En mayo se quedo bloqueado este blog, atascos innecesarios, evitables, debatibles, analizables, y de fondo y de candela un mundo revuelto, gente en la calle gritando basta, ya era hora, y al otro lado del atlántico repartiéndose estopa en unos playoofs que están resultando extraños, vibrantes, difíciles de calificarlos.
Unos playoofs que igual que un buen libro te hace seguirlo desde la página número uno, llenos de intriga y suspense, con grandes giros de guión como la prematura eliminación y humillación de Los Angeles, sin opción a redención, sin respuesta alguna, llegaron, vieron, Dallas de fondo y les aniquilaron, una mala jugada, cayeron igual que el protagonista de la novela en una emboscada y fueron aniquilados.
Grandes los que al día siguiente en vez de cerrar el libro y enfadarse con el autor continuaron leyéndolo, pero esta vez con la camiseta de Pau Gasol puesta encima, hay que saber estar a las maduras, allí es cuando se demuestra el verdadero compromiso.
Memphis intento ser el héroe de este libro, de esta intriga, y llego lejos, pero al final le arrebataron a la chica, y se quedo con la miel en los labios, pero que le quiten lo bailado, nos ha hecho disfrutar y vibrar con sus andanzas en estos playoofs.
Oklahoma, quiere, puede, tiene calidad a raudales, tiene a Kevin Durant, tiene a Ibaka, a Harden y al base impronunciable, y aquí anida el problema, el ecosistema banquillo – Westbrook se colisiona y al final guerra de guerrillas internas y la inmadurez de la juventud enseñando las vergüenzas en dos remontadas que sufrieron dolorosas, de las que te dejan escaldado por mucho tiempo, y de las cuales hay que aprender para que no vuelva a pasar.
En el este Atlanta intento improvisar por un modelo más dinámico, más de cara a los espectadores, y por momentos lo consiguieron, equipo tienen para ello, pero al final volvieron a ser lo que son un equipo que le falta ritmo, ese algo que te hace llegar más arriba de lo que ellos han llegado.
Boston cayo con las botas puestas, con épica, la que puso Rondo y su codo lastrado, la madurez de un Big Three que lo intento de una y mil maneras, pero no pudieron porque esta vez delante tenían a un gran coloso, a otro Big Three con más recorrido, más piernas, más juventud, y un futuro por delante, cayo Boston y con ellos quizás un ciclo, pero cayeron con honor, como los grandes, una muerte digna para una gran novela.
Chicago quería este año imponerse en la jerarquía de la NBA, ser el mejor de los mejores, así lo demostró en la Regular Session, pero los playoofs les han resultado demasiado grandes, Derrick Rose y compañía les quedan mucho por aprender.
Ahora en el horizonte quedan por escribirse las últimas páginas, y buscar un héroe, un protagonista, se rifan dos nombres en el casting, Nowitzki que ha estado inmenso por su andadura por el Oeste, indefendible, y con unos porcentajes que dan vértigo, y con grandes escuderos detrás, grandes pistoleros, Terry, Stojakovich. El otro posible protagonista es Lebron James, quizás el maldito, el malo de la novela por abandonar Cleveland y acabar en Miami, aun no se lo perdonan. Pero está mejor que nunca, ha abierto su abanico en ataque, ha estado en los momentos claves, y ahora defiende como un cosaco, como un gladiador, más completo en todas sus facetas del juego, y al lado Wade que como despierte en la final igual que hizo ante Boston... y Bosh que desde que ha aceptado su papel de secundario es cuando ha empezado a aportar como se esperaba de él.
Dos equipos que decidirán el final de una novela que será mejor o peor depende de su desenlace, y para eso hay grandes expectativas, una final que cinco años después se vuelve a repetir, aires de revancha, y los dos mejores equipos de estos playoofs frente a frente Dallas y Miami, ayer empezaron a escribir las últimas páginas, esperemos que nos aguarde un gran final.