después de jugar al futbol durante horas
7 años
Llevaba rodilleras en los pantalones
Los gritos de nuestras madres se filtraban a través del azul
No recuerdo quién gano, tampoco era importante
Solo sé que nos levantamos de un salto
para llegar al quiosco de helados y pedir una nube congelada
La felicidad estaba allí, apretándonos el pecho.