Es curioso que alguien que ha elegido llamarse como un emperador romano,
sea quien nos proponga este tema. ¿Por qué no recurrir a unos personajes
secundarios? Fue la idea que surgió.
Un dibujante en ascenso
El Historietista les dio una semana, a sus ayudantes, Alejandro y Roxana
Frigia, para olvidarse del trabajo.
- Tendremos mucha actividad, mucha historia para contar. Así que tómense una
semana, para olvidarse de las historietas, dedíquense a ustedes.
Alejandro tenía planes intensos con
su pareja, con una imaginación exacerbada por tanta mujer felina, alguna mujer
fatal, virtual o de otra dimensión.
- Ahora, no- dijo Roxana mientras se dedicaba a su apariencia.
- ¿Alguna fiesta importante?
Como respuesta, Roxana les mostró dos entradas para el Cirque du Solei.
- Es un lujo que no imaginé cuando no sabía cómo llegar a fin de mes.
Alejandro notó curiosidad en Roxana así que empezó a contar:
"Alguna vez estudié en un centro cultural, sólo gastaba en los materiales
y en alguna contribución voluntaria. Mi mayor preocupación era aprender todas
esas técnicas.
Pero ya habían pasado esa época en que las historietas permitían comprarse
una casa. Tal vez sí para los grandes, como El Historietista.
Un recurso fue las caricaturas en fiestas. Pero tenía el desafío de evitar toda
deformación excesiva, incluso todo naturalismo con algunas caras muy extrañas.
Llegaron a buscarme de los medios. Pero pedían que me conformara con el
espacio que me daban. Lo justo era que me pagaran. Además que alguien trabaje
gratis, implica que no contrataran a alguien que cobra por su trabajo.
Alguna vez, una editorial me llamó para dibujar para el público, en
alguna feria del libro. Pero pretendían pagarme con libros.
Y entonces me sumé a un grupo de autoedición, con esas historietas que
seguís odiando.
Gracias a ese escándalo que armaste, nos conoció El
Historietista. Y acá estamos".
- Yo gané algo de dinero como modelo vivo- dijo Roxana-
- Lo tenías oculto ¿Por qué no hacemos una sesión?
- No quiero llegar tarde el espectáculo. Pero
al regreso…
Un poco de espera, viendo un espectáculo
de primer nivel. Y un regreso, con una promesa de una semana de momentos
intensos.
Más métodos fines de mes en lo de Juliano
el Apostata56