Estrenamos mes con nuestro anfitrión Demi, y sus imágenes nos deja muchas opciones, me he decantado por esta joven aparentemente feliz… vamos a ver si me dice su secreto.
Más relatos de participantes pinchad la imagen os llevará a la convocatoria.
Muchas gracias.
Falsa Apariencia
La calle se volvía alegre cuando ella paseaba, el silencio se convertía en música a su alrededor un halo de mariposas se cernían junto a esa joven de extraño caminar.
Cada jueves a media noche asomado a mi ventana la contemplaba, hasta el domingo que en un atisbo de segundo me decía adiós con la mano.
No entendía por qué miraba hacia la ventana, pues las cortinas estaban echadas, difícil era que desde una distancia pudiera verme como la observada.
Pensaba que tenía poderes, ella era consciente que la miraba.
Un jueves me atreví bajar a la calle, cuando vi que debajo de mi balcón se recostaba, con cuidado mire a los lados, cuando de pronto vi como una banda de mariposas se posaban a sus pies, las acariciaba, bellas con sus alas perladas le hacían pleitesía a esa joven que me parecía aún más niña.
Al verme me llamo por mi nombre.
— ¡Hola Pablo, te gustan las mariposas!
Hola, le contesté, casi tartamudeando
—No te podría decir, nunca vi una de cerca
—Pues ven, que te enseñaré su lenguaje.
Así fue como cada jueves a domingo mi nueva amiga me enseño todo un mundo lepidopterólogo, al preguntarle su nombre me dijo que ese era un reto que tenía preparado para mí, pues si quería ser su amigo tenía que adivinarlo, para ello me dio una semana y si lo adivinaba ella en recompensa me diría su secreto.
Ni que decir que esa semana leí todo sobre las mariposas, pues intuía que algo tenía que ver con ella, fue cuando descubrí que la más bonita de todas se llamaba Esmeralda, y su procedencia era la maravillosa isla de Sumatra.
Por fin llego el jueves y allí estaba esperado a que apareciera mi nueva amiga, justo detrás de mí se posó como si fuera una linda mariposa.
—Hola, ¿has averiguado mi nombre?
—Creo que sí, ¿me dirás tu secreto?
—Primero dime como piensas que me llamo y después verás un milagro.
Eso me asusto un poco, pero tenía tantas ganas de saber ese secreto que allá fui.
—Te llamas Esmeralda
—Eres un chico listo, ven vamos a esa esquina, allí no nos verá nadie lo que tienes que presenciar, solo tú lo puedes ver.
El misterio cada vez era más tenso, llegamos a la esquina, mirándome fijamente a los ojos,
desplegó sus brazos al mismo tiempo que se convertían en unas alas verdes, tan bonitas que me quede obnubilado ante tanta belleza.
Después de un buen rato viendo su vuelo, volvió a posarse en el suelo y menos de una décima de segundo volvió a ser esa chica sencilla, vestida casi con harapos.
En su rostro había algo misterioso, no lo pude descubrir jamás, un jueves no volvió y nunca más la volví a ver, me dejo su secreto bien guardado, pues, nunca antes conté esta historia de amistad entre un chico y una niña mariposa.
Campirela_