Como cada comienzo de otoño , Julia salía descalza y con sus lindas alas al bosque más cercano para ser la primera en contemplar aquella caída de hojas que tanto placer le producía , ella siempre decía , cuando miro los árboles y veo como se desprenden las hojas es como ver un nuevo renacer , pues ellas ya hicieron su ciclo y es hora de dejar descansar a sus ramas.. durante un periodo de tiempo.
El bosque en esta estación nos brinda los más bellos y variados colores , su aroma también es distinto se mezclan la humedad de la tierra con las primeras gotas de lluvia.
Algo que le encantaba a Julia era coger su cestita de mimbre y buscar entre los árboles setas , esas que a veces le daban problemas , porque no todas eran delicias de comer , nooo, nooo , a veces si se confundía y comía alguna que no era comestible , el dolor de tripa era tan profundo que tenía que recurrir a los hechizos de la madre tierra para poder recuperar la salud.
Por eso ,el día que lo destinaba a la busca y captura de setas y demás productos silvestres , solía acompañarla su más fiel amigo Aire , así es como se llamaba su perro , con él estaba tan segura que no necesitaba de su magia para poder salir de cualquier apuro , él no solo era su amigo , lo era todo para ella , recordaba que siempre le tuvo a su lado , Aire no solo cuidaba de ella sino también de toda su dinastía, pues en el bosque las familias son muy extensas , ya que viven todos los miembros del clan juntos , desde el más anciano hasta los bebes recién llegados , que por cierto Julia se pasaba muchas noches contemplando el cielo y mirando haber si las cigüeñas dejaban algún bebe en su caballa, pues tenía muchas ganas de compartir juegos , con otra niña , pues estaba rodeada de niños y a veces estos no la llegaban a entender .
Algunas mañanas de otoño recogía tantas setas que contenta las entregaba a todos sus vecinos iba volando entre las ramas con tanta agilidad y felicidad que todo el que la contemplaba una sonrisa le brindaba, ella feliz y contenta canturreaba con su fiel amigo ,más no necesitaba , transcurría los días y ella en su bosque todo lo tenía , jamás salio de allí , pero nadie fue tan feliz .
Moraleja: La felicidad cada uno la encuentra en un lugar , no importa si es de grandeza o de humildad lo importante es estar a gusto con lo que uno es y aceptarnos solo así encontraremos la paz que el ser humano necesita para su felicidad .
Campirela_