Garabato cofrade de
la cursiva arabesca
que pigmenta mi
espalda a modo de poema.
Centra mi rostro
fijado en el Mar...
Y en el vaivén salado
se une el medio de tu
sonrisa.
La sístole se
promulga
en un escapismo
acelerado
cuando recita la piel
su cordura.
Y el vuelo salvaje
revolotea
sobre las siluetas
que danzan
a Tono con mi voz.
Gitana la luna
refleja
su coquetería
en el brillo cóncavo
de tu mirada,
y un danzón corteja
lo humano y lo divino
en la planicie
tatuada.
©Auroratris