninos. Las lombrices de tierra fueron llamadas megadrilos por presentar mayor tamaño que los grupos de lombrices acuáticas o semiacuáticas (microdrilos). También es característico del grupo un clitelo distintivo, que es más extenso que el de los microdrilos y además poseen un sistema vascular con verdaderos capilares.[3]

Filogenia

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El análisis filogenómico ha dado el siguiente resultado:[4]

Crassiclitellata

Kynotidae

Komarekionidae

Sparganophilidae

Lutodrilidae

Criodrilidae

Hormogastridae

Lumbricidae

Microchaetidae

Rhinodrilidae

Almidae

Glossoscolecidae

Megascolecoidea

Eudrilidae

Acanthodrilidae (P)

Ocnerodrilidae

Megascolecidae

El grupo Megascolecoidea ha sido propuesto como superfamilia.[5]


Cómo “veranea” la lombriz de tierra

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ESTRATEGIA

 
Lombriz de tierra (Lumbricus terrestris) iniciando el ovillo de hibernación

La lombriz de tierra vive en suelos arcillosos, en sus capas más superficiales, donde abunda la humedad y los restos orgánicos, de los cuales se alimenta, básicamente hojas de vegetales degradadas. Es fácil encontrarlas a unos 10 cm de profundidad, incluso en la misma superficie, después de llover, cuando la tierra se ha convertido en barro y ellas se muestran muy activas. Sin embargo, estos animales soportan muy mal la falta de humedad. Perecen en cuestión de horas cuando les sorprende el sol de la mañana fuera de sus galerías subterráneas. ¿Qué hacen, pues, durante los días, con temperaturas altas y con el suelo muy seco, como ocurre después de periodos prolongados de sequía como es frecuente en verano? Simplemente recurren a una solución muy sencilla fruto de la evolución. Cuando detectan un bajo nivel de humedad en el suelo, crean una galería vertical y descienden a profundidades comprendidas entre los 70 cm y 1 metro. Allí abajo dejan de alimentarse y construyen una cámara, geométricamente esférica, impermeabilizan las paredes con sus secreciones, vacían su intestino y se enrollan apretadamente en forma de un ovillo hasta aparentar un esfera casi perfecta. Mediante esta estrategia reducen al mínimo la superficie de su piel en contacto con el exterior evitando así la deshidratación por pérdida de agua corporal. Cuando vuelven las lluvias y sus órganos sensoriales detectan el aumento de humedad en la tierra, se desenrrollan, retoman su forma corporal original cilíndrica, ascienden a la superficie e inician de nuevo su actividad vital: alimentación, crecimiento y reproducción.


DISCUSIÓN MATEMÁTICA

Valga este ejemplo para la explicación: lombriz adulta, con 25 cm de longitud (l) y un grosor de 1 cm (r=0,5).


1.- Si la lombriz permanece estirada, en forma de cilindro

Unos cálculos aproximados, empleando la fórmula del volumen de un cilindro, nos dan un volumen de:

Vc= pi x r2 x l = 3,1416 x 0,52 x 25 = 20 cm3 (volumen total, aproximado, del cuerpo de la lombriz)

La superficie de la piel, en contacto con el exterior, considerando el área lateral de un cilindro Sc, es:

Sc = 2 x pi x r x l = 2 x 3,1416 x 0,5 x 25 = 80 cm2 (valor también aproximado)


2.- Si la lombriz está enrollada, en forma de ovillo

El volumen de la esfera es Ve = 4/3 x pi x r3 y además es el mismo pues la masa corporal no cambia (Vc = Ve)

20 = 4/3 x 3,1416 x re3 , de donde se obtiene un valor de re = 1,76 cm para el radio de la esfera o bola que forma la lombriz una vez se ha enrollado.

Pero la superficie exterior de esta esfera, Se, de radio re, es

Se = 4 x pi x re2 = 4 x 3,1416 x 1,762 = 35 cm² (superficie real de la piel que está en contacto con el exterior)


3.- Conclusión

Tanto si adopta forma estirada (aspecto de cilindro), como si se enrolla (aparentando una esfera), su volumen es el mismo, en este ejemplo 20 cm3. Ahora bien, en el caso de mantenerse estirada, la superficie de piel en contacto con el exterior es de 80 cm², mientras que si adopta la posición enrollada, solo mantiene expuestos al aire 35 cm² de su piel, es decir menos de la mitad. Esta situación mucho más ventajosa, para reducir la pérdida de humedad corporal, es la que le induce a “enrollarse para veranear”.

Nota final. Por definición, se denomina “hibernación” al período de baja, o nula, actividad de un ser vivo y que generalmente coincide con la época anual de temperaturas más bajas, es decir en invierno. De ahí proviene el sustantivo, y verbo hibernar. Podríamos decir pues que, paradójicamente, “la lombriz de tierra no veranea sino que hiberna en verano”.

Galería

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Referencias

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  1. Hickman, C. P., Ober, W. C. & Garrison, C. W., 2006. Principios integrales de zoología, 13.ª edición. McGraw-Hill-Interamericana, Madrid (etc.), XVIII+1022 pp. ISBN 84-481-4528-3
  2. Cleveland P. Hickman Jr., Larry S. Roberts, Frances M Hickman (1984). Integrated Principles of Zoology (7th ed.). Times Mirror/Mosby College Publishing. p. 344. ISBN 0-8016-2173-9.
  3. Sims & Gerard 1985, Earthworms. Keys and notes. Synopsis of the Brittish Fauna. Brill pp. 3–6.
  4. Anderson FE et al. 2017, Phylogenomic analyses of Crassiclitellata support major Northern and Southern Hemisphere clades and a Pangaean origin for earthworms. BMC Evol Biol. 2017 May 30;17(1):123. doi: 10.1186/s12862-017-0973-4.
  5. Barrie G. M. Jamieson 1978, Phylogenetic and phenetic systematics of the Opisthoporous Oligochaeta (Annelida: Clitellata). Evol. Theor., 3, 195-233